Aranjuez celebra el ‘Entierro de la Sardina’
Un año más, profesores de la Facultad de Artes y Humanidades de la URJC, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad, han organizado esta jornada, que sirve para poner fin a las fiestas del Carnaval ribereño.
Daniel Blázquez
En la tarde de ayer, tuvo lugar el tradicional ‘Entierro de la Sardina’, una festividad que, desde hace más de dos décadas, simboliza el punto final de las celebraciones del Carnaval en Aranjuez. Así, los actos comenzaron pasadas las 17:00 horas en el propio campus de la Universidad, donde los presentes pudieron disfrutar de una sesión de música durante más de una hora y media.
En torno a las 19:00 horas, desde el edificio del antiguo cuartel de Pavía, comenzó el recorrido del cortijo, que atravesó distintas calles de la ciudad hasta llegar a la Plaza de la Constitución, enclave en el que tuvo lugar, ya de noche, la quema de la escultura ganadora.
De la organización de esta iniciativa, surgida de distintos docentes del departamento de Artes y Humanidades de la URJC, se han ocupado Ana Balboa, Marta Linaza y Emma García-Castellano, profesoras de las áreas de Escultura y Pintura, respectivamente. Respecto a la dinámica, Alumnos del grado en Bellas Artes presentan distintas maquetas y, entre las diferentes propuestas, se escoge la mejor. En esta edición, la Sardina elegida para quemarse ha sido obra de Laura Rodríguez y Marta Calderón.
Precisamente, una de las codirectoras del proyecto, Marta Linaza, ha querido hacer hincapié en la complejidad de seleccionar la propuesta vencedora: “Necesitamos que se pueda trasladar y, posteriormente, quemar. No es un proceso fácil, pero ayuda a los alumnos a entender aspectos muy pertinentes relacionados con la asignatura de Escultura, como distintas cuestiones de escala”.
Más allá de una simple festividad
A pesar de su claro componente festivo, el ‘Entierro de la Sardina’ no es solo una mera celebración para finalizar el Carnaval. En este sentido, Miguel Sánchez-Moñita, coordinador del grado en Bellas Artes de la URJC, ha señalado que “es una tradición en la que se involucran alumnado y profesorado, con el objetivo de crear una pieza escultórica y efímera que consiga conectar las Bellas Artes con la realidad social que nos rodea”.
Igualmente, Marta Linaza ha querido expresarse al respecto: “No se trata de un pasacalles más, de los que nos podemos encontrar en días festivos, sino que es un proyecto desarrollado por miembros de la comunidad universitaria que han dedicado muchas horas a la reflexión y la investigación”, ha concluido.