Alberiko: “siempre que un estudiante aprenda, siento que mi misión está cumplida”

El catedrático de Economía, reconocido recientemente con el título de Doctor Honoris Causa por la UHU, ha impartido docencia en la sede de La Rábida de la UNIA

 ** Entrevista realizada por Amalia Ramos, estudiante en prácticas de la UNIA

Sonriente, generoso y a la velocidad de un torbellino. Así accede el profesor Luis Alberiko Gil-Alaña a concedernos una entrevista. No tiene mucho tiempo. La econometría apremia, y el tiempo más, cuando se viene desde Navarra a Huelva. Es solícito. No dice que no. Sortea barreras en su apretada agenda para conceder unas palabras a la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), institución universitaria en la que lleva impartiendo docencia desde hace diez años de forma ininterrumpida.

Recientemente, la Universidad de Huelva (UHU) ha concedido el Doctorado Honoris Causa a este catedrático de Economía de la Universidad de Navarra, docente del Máster interuniversitario en Economía, Finanzas y Computación, de la UNIA y la UHU, que cuenta con más de 500 publicaciones indexadas y está en la séptima posición en la lista de autores con mayor número de citas en España; aspectos que avalan la trayectoria de este experto en análisis de series temporales y procesos de integración fraccional.

Alberiko ha desarrollado su investigación en instituciones como la London School of Economics, la London Business School, el European University Institute o la Humboldt-Universität zu Berlin. Entre sus numerosas publicaciones, recuerda especialmente la de su primera investigación, porque fue la base de todos los trabajos posteriores.

  • Profesor, ¿cómo recuerda su primer gran paso en el mundo académico?
  • Sin duda, mi primera investigación fue un pilar fundamental para todo lo que vino después. Ese artículo pionero en el que trabajé junto a mi director de tesis, Peter Robinson, en el año 1997, marcó un antes y un después en el análisis de datos de series macroeconómicas en el tiempo. Descubrimos que ciertas variables económicas no debían analizarse con métodos convencionales, sino mediante una diferenciación fraccional que aportó resultados más precisos. Dentro de mi carrera como investigador, me quedo con esa primera publicación”.
  • Su trabajo en series temporales no se queda solo en la economía, sino que ha trascendido disciplinas…
  • «Las series temporales están en todas las ramas de la vida, no solo en economía. En la climatología, por ejemplo, hemos mejorado modelos para entender el cambio climático; en la medicina, para el estudio del cerebro y el análisis de biorritmos cardiacos; en turismo, estudios sismológicos, y en una infinidad de campos más. La integración fraccional ha permitido ser más precisos a la hora de estimar los parámetros del cambio climático y estudiar la polución atmosférica, problema actual en las grandes urbes del mundo. Siempre que tengas datos a lo largo del tiempo, puedes innovar. Eso hace que esta rama sea infinitamente aplicable, y me motiva saber que podemos contribuir a resolver dificultades globales.  Desde mi visión de economista, siento que hay muchos problemas por resolver, desde la desigualdad en el reparto de las riquezas, hasta el caótico contexto geopolítico que estamos viviendo hoy día. Ante cualquier problema que se pueda resolver usando datos, desde las series del tiempo, actuamos nosotros”.
  • ¿Siente que logra, desde la investigación, hacer un mundo cada día un poquito mejor?
  • «Creo que todo científico debe aspirar a eso: a hacer el mundo un mejor lugar para existir. Es cierto que, en la ciencia, solo un porcentaje mínimo, de todo lo que haces, genera un cambio real. Pero si ese 0.01 % logra marcar una diferencia, habrá valido la pena. Al final, no se trata de publicar por publicar, sino de contribuir».
  • Su metodología docente resulta singular en una era tan tecnológica. ¿Por qué sigue fiel a la pizarra y la tiza?
  • «Soy amigo de la antigua usanza, la considero más efectiva. La econometría es esencialmente matemática, y escribir las fórmulas paso a paso ayuda a los estudiantes a absorber mejor el contenido. Aunque hablo rápido, tener que escribir todo les obliga a pensar y procesar de forma más pausada. Además, hay algo especial en la simplicidad de la tiza y los viejos métodos».
  • ¿Entre tantas universidades, por qué impartir clases en la Universidad Internacional de Andalucía?
  • «Fue por casualidad y curiosidad. Me invitaron hace diez años a dar un curso corto de series temporales y, como yo no suelo decir que no, vine a Huelva por primera vez a impartir clases en el Máster de Economía, Finanzas y Computación. Esa experiencia me dejó una grata impresión: el ambiente, el trato exquisito de la gente, el campus maravilloso de La Rábida…Desde entonces, aunque sólo vengo un par de días al año, me encanta la relación que mantengo con los estudiantes y exalumnos. Cada vez que vuelvo a tierras onubenses me quedo encantado».

Como consejo a las nuevas generaciones de docentes e investigadores, este profesor confía en dos factores de éxito: la curiosidad intelectual y la capacidad de trabajo. Y asegura que “la curiosidad nos mantiene en movimiento y el esfuerzo constante nos lleva lejos”. Aunque dice que la edad ya pasa factura –ríe-, la modestia de este profesor no le permite entender lo valiosa que resulta su aportación docente.

Como buen estudioso de las series temporales, Alberiko ordena cronológicamente su tiempo, visualiza su trayecto cual secuencia de datos, y marcha a Navarra. Dice un hasta pronto a Huelva y regresa convencido de que ha aportado algo y lo seguirá haciendo. 

Siempre que un estudiante aprenda, siento que mi misión está cumplida», dice mientras se retira, porque la ciencia no espera, y un Doctorado Honoris Causa representa el punto de partida para seguir formando.

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