El fraude y las prácticas de investigación cuestionables parecen estar cada vez más extendidos entre la comunidad científica. Esto influye directamente en la confianza pública en la ciencia, en la calidad de las investigaciones y en el uso efectivo de los fondos para investigación y puede incluso tener consecuencias negativas para la población en función del campo de estudio. Pero ¿cuál es la prevalencia real del fraude científico? ¿Cuáles son las causas detrás de su aumento en los últimos años? ¿Y cuál es la respuesta institucional frente a este?
Estas son algunas de las preguntas que trata de responder el catedrático Eduard Aibar, de los Estudios de Artes y Humanidades y miembro del grupo de investigación Filosofía para los Retos Contemporáneos (MUSSOL), de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en sus recientes trabajos publicados en abierto.