AMAYA coordina seguimiento de la chinche americana de la piña en montes de Huelva

 

En la piñera situada en el poblado de El Mustio (Aroche, Huelva), en el marco del Plan de Gestión Integral de El Mustio, se detectaron durante la campaña 2019–2020 daños en las piñas de pino piñonero (Pinus pinea), que presentaban un tamaño reducido y con deformaciones, lo que afectó tanto la producción de piñas como de piñones. A través de La Red de Alerta Fitosanitaria Forestal (RED FIFO), que llevan a cabo el equipo técnicos de Equilibrios Biológicos del Departamento de Sanidad Forestal de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, M.P., se planificaron seguimientos y muestreos tanto en la piñera cómo en árboles en pie, con el objetivo de detectar la chinche Leptoglossus occidentalis como posible causante de los daños.

Una de las medidas adoptadas para identificar las causas de los daños ha sido la colocación de trampas con feromonas específicas para Leptoglossus occidentalis. En octubre de 2024 se instalaron 8 trampas en distintos montes del Plan de Gestión Integral de El Mustio, en los términos municipales de Aroche y Cortegana. De estas trampas, 6 se colocaron en masas de Pinus pinea y 2 en masas de Pinus pinaster. Posteriormente, fueron retiradas en febrero de 2025, habiendo capturado un total de 221 ejemplares de Leptoglossus occidentalis durante ese periodo.

Leptoglossus occidentalis conocida como la chinche americana de la piña, es un insecto hemíptero chupador que se alimenta de las semillas de las piñas en su estado de ninfa. Este insecto apareció por primera vez en Italia en 1999, donde se detectaron grandes poblaciones en los pinares, aunque inicialmente no se relacionaron con daños sobre las piñas ya que no produce síntomas visibles. En España se cita en 2003, pero no fue hasta 2010 cuando su presencia se generalizó.

Este monitoreo ha sido posible gracias a los atrayentes facilitados por la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, que ha llevado a cabo estudios de monitoreo en campo con cierto éxito.

Este seguimiento es fundamental para conocer el ciclo biológico y establecer una relación clara entre los daños observados y el nivel de población de Leptoglossus occidentalis. Por esta razón, resulta de gran interés continuar con los monitoreos en los próximos años con el fin de evaluar la incidencia de esta plaga y su impacto en los pinares de la zona.