La Universidad Isabel I fortalece su Protocolo de Atención a la Diversidad para garantizar la igualdad de oportunidades

Marco Gutiérrez Berzosa, responsable del Servicio de Atención a la Diversidad de la Universidad Isabel I.

14 de noviembre de 2024. Con un enfoque de acompañamiento integral, la Universidad Isabel I ha desarrollado un Protocolo de intervención en Atención a la Diversidad que va más allá de la discapacidad. El objetivo es la personalización de la educación para el alumnado que presentan necesidades educativas diversas y adaptaciones individuales en las titulaciones regladas. El responsable del Servicio de Atención a la Diversidad, Marco Gutiérrez Berzosa, detalla en esta entrevista el proceso de inscripción, las políticas inclusivas y el impacto de estas en la comunidad universitaria.

¿En qué consiste el Protocolo de Atención a la Diversidad que ofrece la Universidad Isabel I?

El Protocolo de Atención a la Diversidad en nuestra universidad empieza incluso antes de que el estudiante se matricule. Desde el Servicio de Atención a la Diversidad, ofrecemos un acompañamiento integral a las personas con dificultades, no solo a personas con discapacidad, sino también a aquellas con otras necesidades educativas. Lo primero que debe hacer el alumnado es completar el formulario de inscripción al servicio, disponible en diferentes recursos como la página web o el espacio «Conoce la Ui1», donde especifican sus dificultades y necesidades y proporcionan la documentación que lo acredita. Con esta información inicial, nos ponemos en contacto con cada uno para realizar un estudio individualizado a través de una videollamada, en la que le explicamos cómo podemos ayudarlos en su formación, cuál es el proceso y ellos nos cuentan su experiencia educativa previa.

¿Cómo se involucra al estudiante en este proceso?

Queremos que el estudiante se sienta acompañado y participe en las decisiones sobre sus necesidades. Tras la evaluación, el alumno firma un compromiso pedagógico de intervención, documento que refleja el acuerdo de trabajo entre la universidad y el propio estudiante, con el objetivo de establecer las bases para una buena intervención. Luego, nos reunimos con la dirección de la titulación y exponemos el caso para determinar las medidas adecuadas de manera individualizada. Éstas se formalizan mediante un informe que se comparte tanto con el nuevo alumno como el equipo académico para asegurar una comprensión clara de lo que se puede implementar.

¿Es posible que un estudiante con necesidades educativas especiales curse cualquier titulación?

Sí, y hasta ahora, no hemos encontrado un caso en el que las barreras hayan sido insuperables. Siempre nos enfocamos en las necesidades individuales y en cómo podemos resolver cada situación. Por ejemplo, tenemos un estudiante con discapacidad visual que estudia el grado de Geografía, Historia e Historia del Arte, donde su dificultades, a priori pueden ser un obstáculo, ya que el arte debe ser observado pero con los apoyos técnicos existentes, podemos solventarlo. A través de los recursos con los que cuenta la Universidad y los que nos brindan nuestros colaboradores, lograremos adaptar sus necesidades y hacer posible su aprendizaje. Y puedo decirte que está encantado porque una de las ilusiones de su vida era estudiar esta titulación.

¿Qué políticas inclusivas fomenta la Universidad Isabel I?

Las políticas educativas y nuestro compromiso con la excelencia son una parte clave de nuestro enfoque inclusivo y de las acciones que realizamos con nuestra comunidad universitaria.

Realizamos formaciones y jornadas de sensibilización para docentes y personal de administración sobre la visibilidad de la discapacidad y las necesidades educativas. Para el profesorado, por ejemplo, en su formación inicial de Docencia Digital Universitaria, ofrecemos módulo específico de educación y diseño inclusivos para que sepan cómo trabajar con el estudiantado con necesidades educativas.

Por otro lado, en nuestra Política de Accesibilidad Web, cumplimos con la normativa UNE 66181_2012 nivel AA. Además, nos aseguramos de que el aula virtual sea lo más accesible posible, dado que es donde se desarrolla la experiencia educativa. En el curso 2023/2024, realizamos con el apoyo de la Fundación ONCE y el grupo Ilunion, una auditoría integral que nos permitió evaluar y mejorar la accesibilidad de nuestro entorno virtual.

¿Qué adaptaciones específicas se ofrecen a los estudiantes del Servicio?

Somos una universidad online que ofrece titulaciones oficiales de grado y máster. Los ajustes razonables que brindamos a nuestro alumnado son diversos y engloban todos los aspectos evaluativos de nuestra metodología. Eso sí, no afectan a la cantidad ni a la calidad de las actividades, prácticas o exámenes. Tienen las mismas exigencias que sus compañeros pero con apoyos puntuales o más permanentes.

Por ejemplo, una de las adaptaciones que mejor funcionan y se está convirtiendo en esencial para estudiantes con trastornos de aprendizaje, autismo o TDA, es la modificación del formato del examen; en este ajuste y destacando las palabras clave en negrita del enunciado y espaciando el formato de las preguntas por ideas principales, mejora la comprensión de la prueba.

También ofrecemos flexibilidad en aspectos como los horarios de prácticas y ampliaciones puntuales de plazo para quienes lo necesitan. En el caso de estudiantes con epilepsia o con enfermedades crónicas, por ejemplo, hemos otorgado extensiones para entregar trabajos tras una crisis.

¿Cómo se evalúa el avance en las medidas de adaptación a los estudiantes y su efectividad?

Llevamos a cabo una evaluación continua trimestral con cada estudiante y el equipo docente involucrado para revisar el progreso. Si detectamos alguna dificultad nueva o que las medidas de adaptación no funcionan correctamente, volvemos a analizar la situación junto con los docentes y el equipo de orientación para ajustar las medidas si es necesario. También trabajamos de cerca con el Vicerrectorado de Ordenación Académica, que vela por el cumplimiento de la normativa, garantizando que nuestras acciones se alinean con los estándares de calidad universitaria.

Marco Gutiérrez con el ordenador

Marco Gutiérrez en la Universidad Isabel I.

¿Cómo es la respuesta de los estudiantes ante el Servicio?

La respuesta es muy positiva, los estudiantes valoran el apoyo, el seguimiento y la orientación que reciben, ya que al ser un entorno educativo virtual, estas conexiones les ayudan a sentirse acompañados.

En los cuestionarios de satisfacción que realizamos al final del curso académico se pueden observar como las acciones, el protocolo y el seguimiento tiene una gran influencia en su buen desarrollo educativo. ¡Vamos por el buen camino!

¿Cuáles son los principales retos tecnológicos para seguir mejorando en inclusión?

Nuestro reto mayor es lograr una inclusión real y efectiva en nuestra comunidad universitaria.

En cuanto a la tecnología, la inteligencia artificial podría ayudarnos a implementar sistemas de asistencia, como un bot, que orienta al estudiante en los contenidos de cada asignatura. Además, la realidad virtual puede facilitar la inclusión, especialmente en experiencias prácticas. Queremos avanzar en esta dirección para hacer la educación cada vez más accesible.

¿Cuántos estudiantes se benefician actualmente del Servicio de Atención a la Diversidad?

En el curso pasado, entre alumnado con necesidades educativas y necesidades de apoyo, tuvimos inscritos 80 personas en el Servicio. Este curso, con el inicio del proceso de inscripción, ya contamos con alrededor de 60 estudiantes. Algunos de ellos no necesitan medidas de adaptación constante, pero permanecen en nuestro programa para ofrecerles ayuda en el momento que lo requieran.

El Servicio de Atención a la Diversidad de la Universidad Isabel I garantiza la igualdad de oportunidades a través de un enfoque personalizado y adaptado a cada estudiante. Con políticas inclusivas, adaptaciones metodológicas y el apoyo de tecnología accesible, la Universidad se compromete a brindar una educación de calidad a todo su alumnado. Los retos a futuro incluyen una mayor visibilidad de los servicios que presta y seguir mejorando la accesibilidad del aula virtual y aprovechar los avances tecnológicos, como la inteligencia artificial, para ampliar las opciones de apoyo a la diversidad.