Este estudiante madrileño de 53 años tiene 13 títulos universitarios, ocho de los cuales -Derecho, Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas, Criminología, Psicología, Turismo, Trabajo Social, Historia del Arte y Educación Social, los ha cursado en la UNED. Actualmente se encuentra estudiando otras cinco titulaciones
Que la UNED engancha es algo que, si lo has probado, lo sabes. Sin embargo, el caso de Antonio Monroy es casi “pasarse”, si se permite la licencia coloquial. Este estudiante madrileño de 53 años ostenta, con sus 13 titulaciones superiores, el récord del mundo de títulos universitarios. Y no parece que vaya a tener rival, pues actualmente se encuentra cursando otras cinco carreras. En esta trayectoria académica de vértigo, la UNED ha jugado un papel relevante, pues en ella estudió ocho de esos 13 títulos. En otras universidades estudió las carreras de Ciencias Empresariales, Fisioterapia, Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Humanidades y Relaciones Laborales y Recursos Humanos que completan un currículo académico que culmina con un doctorado en Economía Financiera, otro en Actividad Física y Deporte, un certificado de Aptitud Pedagógica, un máster en Gestión de Instalaciones Deportivas y un diploma de estudios avanzados en Derecho Mercantil. ¿La más dura? La primera: Ciencias Empresariales. “Saqué una buena media, no tuve nunca grandes dificultades para ello”, cuenta Monroy, “pero el nivel era mucho más alto que el actual. Recuerdo, por ejemplo, las asignaturas de Econometría y Matemáticas como complicadas. Había gente que venía de hacer Ingenierías y las suspendían”.
Tras esta primera titulación, Antonio Monroy trabajó en Bolsa durante siete años, tiempo que compaginó con otros estudios, entre ellos la carrera de Derecho en la UNED. Después de unos años dando clase en la universidad, dejó de estudiar, hasta que, en 2017, entró en el mercado inmobiliario de forma profesional y decidió seguir estudiando. “Primero elegí los estudios de Criminología en la UNED para esta segunda etapa y, viendo que el sistema era bastante más cómodo que cuando estudié la carrera de Derecho hacía ya más de 20 años, empecé otras varias carreras”. La UNED se convirtió en ese momento en la mejor opción, explica Monroy. “Con una cierta edad y sin posibilidad (ni ganas) de acudir a clases presenciales, la UNED era una buena opción. La universidad presencial tiene sus ventajas, como un mayor contacto con profesores y compañeros, pero es inviable en ciertos casos, como el mío actualmente. En la UNED, con constancia y esfuerzo, se pueden obtener buenos resultados”.
Con una formación tan heterogénea, cabe preguntarse a qué se dedica Monroy profesionalmente. “Mi carrera la he basado sobre todo en mi formación como economista”, explica, “que ha sido la que me ha dado la base para poder desarrollar diversos negocios. Sin esta formación no habría tenido la oportunidad de trabajar en la Bolsa, que es lo que después me permitió tener una vida cómoda y dedicarme a otros temas por gusto”. Sin embargo, “actualmente imparto clases de Derecho, Educación Física y Psicología. También tengo negocios en el mercado inmobiliario. La Fisioterapia, el Derecho, la Psicología y la carrera de la Educación Física también las ejerzo por libre, pero por lo general, sólo para amistades o ‘pro bono’, para gente que realmente lo necesite y no tenga recursos para pagarlo”.
Y todo esto… ¿a costa de qué? ¿A qué tiene que renunciar una persona para acumular 13 títulos universitarios y estar en vías de conseguir cinco más? Parece ser que “a nada”, según afirma el propio Monroy: “Mi vida es un no parar… viajo a algún sitio todos los meses, hago deporte cinco veces por semana como mínimo, salgo con la familia o con los amigos… Lo que no hago es ver apenas televisión (sólo deportes y alguna película muy de cuando en cuando) ni estar en Redes Sociales, que consume muchísimo tiempo. Pero no considero que haya renunciado a nada que me guste”.
Quizá por ello no se haya planteado nunca dejar de estudiar, aunque sí hay algunas carreras que no cree que se sumen a su palmarés académico. “Hay titulaciones que no me llaman demasiado la atención, como Matemáticas o Filosofía. He visto los contenidos y no me atraen. Sin embargo, otras como Arquitectura, Gastronomía o alguna Ingeniería creo que las estudiaré en algún momento”. “También estoy pendiente”, añade Antonio, “de las posibles nuevas titulaciones de la UNED”.
¿Crees que puede llegar un momento en que sea tarde para estudiar? Le preguntamos para terminar. Nos responde con una anécdota muy ilustrativa: “recuerdo que, cursando Derecho en la UNED en el año 1992 o 1993, en un examen vi a un señor que debía tener más de 70 años. En aquel momento lo vi como algo raro. Ahora entiendo perfectamente a ese hombre: se estudia mucho mejor de mayor que de joven”.