El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de la aprobación del Catálogo Andaluz de Proyectos de Absorción, y de otras medidas puestas en marcha por parte de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente para el impulso de los mecanismos de compensación de emisiones de gases de efecto invernadero.
El cambio climático, una de las mayores amenazas globales, impacta de manera severa en las regiones más vulnerables, como es el caso del sur de Europa. Andalucía ha experimentado un aumento en la temperatura de 2 grados centígrados y una modificación en los patrones de precipitación, lo que ha intensificado los períodos de sequía y, a su vez, ha acentuado el déficit hídrico en zonas críticas como la Cuenca Mediterránea y la del Guadalquivir. Ante esta realidad, la Junta de Andalucía ha adoptado una postura proactiva, alineada con iniciativas internacionales como el Acuerdo de París y el Pacto Verde Europeo (Green Deal), para abordar la crisis climática mediante políticas de reducción de emisiones y fomento de sumideros de carbono. Esto sitúa a Andalucía como una de las comunidades autónomas pioneras en este campo.
De esta forma, la aprobación del Catálogo Andaluz de Proyectos de Absorción marca un hito en la estrategia regional de mitigación del cambio climático. Este catálogo identifica 27 proyectos, que abarcan 2.396 hectáreas distribuidas en todas las provincias andaluzas. Estas iniciativas se centran en los montes públicos andaluces, identificando zonas para reforestación o para la restauración de masas forestales en zonas incendiadas para el restablecimiento de la masa forestal preexistente. El proceso de identificación y selección de los proyectos se ha llevado a cabo con criterios técnicos basados en el potencial ecológico y silvícola de cada zona. Para garantizar su viabilidad, se ha analizado la idea de proyecto, las especies y comunidades idóneas, así como las técnicas de plantación y mantenimiento necesarias.
Uno de los aspectos destacados de este plan es la inscripción de los proyectos y las unidades de absorción que generen en el Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE), en coordinación con el Registro nacional de huella de carbono. Además, se ha solicitado a la Oficina Española de Cambio Climático la preinscripción de estos proyectos en el Registro nacional, que ya contaba con otros 26 proyectos, en su mayoría de titularidades privadas o públicas de administraciones locales, lo que sitúa a Andalucía como la primera comunidad de España en número de proyectos de absorción preinscritos en terrenos de titularidad pública.
De igual modo, Andalucía también está liderando iniciativas importantes en el ámbito del carbono azul, que se refiere a la captura de CO2 en ecosistemas litorales, presentes en áreas protegidas como praderas de posidonia oceánica y marismas mareales. La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente coordinó como socio el proyecto Life Blue Natura, logrando crear el Estándar Andaluz de Carbono para certificar créditos de carbono azul, permitiendo la inclusión de proyectos de restauración de marismas de marea y praderas de fanerógamas marinas en el mercado voluntario de carbono. Andalucía fue pionera en aprobar esta metodología, validada por AENOR, lo que facilitó la expansión de proyectos piloto a otras áreas como las Marismas del Odiel y otros ecosistemas similares, así como su exportación a nivel nacional y europeo.
Colaboración público-privada
Además, se lanzaron proyectos piloto en las praderas de posidonias de Cabo de Gata y la vegetación asociada a las marismas de marea de la Bahía de Cádiz, respaldados por el grupo de trabajo #BlueCarbonHub, que fomentó la colaboración público-privada y abordó la necesidad de herramientas técnicas y mecanismos jurídicos innovadores. Así, cinco entidades (Iberostar, Navantia, Cepsa, Eulen y Metro de Málaga) se comprometieron a desarrollar un proyecto piloto incluido en el Catálogo y ubicado en el Parque Natural Bahía de Cádiz, y la Universidad de Cádiz estableció el escenario contrafactual o la línea base para la ejecución. Esto culminará en la inminente firma del primer convenio de colaboración público-privada a nivel europeo para un proyecto de carbono azul, con un estándar de certificación pública.
Por otro lado, es importante destacar el papel de Andalucía en distintos foros y grupos de trabajo tanto a nivel nacional como europeo, subrayando su liderazgo en iniciativas de mitigación y adaptación al cambio climático. La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha consolidado la presencia andaluza en los Grupos Nacionales de Mitigación e Inventarios, de Adaptación e Impactos, y en el subgrupo de Huella de Carbono. Además, forma parte del Grupo Consultivo de Expertos para la Evaluación nacional de riesgos e impactos derivados del cambio climático y al Grupo Europeo Carbon Removals Expert Group, un espacio clave en el que se han presentado proyectos innovadores, como el Estándar Andaluz de Carbono Azul, que ha influido en el desarrollo de normativa tanto nacional como europea.
Dentro de los proyectos europeos en los que participa la Junta de Andalucía, como avances en nuevas metodologías de compensación, hay que resaltar el Life Co2rk, cuyo objetivo es frenar el retroceso de bosques de crecimiento lento, como alcornocales o encinares, poniendo en valor su potencialidad de secuestro de CO2 gracias a la abundante y diversa materia orgánica con que enriquecen sus suelos, unida a la frondosa biomasa vegetal.
Asimismo, la participación de Andalucía en el proyecto Interreg Europe NACAO, cofinanciado en un 80% por el programa europeo y con un presupuesto de 1,5 millones de euros, refuerza su papel pionero en la búsqueda de soluciones basadas en la naturaleza para la compensación de emisiones. Este proyecto, en colaboración con otros cinco socios europeos (regiones de Italia, Polonia, Finlandia, Alemania y Francia), ha facilitado el intercambio de buenas prácticas en gestión de carbono, a incluir tanto carbono azul como verde, a través de seminarios temáticos en distintos países. Hasta el momento, se han compartido 18 buenas prácticas y se han realizado visitas a proyectos de absorción de CO2 en diferentes territorios, demostrando la capacidad de Andalucía para liderar la integración de estas estrategias en políticas ambientales.