Alumnado y profesionales de los ámbitos educativo y social participan en acciones formativas para prevenir el suicidio

 

Valdemoro, 5 de febrero de 2025

El proyecto municipal ‘Estrategias para la prevención del suicidio» tiene como objeto poner en marcha acciones entre las que se incluyen campañas de sensibilización y acciones formativas para promover el bienestar emocional y reducir el riesgo autolítico a nivel individual y comunitario, una serie de objetivos recogidos en el I Plan de Prevención del suicidio de la Comunidad de Madrid (2022-2026). 

A lo largo de tres jornadas abordarán el suicidio, primero desde la sensibilización, para pasar luego a la prevención, detección y protección de personas que se encuentren en esta situación. También abordarán el protocolo de intervención en el ámbito educativo, qué agentes intervienen, qué acciones se han de llevar a cabo y cómo coordinarlas con otros servicios que intervienen en estos procesos. También aprenderán nociones básicas sobre este tipo de conducta o sobre el duelo dentro y fuera de los centros, analizando casos y situaciones reales.

Antes, otros 48 profesionales de las áreas municipales de Servicios Sociales, Educación, Juventud, Patrimonio, Mayores Voluntariado, Discapacidad y otras entidades asistieron a sendas sesiones formativas para dotarles de instrumentos y estrategias para prevenir y abordar conductas suicidas y en las que pudieron constatar que estas son más efectivas si se abordan transversalmente desde todos los ámbitos sociales. 

La sensibilización, para comprender la conducta suicida, también ha sido el punto de partida de las dos sesiones en las que han participado estos profesionales. Luego, se han abordado los factores de riesgo, las causas que precipitan cada evento o cómo detectarlas, determinantes para entender que el suicidio es un fenómeno previsible y cuya prevención está recogida en el Plan de Prevención del Suicidio de la Comunidad de Madrid. Las herramientas de comunicación ante una crisis de este tipo y como seguir pautas de autoprotección, o cómo abordar casos de tentativa o consumados, también han formado parte de estas sesiones formativas.   

En la formación dirigida a alumnos mediadores y alumnos ayudantes han participado 96 jóvenes de la Escuela Comarcal Arzobispo Morcillo, el colegio Lagomar y los IES Maestro Matías Bravo y Villa de Valdemoro y en las que fueron instruidos en las funciones de los ‘gatekeepers’, figuras esenciales en la detección e identificación del alumnado vulnerable. Han recibido nociones básicas sobre salud mental y han realizado prácticas sobre escucha activa o validación emocional.

Éxito de las jornadas para prevenir el suicidio

Con la idea de que «todos podemos ser agentes de cambio», se acaba de celebrar en Valdemoro la jornada de sensibilización, «Prevención y abordaje de la conducta suicida», una iniciativa municipal dirigida a toda la población, que ha reunido en el Centro de Actividades Educativas a más de un centenar de personas, entre ellas, profesionales interesados en aportar su grano de arena en un problema de salud que en el ámbito educativo preocupa a familias, docentes y profesionales de otros ámbitos como el social, el sanitario, la animación y las emergencias.

Los ponentes invitados intervinieron en un ambiente de máximo interés y expectación, que se mantuvo a lo largo de toda la jornada. Todos los conferenciantes coincidieron en una máxima: desbaratar los mitos, en relación con el suicidio, y hablar de ello para desterrar el manto de invisibilidad que ha mantenido silenciado este grave problema de salud pública.

El objetivo último de la sesión: afrontar el suicidio como un fenómeno multicausal que ocasiona desesperanza y sufrimiento, fue materia de análisis en las intervenciones de Sergio Tubío, bombero del Ayuntamiento de Madrid, coordinador y cofundador de la Unidad formativa de intervención en tentativa suicida del citado cuerpo; de Arantxa Santos de la Rosa, experta en Análisis Clínico y Aplicado; de Carmen Sánchez Alegre, autora del libro ‘¿Hablamos del suicidio? Sobrevivir a la muerte de un ser querido’; y de Gema Abuin Figueiras, militar durante 18 años, que reenfocó su trayectoria académica y profesional hacia el bienestar de personas y organizaciones.

Desde diferentes ópticas, se dieron las claves para detectar el desequilibrio entre los factores de protección y de riesgo se producen las crisis que rodean la conducta suicida. También hubo coincidencia al constatar que tener una vida con propósito ayuda a prevenir y manejar este tipo de conductas.

Preparar al entorno familiar y social para aprender a convivir con el dolor, si se produce un suicidio, generó un edificante debate que puso de relieve la importancia de la resiliencia para seguir adelante.

Todos los ponentes coincidieron en la necesidad de generar ambientes de escucha sin juzgar, es necesario prestar atención, es lo que más se necesita, y en que la clave es validar, entender lo que está pasando sin juzgar y crear contextos seguros desde la infancia y la adolescencia, espacios que fomenten la conexión emocional para la búsqueda de soluciones. Y buscar un profesional que pueda acompañar en estos procesos.

La jornada se cerró con una idea unánime: hablar de suicidio es necesario y no mata, sino que lo que mata es el silencio, de ahí la importancia de este encuentro que no termina en sí mismo, sino que forma parte de un plan más ambicioso que alcanza ya a todos los agentes implicados en el cambio y que incluye acciones formativas, informativas y de sensibilización que trascienden lo individual y abordan el suicido de una forma integral, porque prevenirlo es un trabajo de todos.

Próximamente comenzarán las acciones formativas dirigidas a personal sanitario, Policía local y personal de emergencias, Guardia Civil, Bomberos de la Comunidad de Madrid y otros colectivos.