CEOE prevé un aumento de la inflación en el segundo semestre 

La inflación se desaceleró significativamente en marzo, hasta el 2,3%, siete décimas menos que el mes anterior. Las previsiones en 2025 apuntan a que la inflación mantendrá tasas moderadas estos próximos meses, y sufrirá un aumento desde el mes de julio, debido al efecto base que suponen los cambios en el IVA de la electricidad que se dieron el año pasado.

En cualquier caso, puede verse condicionada adicionalmente, entre otros factores, por la evolución de los precios de las materias primas en los mercados internacionales, que están sometidos a una elevada incertidumbre.

Por su parte, la inflación subyacente se moderó dos décimas, hasta el 2,0%. De este modo, se reduce el diferencial entre la inflación general y la subyacente, que venían mostrando una dinámica muy diferente en los últimos meses. 

La mayor parte de este descenso de la inflación se debe a la contención en la tasa de variación de los productos energéticos (2,0%, frente al 9,0% del mes anterior). A su vez, este menor incremento obedece, en parte, a que se anula el efecto escalón de la recuperación del IVA habitual en la electricidad, ya que entre el 1 de marzo de 2024 y hasta el 1 de julio de 2024, la electricidad mantuvo un IVA del 21%, frente al 10% de los meses anteriores, al no cumplirse los requisitos de precios para aplicar la reducción del impuesto. 

La desaceleración de la inflación subyacente en marzo se ha debido a la menor tasa de incremento de los precios de los servicios y de los alimentos elaborados. No obstante, los servicios continúan siendo el componente con un mayor aumento de precios dentro de la subyacente. Los otros componentes del IPC subyacente mantienen tasas moderadas de crecimiento.

En la Unión Monetaria, la inflación ha mostrado una desaceleración de una décima, hasta el 2,2%, mientras que en España el IPCA de marzo descendió siete décimas hasta el 2,2%, por lo que se anuló el diferencial positivo que se venía registrando el IPC español en los últimos cuatro meses.

Análisis desagregado

Los precios energéticos han mostrado una notable contención de su tasa de variación, desde el 9% de febrero hasta el 2%, debido, fundamentalmente, a que se anula el efecto de la recuperación del IVA normal en la electricidad, ya que, desde marzo a junio de 2024, ambos inclusive, el IVA de la electricidad fue del 21%. Así, la electricidad presenta un incremento de sus precios del 12,8%, frente al 28,1% del mes anterior, mientras que carburantes y combustibles presentan caídas de precios (-6,5%), en línea con la evolución del precio del petróleo.  

En marzo, el precio del crudo Brent continuó descendiendo, hasta situarse en 72,7 dólares/barril en el promedio del mes. Este precio es un 14,8% inferior al de un año antes. En abril, el precio continúa a la baja, acusando las notables tensiones arancelarias existentes y la incertidumbre sobre el crecimiento mundial. En los primeros días de abril, el precio medio se ha situado en 70,6 dólares/barril, que, de mantenerse, supondrá un descenso interanual del 21,5% en dólares y del 23,4% en euros.

Los precios de los alimentos sin elaboración registran una aceleración y elevan su tasa interanual en 1,5 puntos porcentuales, hasta situarse en el 6,5% (a impuestos constantes su variación habría sido del 4,8%). 

Dentro de la inflación subyacente, destaca la contención de los precios de su componente de servicios, que moderan su tasa interanual en dos décimas, hasta el 3,0% y de los alimentos con elaboración, bebidas y tabaco, que reducen en 1,3 puntos su variación, hasta el 1%. Por su parte, los precios de los bienes industriales sin productos energéticos mantienen su tasa de variación en el 0,5%.