La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha visitado este lunes las instalaciones de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (AMAYA) para conocer de primera mano el Laboratorio Andaluz de Referencia de la Calidad del Aire (LARCA) y el Centro de Datos de Calidad Ambiental (CDCA). Ambos centros desempeñan un papel fundamental en el seguimiento de la calidad del aire en Andalucía, garantizando la confiabilidad de los datos que ofrece la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire de la comunidad autónoma, la más extensa de España con un total de 94 estaciones fijas distribuidas por el territorio.
Durante la visita, la consejera ha destacado la relevancia del trabajo que se realiza en estas instalaciones, subrayando que “Andalucía ha consolidado una estructura de vanguardia para la monitorización ambiental, lo que nos permite responder con eficacia a los retos que plantea la calidad del aire y su impacto en la salud pública y el medio ambiente”. En este sentido, ha valorado el esfuerzo de la Junta en la mejora continua de estos sistemas, con una inversión de más de 1,26 millones de euros desde 2019 en la adquisición de unidades móviles y equipamiento de última generación para reforzar la capacidad de análisis y respuesta ante episodios de contaminación atmosférica.
El Laboratorio Andaluz de Referencia de la Calidad del Aire (LARCA), operativo como tal desde 2013, es uno de los dos únicos laboratorios de referencia en esta materia a nivel estatal. Su creación como laboratorio se remonta a 1998 y en 2001 se convierte en el primero en el país en recibir la acreditación ENAC (Entidad Nacional de Acreditación) para la realización de ensayos en las áreas química y de fluidos de emisiones e inmisiones atmosféricas. Sin embargo, no es hasta 2013 cuando se convierte en centro de referencia en España.
Su función principal es la gestión de la calidad de los datos de todas las estaciones de la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire. Para ello, lleva a cabo verificaciones, calibraciones y auditorías que garantizan la precisión de las mediciones, además de organizar ejercicios interlaboratorios de intercomparación en los que participan organismos públicos y empresas privadas del sector.
Precisamente, la semana pasada el LARCA organizó un ejercicio a nivel estatal de intercomparación para evaluar la precisión de las mediciones de los laboratorios acreditados en calidad del aire. Del 17 al 21 de marzo, reunió en Sevilla a nueve empresas especializadas procedentes de distintas comunidades autónomas, que han trabajado con equipos propios en las unidades móviles de la Agencia. “Esta iniciativa, pionera en su formato, posiciona a Andalucía como referente técnico a nivel nacional”, ha aseverado.
Durante el ejercicio, los participantes calibraron analizadores de contaminantes atmosféricos como monóxido de carbono, dióxido de azufre, ozono, benceno o partículas PM10, entre otros. El LARCA, además de proporcionar los analizadores, realizó mediciones antes y después de cada intervención para garantizar la estabilidad de los equipos. A partir de los resultados obtenidos, el laboratorio elabora un estudio estadístico que permite evaluar la precisión de cada participante frente a un valor de consenso. Este tipo de ejercicios, tal y como ha detallado, es esencial para mantener las acreditaciones de calidad ante la ENAC, y hasta ahora no se realizaban en España con esta metodología.
Por su parte, el Centro de Datos de Calidad Ambiental (CDCA) supervisa de manera ininterrumpida, 24 horas al día y 365 días al año, la información recogida por la Red de Vigilancia. Este sistema de control, con más de dos décadas de trayectoria, es un referente a nivel europeo y ha permitido mejorar la capacidad de reacción ante episodios de contaminación, así como el diseño de planes estratégicos para la mejora de la calidad del aire en Andalucía.
La consejera ha resaltado que “la Junta de Andalucía ha apostado por una monitorización precisa y continua de la calidad del aire, lo que nos permite ofrecer información rigurosa a la ciudadanía y establecer medidas eficaces para la protección de la salud y del entorno”. Asimismo, ha puesto en valor el trabajo de los técnicos de AMAYA en este ámbito, cuya labor ha sido clave para la puesta en marcha de campañas de medición específicas y la mejora de los protocolos de actuación en materia de calidad ambiental.
Tecnología avanzada para la gestión ambiental
Además del análisis de la calidad del aire, la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía está incorporando herramientas tecnológicas de última generación para la gestión forestal y el control ambiental. En este contexto, Catalina García ha podido conocer en detalle los dispositivos que AMAYA emplea para la captura de datos en campo, destacando el papel de los drones, los vehículos ‘rover’ y los sistemas de sensorización avanzada.
La Agencia dispone de una flota de 11 drones operados por 12 pilotos certificados, lo que la convierte en el primer operador de drones de la Junta de Andalucía. Estos dispositivos permiten obtener información en zonas de difícil acceso sin asumir riesgos para el personal técnico y cuentan con sensores especializados para la elaboración de cartografía, el seguimiento de especies de flora y fauna protegidas, la detección de especies invasoras o la evaluación del estado de ecosistemas acuáticos mediante la toma de muestras en entornos contaminados.
Junto a los drones aéreos, AMAYA ha incorporado equipos submarinos de exploración, como un vehículo ROV capaz de operar hasta 300 metros de profundidad, lo que facilita el seguimiento de ecosistemas marinos y la vigilancia de especies invasoras en aguas del litoral andaluz. A estos sistemas se suma una embarcación no tripulada equipada con sónar de barrido lateral, que permite realizar batimetrías en ríos y embalses para el análisis de procesos de sedimentación.
Otro de los dispositivos más innovadores presentados ha sido el sistema ‘Mobile Mapping’, una tecnología que permite la captura masiva de datos mediante cámaras esféricas instaladas en vehículos todoterreno, generando modelos 360° similares a los de ‘Google Street View’. Esta herramienta facilita la georreferenciación de elementos en el medio natural, optimizando los tiempos de trabajo en campo y mejorando la precisión de los análisis ambientales.
La consejera ha destacado que “la incorporación de estas herramientas supone un salto cualitativo en la gestión del medio ambiente en Andalucía, permitiendo mejorar la eficiencia y la seguridad en el desarrollo de los trabajos en campo”. Además, ha señalado que el esfuerzo inversor en estos equipos, que ha alcanzado los dos millones de euros desde 2019, refleja el compromiso de la Junta con la modernización de los sistemas de control y seguimiento ambiental.
En el marco de esta modernización tecnológica, Catalina García ha supervisado también el funcionamiento de los ocho vehículos ‘rover’ de gestión forestal, un innovador sistema de desbroce operado por control remoto que mejora la seguridad de los trabajadores en zonas de difícil acceso. Estos equipos, adquiridos en 2024, cuentan con tracción de oruga y pueden operar en pendientes de hasta 55 grados, lo que reduce significativamente los riesgos asociados a este tipo de tareas y permite una gestión más eficiente de los terrenos forestales.
La consejera ha puesto en valor la apuesta de la Junta de Andalucía por la innovación en la gestión del medio natural, asegurando que “gracias a estos avances tecnológicos podemos optimizar el uso de los recursos y mejorar la prevención de incendios, así como la conservación de nuestros espacios naturales”. En este sentido, ha subrayado la importancia de seguir impulsando el desarrollo de soluciones innovadoras que contribuyan a la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.
En la visita también han estado presentes la secretaria general de Medio Ambiente y Cambio Climático, María López Sanchís; el director gerente de AMAYA, Javier de Torre; el director de Medio Ambiente y Sostenibilidad de AMAYA, Ignacio Morales; el director de Servicios Corporativos y Servicios Técnicos I+D+i, Jesús Crespo, y la directora de Gestión del Agua y Calidad Ambiental, María Luisa López Cánovas, entre otras autoridades.
AMAYA en cifras para 2025
La Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía contará en 2025 con un presupuesto total de 171,4 millones de euros, financiados mediante recursos autofinanciados (100 millones), encargos a medios propios recibidos (29,8 millones), fondos europeos (FEADER 35,6 millones y otros fondos europeos 1,4 millones) e ingresos finalistas (4,6 millones).
En cuanto a las instalaciones gestionadas, la agencia administra 126 centros en toda Andalucía, de los cuales 88 son equipamientos de uso público (como centros de visitantes, senderos señalizados o áreas recreativas) y 38 corresponden a otras instalaciones ambientales y de gestión de recursos naturales. Estas infraestructuras están distribuidas en las ocho provincias andaluzas, con Cádiz a la cabeza en número de equipamientos (22), seguida de Granada (21) y Jaén (20).
En el ámbito de la planificación, AMAYA desarrolla un Programa de Gestión con objetivos operativos y 68 indicadores clave, además de un Plan Anual de Acción con 371 actuaciones y 636 indicadores de seguimiento, lo que representa casi la mitad de los indicadores globales de la agencia.
En términos de recursos humanos, AMAYA cuenta con 1.558 trabajadores, distribuidos en diferentes grupos profesionales. Entre ellos destacan técnicos y especialistas, además de personal auxiliar y de base. Esta plantilla incluye concretamente 308 empleados de continuidad laboral provenientes de INFOCA, lo que refuerza la capacidad operativa de la agencia en labores de prevención de incendios, así como en la gestión del medio natural.