La ministra de Igualdad, Ana Redondo, en el Consejo de la Unión Europea de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores
La titular de Igualdad ha participado en el debate sobre «la integración de la perspectiva de género en la seguridad dentro del nuevo contexto estratégico europeo» en el que se ha abordado el incremento del riesgo de tráfico y explotación sexual, así como violencia de género y sexual, en situaciones de conflicto armado.
Ana Redondo ha defendido que «la integración de la perspectiva de género en las políticas de seguridad no es solo un compromiso ético, sino una condición indispensable para lograr una Unión Europea más segura, resiliente y democrática». Además, ha remarcado que la igualdad y la participación plena de las mujeres en la toma de decisiones son «esenciales para la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible».
En este contexto, la ministra también ha destacado el compromiso del Gobierno de España para aplicar la transversalidad de género en todas las políticas públicas, poniendo como ejemplo el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades que incorpora medidas concretas para combatir la violencia de género, garantizar la protección de mujeres y niñas en conflicto, y promover su liderazgo en todos los ámbitos de la seguridad y la paz.
Por último, ha defendido la necesidad de avanzar hacia una seguridad que reconozca y aborde amenazas específicas que enfrentan las mujeres, desde la violencia sexual en conflictos hasta la ciberviolencia y la trata.
Directiva de Igualdad de Trato
En este Consejo se ha debatido también sobre la Directiva de Igualdad de Trato, una propuesta que ha contado con el apoyo de España, y que supondría avanzar en el derecho antidiscriminatorio de la Unión Europea.
Redondo ha defendido la importancia de su aprobación porque «colmaría una importante laguna en el derecho antidiscriminatorio de la Unión Europea». La ministra ha defendido en Luxemburgo que «esta laguna normativa carece de justificación», y ha subrayado los avances que el Gobierno de España está logrando para cerrar estas brechas, por ejemplo, con la aprobación de la Ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación.
Por último, Ana Redondo ha solicitado a la Comisión Europea que «mantenga un alto nivel de ambición en materia de igualdad y que incorpore en su programa de trabajo esta directiva».