Iván Ferreiro: «El pop es una buena trinchera en la que refugiarse y pelear»

Iván Ferreiro (Nigrán, Pontevedra, 1970) fue la voz de Los Piratas, una de las bandas que quedaron como icono de los 90 y a la que el propio artista insiste en desmitificar: “Los Piratas tuvo más nombre en cuanto desaparecimos. Fue un poco como los pintores cuando se mueren”, bromea al teléfono Ferreiro, que acaba de regresar de Nueva York, donde ha impartido una conferencia en la sede del Instituto Cervantes. Durante esta charla con Rivas al Día, analiza el papel de la música en la difusión del español, repasa su relación con su hermano y asegura sentirse “orgulloso” de que su hijo Andrés se dedique también a la música. A Rivas llegará el jueves 15 de mayo, compartiendo cartel festivo con Coque Malla y La bien querida.

¿Le gusta el cartel?

Me encanta. Los dos son muy amigos míos. Les admiro mucho.

Su carrera en solitario ha sido de fondo. ¿Le ha costado mucho trabajo volver a abrirse hueco en el panorama musical después de Los Piratas?

Es que creo que hay una idea equivocada sobre el éxito que tenían Los Piratas. No tenían tanto éxito, sino que seguía todo en el mismo punto. Sí que ha sido una carrera de fondo, pero con Los Piratas también lo era. Cuando empecé en solitario casi que retomé desde donde estaba con Los Piratas. Todo el mundo tiene una idea de que Los Piratas funcionaban muy bien en su época…

Quizás se haya mitificado a la banda años después de su desaparición.

Exactamente. No es que no funcionara, funcionaba más o menos bien, estábamos ahí, pero nos separamos un poco por la falta de resultados en algunos aspectos. Hay una idea de que apretábamos mucho, pero no era así. Los Piratas funcionaban relativamente, pero tuvo más nombre en cuanto desaparecimos. Fue un poco como los pintores cuando se mueren (risas).

«Hay una idea equivocada sobre el éxito de Los Piratas. No tenían tanto éxito, sino que seguía todo en el mismo punto. La mía ha sido una carrera de fondo, con Los Piratas también lo era»

Tras la ruptura de Los Piratas, sí que volvió a tocar en pubs, en El Ensanche, en Vigo. ¿Aquello no supuso una vuelta a los inicios?

Empezamos a tocar en pubs porque nos apetecía tocar en pubs. En El Ensanche, en concreto, hacíamos un show que era de versiones. No teníamos disco ni nada e íbamos todos los miércoles a tocar y a divertirnos, no era cuestión de que no pudiéramos tocar en otro lado. En cuanto sacamos el disco ya empezamos a tocar en otros garitos y empezamos a tirar para arriba.

¿Qué papel ha jugado su hermano Amaro en su carrera en solitario?

Muy importante. Es el compositor de algunos de mis grandes temas y es un apoyo incondicional. El proyecto es Iván Ferreiro, pero estamos los dos ahí, dando el callo. Sin Amaro no hubiera sido posible.

Su hijo Andrés también se ha decantado por la música. ¿Cómo lo lleva usted?

Con orgullo y con alegría. Contento, me encanta que se dedique a la música y además lo hace fenomenal.

¿No tiene el miedo típico del padre, el que le aconseja que se dedique a otra cosa?

Ese miedo lo tienes siempre, pero tampoco sabría decirle a qué tiene que dedicarse para que le vaya bien. Supongo que el mundo da bastante miedo en general. Tampoco sabría aconsejarle ni decirle donde puede ganarse la vida mejor.

Su último trabajo es ‘En la trinchera de la cultura pop’. ¿Es el pop una buena trinchera en la que refugiarse de la realidad del mundo?

Es una buena trinchera en la que refugiarse y también una buena trinchera en la que pelear. También es un buen lugar para observar y que nos puede ayudar tanto a estar combativos como a vivir en la calma. El pop está ahí para salvarnos siempre.

¿Le gusta revisitar sus discos?

Por temporadas, no soy especialmente revisitador. Pero últimamente estoy mirando un poco más hacia atrás.

«La la letra marca y define la canción. Las trabajamos con mucho mimo y mucho amor, tratando de expresar cosas. Es lo más importante de la canción»

Ha vuelto hace poco de Nueva York, de impartir una conferencia en el Cervantes. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Me ha encantado Nueva York y ha sido una experiencia preciosa. Espero poder repetirla, la verdad es que ha sido muy emocionante ver a todos los españoles que están por allí.

Al final la música es también una buena herramienta de transmisión de una riqueza como es el español.

Sí, además creo que, a día de hoy, el gran avance del español en el mundo tiene mucho que ver con la música. La música en español crece de forma exponencial, no hay más que ver las listas de éxitos y lo que se vende en todo el mundo. El español es un idioma que avanza a una velocidad flipante, en Nueva York puedes hablar español casi con cualquiera.

¿Qué importancia tienen las letras de las canciones de Iván Ferreiro? ¿Cómo es el proceso de creación?

Para mí la letra es la que marca y define la canción. Las trabajamos con mucho mimo y mucho amor, tratando de expresar cosas. No podría decirte cuál es exactamente el proceso, porque cambia y varía de una canción a otra, pero la letra es lo más importante de la canción.

Se habla mucho de la movida madrileña, pero Galicia fue también un hervidero cultural en los 80. Usted defiende ese Vigo, esa Galicia.

Yo era un adolescente cuando pasó todo, no lo viví de primera mano, lo viví por la tele. Pero sí defiendo todo lo que tiene que ver con Galicia y con Vigo. A día de hoy, hay una explosión de música gallega, moderna y nueva, de gente joven, alucinante. Un movimiento musical muy potente. Galicia siempre ha sido una potencia musical, con gente haciendo siempre cosas interesantes. La riqueza musical es muy bestia, y el mundo del pop lo hemos alimentado de forma continua desde siempre. Se habla mucho de la movida, fue guay y todo eso, pero cada vez se hace mejor música en Galicia y la gente joven está haciendo cosas interesantísimas, poniendo a Galicia en el mapa.