La Comunidad Valenciana produce el 65% del calzado en España, lo que supone cerca de 70 millones de pares al año. Se estima que los residuos generados únicamente de recortes de piel en fábricas de calzado ascienden a 3 500 toneladas por año.
Aunque existen diversas técnicas de reciclado, su aplicación en residuos complejos, como son los del calzado, no es sencilla por diferentes motivos, entre ellos, la presencia de sustancias como adhesivos o tintas. Esto hace que estos residuos no puedan ser reciclados o, si lo son, que el material reciclado resultante sea de baja calidad.
Para dar solución a esta problemática, AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, Pikolinos, Evatalking y el Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja (CTCR) trabajan en el proyecto ECOFAP para desarrollar un nuevo material de impresión 3D a base de piel natural reciclada, de forma que resulte posible su uso en diferentes componentes para moda, textil y calzado.
En concreto, el proyecto se centra en la valorización de residuos de piel curtida del sector del calzado para desarrollar nuevos materiales con los que confeccionar suelas y tacones con fabricación aditiva FDM. Esta investigación se enmarca, por tanto, en el concepto de Economía Circular, ya que permite recuperar y reutilizar un residuo del sector calzado para el desarrollo de nuevos productos, reduciendo así el impacto ambiental del sector y su huella de carbono.
La impresión 3D aplicada al zapato es una de las tecnologías con mayor potencial de crecimiento dentro de la industria del calzado, un mercado caracterizado por la personalización. Además, la apuesta por el reciclaje y la reutilización cobra cada vez una mayor importancia en el sector.
ECOFAP pretende resolver el problema del reciclado de recortes de piel en la confección de calzado, pues los residuos que se producen en una fábrica de calzado normalmente son enviados a vertedero. Sin embargo, casi todos ellos podrían ser reciclados y empleados para obtener aplicaciones en otros sectores, con gran ahorro de medios y sin casi impacto medioambiental.
Nueva tecnología para obtener piel micronizada
El reto al que se enfrenta el consorcio de ECOFAP -donde se encuentran los Centros Tecnológicos AIMPLAS y CTCR- es el de reducir el tamaño de partícula del recorte de piel a un punto (10 micras) para permitir su posprocesado como materia prima secundaria. Se plantea el mezclado de piel micronizada en porcentajes variables con polímeros de diferente naturaleza, aplicables en calzado por sus propiedades mecánicas, con vistas a su empleo como filamento para fabricación aditiva por impresión 3D. La reducción de tamaño de partícula a valores por debajo de 10 micras supone un desafío por la dificultad de triturar un material constituido por fibras elásticas (colágeno).