- CEIM destaca que hay ciertos sectores en el “punto de mira” como el agroalimentario, la industria del automóvil y fabricación de maquinaria, la industria tecnológica y la farmacéutica, con importante presencia en Madrid.
- CEIM hace un llamamiento al Gobierno de España para que reduzca costes, impuestos y cotizaciones sociales a las empresas de los sectores que se vean afectados.
La Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM), Cámara de Madrid y diferentes representantes de sectores afectados por la política arancelaria de la administración estadounidense se han reunido hoy con la Consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert y con el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, para analizar el impacto en sectores estratégicos de nuestra región.
El presidente de CEIM, Miguel Garrido, ha manifestado a los consejeros que ante una situación de incertidumbre como la que vivimos lo que necesitan las empresas son herramientas para mejorar su competitividad, particularmente desregulando, reduciendo costes, impuestos y cotizaciones sociales a las empresas de los sectores que se vean afectados.
Asimismo, el representante de los empresarios madrileños ha señalado durante la reunión que medidas anunciadas como la reducción de jornada a 37,5 horas solo agravarán la pérdida de competitividad de los sectores afectados por los aranceles. Por último, hace un llamamiento al Gobierno de España para que las ayudas anunciadas sean efectivas y realistas y no estén condicionadas a obligaciones que a medio plazo puedan comprometer la viabilidad de las propias empresas.
En la reunión, han estado presentes representantes de principales sectores afectados, como son el agroalimentario, la industria del automóvil y fabricación de maquinaria y equipos, la industria tecnológica y la farmacéutica, todos con una importante presencia de centros productivos en la Comunidad de Madrid. Desde CEIM, junto a la Comunidad de Madrid, Cámara de Madrid y organizaciones empresariales, reiteramos nuestro compromiso con la internacionalización de las empresas madrileñas y señalamos que esta acción unilateral no solo perjudica los intereses económicos de España y de la Unión Europea, sino que también va contra los principios del libre comercio y el entendimiento histórico entre los socios del eje transatlántico.