Las nuevas metodologías revelan la recuperación de la población de águila perdicera, una especie amenazada

Las nuevas metodologías revelan la recuperación de la población de águila perdicera, una especie amenazada

En 1986 este ejemplar fue el primer polluelo de águila perdicera del mundo con anilla de lectura a distancia. Foto: Joan Real.
En 1986 este ejemplar fue el primer polluelo de águila perdicera del mundo con anilla de lectura a distancia. Foto: Joan Real.
Noticia
|
Investigación
(26/03/2025)

Conocer cómo cambian las poblaciones de fauna salvaje es decisivo para mejorar la gestión y conservación de la biodiversidad. La complejidad del trabajo de campo —logística, captura y marcaje de individuos, recaptura, etc.— y la falta de seguimientos a largo plazo dificultan las proyecciones sobre el futuro de las especies de estudio, especialmente si están amenazadas. Ahora, la metodología para determinar cómo varían los patrones demográficos de las especies en el medio natural da un paso adelante con un protocolo eficaz y flexible impulsado por el Equipo de Biología de la Conservación de la Facultad de Biología y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona.

En 1986 este ejemplar fue el primer polluelo de águila perdicera del mundo con anilla de lectura a distancia. Foto: Joan Real.
En 1986 este ejemplar fue el primer polluelo de águila perdicera del mundo con anilla de lectura a distancia. Foto: Joan Real.

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Investigación
26/03/2025

Conocer cómo cambian las poblaciones de fauna salvaje es decisivo para mejorar la gestión y conservación de la biodiversidad. La complejidad del trabajo de campo —logística, captura y marcaje de individuos, recaptura, etc.— y la falta de seguimientos a largo plazo dificultan las proyecciones sobre el futuro de las especies de estudio, especialmente si están amenazadas. Ahora, la metodología para determinar cómo varían los patrones demográficos de las especies en el medio natural da un paso adelante con un protocolo eficaz y flexible impulsado por el Equipo de Biología de la Conservación de la Facultad de Biología y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona.

La metodología, aplicable a la mayoría de aves rapaces y otras especies territoriales, permite identificar con precisión los cuatro grandes procesos demográficos que originan los cambios poblacionales en una especie concreta: nacimientos, muertes, emigración e inmigración. Este avance contribuirá a tener una visión global de los procesos demográficos y dirigir estrategias de conservación sobre los procesos que más afectan a la viabilidad de la población (aumentar los nacimientos, reducir la mortalidad, retener los ejemplares que emigran, etc.).

La investigación, publicada en la revista Ecological Applications, la firman los expertos Joan Real, Jaume A. Badia-Boher, Antonio Hernández-Matías, Santi Mañosa, Francesc Parés y Diego J. Arévalo-Ayala, del Equipo de Biología de la Conservación UB-IRBio, y Josep Maria Bas, de la Universidad de Gerona. El trabajo ha contado con el apoyo de la Red de Parques Naturales de la Diputación de Barcelona, la Red de Parques Naturales de la Generalitat de Cataluña, la Fundación MAVA y las empresas Endesa y Bodegas Miquel Torres, entre otros.

En Cataluña, la población de águila perdicera (Aquila fasciata) —ahora en recuperación después de muchos años en declive— se ha empleado como modelo para implementar la nueva metodología de estudio poblacional, después de cerca de cincuenta años de seguimiento científico.

Declive y recuperación del águila perdicera en Cataluña

Uno de los avances más destacados en el estudio de la demografía de las poblaciones animales silvestres es el uso de modelos integrados de población (SIPM), que han abierto el camino para estudiar también el proceso de inmigración en las poblaciones estudiadas. «Los SIPM ayudan a obtener unas consideraciones de dinámica de población más robustas y fiables, ya que están formulados para que todas las fuentes de datos sobre una población silvestre (censos, datos de anillamiento o marcaje, observaciones en la época reproductora) se informen mutuamente», detalla el profesor Joan Real, jefe del Equipo de Biología de la Conservación UB-IRBio y miembro del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB.

«Otra de las ventajas de los SIPM es su flexibilidad. En este estudio se han empleado hasta cinco tipos de datos distintos, recopilados a largo plazo desde 1986. Esto nos ha permitido determinar con precisión los procesos demográficos sobre nacimientos, muertes, emigración e inmigración», indica Jaume Badia-Boher, primer autor del artículo, que ha formado parte de su tesis doctoral, elaborada en la Universidad de Barcelona.

El Equipo de Biología de la Conservación de la Universidad de Barcelona define una metodología eficaz para conocer los patrones demográficos en el medio natural, que ha identificado con detalle el declive y la recuperación del águila perdicera en Cataluña en los últimos 50 años.
En el caso del águila perdicera —una especie en regresión y gravemente amenazada en toda Europa—, la metodología ha detallado que en Cataluña la población disminuyó rápidamente durante las décadas de los ochenta y noventa. El declive poblacional de esta rapaz se detuvo durante la década de 2000, y desde 2010 la población se ha ido recuperando progresivamente. «Durante el fuerte declive de la población, la llegada de individuos inmigrantes de otras poblaciones de la península ibérica en mejor estado probablemente fue un factor relevante para evitar que el declive fuese mayor», indica el profesor Antonio Hernández-Matías.
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Actualmente, con la población recuperada y la supervivencia juvenil en aumento, «la importancia de los inmigrantes es menor, mientras que el número de individuos que emigran hacia otras poblaciones ha aumentado», explica el experto. «Este factor ha podido ayudar a otras poblaciones actualmente amenazadas en otros territorios», añade.

La población que no se reproduce también es decisiva

Los resultados muestran que la población flotante —es decir, la que no puede reproducirse por factores biológicos o ecológicos y no tiene un territorio fijo— desempeña un papel regulador clave en la población de águilas, un aspecto sobre el que hasta ahora existían muy pocas evidencias empíricas.

«Cuando la población reproductora disminuyó fuertemente en los ochenta y noventa, los ejemplares flotantes no eran suficientes para cubrir las bajas, probablemente también debido a una elevada mortalidad, lo que provocó el declive poblacional. A la inversa, a partir de los dos mil la población flotante se recuperó, ayudando, así, a la población reproductora a expandirse», detalla el profesor Santi Mañosa. «Ahora sabemos que una población flotante abundante puede ayudar a estabilizar la población reproductora, evitar declives poblacionales y ayudar a la expansión de la especie».

La disminución en la mortalidad de los jóvenes no reproductores y también de los adultos territoriales ha sido decisiva para la recuperación de la población. «La mejora de la población en Cataluña también está contribuyendo a la viabilidad de las poblaciones cercanas gracias al incremento del número de emigrantes. Por tanto, mejorar el estado de conservación de la población catalana puede tener un efecto beneficioso en poblaciones de otros territorios», explica el experto Jaume A. Badia-Boher.

Una población recuperada, pero todavía frágil en Cataluña

Los resultados del estudio sugieren que las medidas de conservación implementadas en las últimas décadas —como la corrección de la red eléctrica para evitar electrocuciones— y, a la vez, quizás, el incremento progresivo de las poblaciones de conejo en áreas de dispersión de los juveniles pueden estar detrás de la recuperación de la especie.

«La coordinación entre investigadores, naturalistas, gestores, propietarios y empresas es clave para el futuro de la especie. Hay que seguir detectando redes o soportes eléctricos peligrosos y corregirlos, y no solo donde hay parejas territoriales, sino también en áreas donde habitan y se alimentan los individuos no reproductores, a la vez que hay que mejorar los hábitats en los que viven», apunta Joan Real.

A pesar de la recuperación del núcleo del águila perdicera en Cataluña, su situación es muy frágil y todavía hoy mueren bastante águilas por accidentes con líneas eléctricas, ahogamiento en balsas, disparos o choques con infraestructuras. «Para conservar la especie es urgente planificar y realizar un uso del territorio más sostenible que comporte reducir la urbanización, limitar la implementación de infraestructuras, tener una agricultura menos intensiva y recuperar las actividades tradicionales en la montaña que favorecen la biodiversidad», indica el equipo.

En el futuro, es preciso continuar la labor de seguimiento científico, como el de la población reproductora en sus territorios, y recabar más información sobre la población flotante, que es la más desconocida. «Aparte de las tareas de seguimiento, es clave conocer los factores que determinan la dinámica poblacional, como la ocupación de los territorios en un marco territorial cambiante y en un contexto de crisis de la biodiversidad que está afectando y extinguiendo cada vez a más especies», apuntan los expertos.

Una nota histórica: 50 años de seguimiento científico

Este año se cumplen cincuenta del primer seguimiento en Cataluña del águila perdicera. Gracias a los estudios a largo plazo, se han podido detectar las señales de alarma del estado de conservación de las poblaciones y, así, establecer medidas de gestión y conservación adecuadas. Aparte de realizar los seguimientos científicos, también es decisivo impulsar la investigación sobre la biología básica (ciclo vital, uso del territorio, recursos tróficos, reproducción, supervivencia, etc.) y los factores que condicionan estos aspectos. Durante todos estos años, el Equipo de Biología de la Conservación UB-IRBio ha impulsado tanto la investigación básica como aplicada de la especie, una actividad que ha dado pie a distintas tesis doctorales, artículos científicos y divulgativos, manuales técnicos y acciones de diseminación científica al público general.

«Estos conocimientos han permitido aplicar sobre el territorio medidas de conservación relevantes, como la corrección de líneas eléctricas que incidían en la mortalidad, la mejora de los hábitats de paso o la colaboración con gestores del territorio privados y públicos. Cabe recordar que organismos públicos y privados, centros de investigación, ONG, propietarios y la ciudadanía han colaborado en todas estas tareas para conservar esta especie amenazada», concluye Joan Real.
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Artículo de referencia

Badia-Boher, Jaume A.; Hernández-Matías, Antonio; Mañosa, Santi; Parés, Francesc; Bas, Josep Maria; Arévalo-Ayala, Diego; Real, Joan. «Fall and rise of a threatened raptor: Unraveling long-term population dynamics with spatially explicit integrated models». Ecological Applications, marzo de 2025. DOI: 10.1002/eap.70013.

 


Galería multimedia


Águila adulta nacida y anillada en Cataluña como polluelo y reclutada como ejemplar adulto en Provenza. Foto: Alain Marmasse

El Equipo de Biología de la Conservación ha implementado la nueva metodología de estudio poblacional, después de cerca de cincuenta años de seguimiento científico. Foto: Jaume Campderròs

La metodología es aplicable a la mayoría de aves rapaces y otras especies territoriales. Foto: Jaume Campderròs

Águila adulta anillada. Foto: Joan Goy