Sismógrafos de la Universidad de Oviedo detectan con gran claridad las ondas sísmicas del terremoto de Birmania

El viernes, 28 de marzo, ocurrió un terremoto muy fuerte (magnitud 7,7) en Myanmar (Birmania), que ha podido ser registrado con gran claridad por los equipos de la Universidad de Oviedo. Las ondas sísmicas superficiales han sido tan fuertes que los investigadores de la universidad asturiana han registrado su paso por estaciones sísmicas incluso después de dar más de dos vueltas completas a la Tierra.

Más en concreto, las ondas sísmicas generadas por el terremoto de Myanmar han sido registradas en el País Vasco y Burgos por los sismógrafos del Proyecto CANALAB (liderado por personal del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo) incluso después de haber dado más de dos vueltas completas a la Tierra. Los sismogramas que acompañan esta información muestran los registros de la componente vertical del movimiento del terreno (en micras) de 5 de estos equipos, desde el inicio del terremoto hasta pasadas 9 horas, con un filtro que solo permite ver las ondas de más baja frecuencia (períodos superiores a 160 segundos), correspondientes a las ondas superficiales tipo Rayleigh. Estas ondas se propagan por la superficie del planeta en todas las direcciones desde el foco del terremoto. Las etiquetadas como R1 en las imágenes son las que siguen el camino más corto hasta las estaciones de registro y son las más energéticas. Les siguen las ondas que llegan por la otra parte del globo (R2), y después, perdiendo cada vez más energía, llegan las que completan las anteriores trayectorias, pero añadiendo una vuelta más a la Tierra (R3 y R4) o incluso dos vueltas más (R5 y R6). 

El proyecto en el que trabajan los investigadores de la Universidad de Oviedo, liderado por David Pedreira, profesor titular del Departamento de Geología (Área de Geodinámica Interna), tiene como objetivo la instalación de un observatorio multiescala de procesos geológicos internos y externos, para estudiar la estructura y evolución de la corteza terrestre y los posibles impactos sociales derivados de estos procesos. Parte esencial de este observatorio consiste en la auscultación sísmica del terreno durante varios meses, mediante la instalación de dos perfiles de estaciones sísmicas en la Cordillera Cantábrica. Actualmente, tienen instalado uno de estos perfiles desde la costa vasca (entre Mundaka y Lekeitio) hasta la Sierra de la Demanda, en Burgos. Con este perfil de estaciones y otras situadas en los alrededores, pueden estudiar no solo el origen de la sismicidad local y regional, sino también la procedente de terremotos fuertes de origen lejano (telesismos).