Aragón reafirma su papel como motor industrial del futuro europeo

Nicolás Redondo subraya la relevancia estratégica de la región, mientras Paulo Portas alerta sobre los retos estructurales que enfrenta Europa 

El foro celebrado en Zaragoza reunió a referentes del pensamiento político y económico para debatir sobre los desafíos estructurales de Europa y el papel clave del tejido empresarial local 

Aragón consolida su papel como enclave clave para el desarrollo industrial del sur de Europa. Así lo defendió la mañana del pasado 3 de abril Nicolás Redondo, abogado y ex secretario general del PSE-EE, durante una nueva edición del foro «Diálogos para el Desarrollo» celebrada en Zaragoza, en la que compartió escenario con Paulo Portas, exvicepresidente económico y exministro de Exteriores de Portugal

«La geografía y la historia han colocado a Aragón en una posición privilegiada. Hoy la región representa mucho más que una ubicación estratégica: es un nodo de dinamismo empresarial y transformación industrial», destacó Redondo. En su intervención, apeló al valor de la iniciativa privada como verdadero motor de cambio económico y social. También reflexionó sobre el papel histórico de Europa como un continente marcado por los extremos, pero capaz de generar progreso a partir de su autocrítica. 

El encuentro, organizado por Management Activo y patrocinado por Crédito y Caución, Bankinter y BCD Travel, reunió a un nutrido grupo de empresarios aragoneses para abordar las claves de adaptación ante la actual crisis socioeconómica global. 

Durante su intervención, Paulo Portas advirtió sobre el deterioro de la confianza económica provocado por el aumento de los aranceles y la intervención estatal. «Europa se enfrenta a una triple urgencia: demografía, innovación y defensa. Sin reformas valientes, sin simplificación y desregulación, no atraeremos la inversión que necesitamos», afirmó. 

Portas también puso en valor el desempeño económico de la península ibérica en el actual contexto europeo. «España y Portugal llevan tres años creciendo por encima de la media de la eurozona. En 2024, España registró un crecimiento del 3,1 %, frente al 0,8 % de la media europea. Este patrón no es casual, y se proyecta también para 2025», subrayó. 

Ambos ponentes compartieron también su visión sobre cómo deben responder las empresas ante un escenario volátil, marcado por la transformación digital, la tensión geopolítica y la fragmentación de los mercados. Además, identificaron oportunidades de desarrollo en aquellas economías que apuesten por la estabilidad política, la capacidad de adaptación y la innovación como pilares de crecimiento. 

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