Genoveva Roldán, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, abrió hoy el del Congreso Internacional de Derechos Humanos y Globalización, que bajo el lema ‘Inmigración, Vulnerabilidad y Derechos Humanos en la Frontera Sur de la UE’, se celebra en la Universidad de La Laguna y organizado conjuntamente con la Universidad de Sevilla.
La economista defendió el derecho humano a no migrar, a que en los países de origen se generen las condiciones para que la ciudadanía no tenga que marcharse. “Las migraciones históricamente se han visto inmersas en condiciones de conflicto”, señaló la experta, quien también se centró en las relaciones entre México y EEUU en esta materia, y sobre las que hay 150 años de historia, convertido además en el proceso migratorio de mayor densidad en el mundo.
“Vivimos en una hegemonía en crisis, que agudiza las contradicciones secundarias por las luchas de los mercados y el restablecimiento de la hegemonía estadounidense”. En su opinión, se trata de un capitalismo feroz que potencia su irracionalidad. La economista señaló que existe una contradicción principal, “expresada en un profundo descontento social, lo que ha sido capitalizado por el conservadurismo” y ante el repliegue de las organizaciones de izquierda.
Bajo su punto de vista, la agenda está marcada por la equidad racial, el feminismo o el activismo ecológico, que, siendo derechos importantísimos e irrenunciables, precisó, “solapan en cierta manera la contradicción principal, porque sigue habiendo lucha de clases y sigue habiendo asalariados, hoy eufemísticamente llamados emprendedores”.
La investigadora indicó que el llamado sueño americano pronto estará de vuelta, reclamando así su legítimo lugar como la nación más grande y respetada. “Pensábamos que con la globalización la expansión territorial había terminado, pero me equivoqué”.
Durante las dos últimas décadas, las reacciones contra el mundo globalizado de fronteras abiertas y gobiernos no intervencionistas han ido cobrando fuerza, incluso antes de la llegada de Donald Trump. “Nos volvemos defensores del multilateralismo, pero lo cierto es que las resoluciones de Naciones Unidas en distintos momentos han caído en saco roto. Es más, el multilateralismo está en crisis desde que nació el Fondo Monetario Internacional”, sostuvo la experta.
La migración, un derecho humano
Antes de la intervención de la profesora de la UNAM se celebró el acto de inauguración del congreso, presidido por la vicerrectora de Internacionalización y Cooperación, Inmaculada González, quien sostuvo que la migración “es un derecho humano, y no un motivo de muerte”. Hay varios marcos legales que han supuesto un avance, indicó, a modo de pactos que han resultado “muy necesarios pero insuficientes”.
“Somos conscientes de que las universidades deben contribuir a la creación de sociedades exentas de racismo o xenofobia. La emigración nos propone riqueza humana, perspectiva intercultural y nuevos aportes a la economía”, añadió. Este congreso interdisciplinar ha suscitado el interés de ponentes de todo el mundo, con 170 participantes, muy especialmente de Sudamérica y países europeos.
En este evento también colabora muy activamente los investigadores del portal iberoamericano de la Transferencia Intracom, con el apoyo institucional de la presidencia del Gobierno de Canarias y la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM- ONU Migración).
El decano del centro anfitrión, la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, José Antonio Batista, señaló que en pleno siglo XXI se sigue cuestionando el derecho de las personas a buscar su futuro y a cambiar de nación, en medio de un rechazo creciente a la libre movilidad. “Es crítico que la universidad alce la voz y visibilice cualquier reivindicación étnica”.
El congreso va a detenerse en los destinos principales de los flujos migratorios que recorren el planeta, con el foco en territorios insulares como Canarias, Lampedusa o Lesbos, donde se hace visible el drama humano. Esta cita pretende ser un foro abierto para el análisis y la discusión sobre los múltiples aspectos que conforman las dinámicas migratorias desde la perspectiva de los derechos humanos, destacó Rodrigo Fidel Rodríguez, coordinador del evento junto al decano. De hecho, se acompaña de una exposición fotográfica sobre la ruta canaria, comisariada por Desirée Martín, coincidiendo, además, con el trigésimo aniversario del primer cayuco que llegó a la isla.
Por su parte, la catedrática María José Guerra Palmero, también del comité organizador, señaló que los bulos, mitos y desinformaciones sobre la inmigración están a la orden del día. “No queremos una Canarias racista, no va con nosotros, porque además somos un pueblo de idas y venidas”.