La Universitat de València abrirá el martes, 12 de noviembre, a las 10 horas, las puertas del Centre Cultural la Nau a la exposición ‘Halt! Imágenes que piensan’, del artista valenciano Artur Heras (Xàtiva, 1945). La presentación de esta exposición estaba prevista celebrarse el miércoles 30 de octubre y se ha aplazado hasta este día ante el luto institucional decretado por la UV a consecuencia de la terrible Dana. El público podrá visitar la exposición como el resto de muestras que se exhiben en La Nau, que han estado cerradas hasta el martes 12. A diferencia de lo que viene siendo habitual, y ante la excepcionalidad de la situación, el Vicerrectorado de Cultura y Sociedad de la UV no realizará ni inauguración oficial ni tampoco rueda de prensa a los medios. Sí que se han previsto, para este día 12, dos visitas guiadas para el público, a las 11 y 19.30 horas, a cargo del artista y el comisario de la muestra.
‘Halt! Imágenes que piensan’ arranca en el Claustro y ocupa dos salas de edificio: Acadèmia y Estudi General. La exposición reúne un conjunto de más de 200 obra, entre pinturas, dibujos, esculturas, información documental, instalaciones y audiovisuales…, la mayoría realizadas ex profeso para esta muestra, que tiene además un carácter autobiográfico.
Heras se inspira en la historia, y más concretamente, en el exterminio perpetrado por los nazis -tema sobre el que versa el mayor número de obras-, y, a partir de ahí, invita a “parar” ante ciertas situaciones de la historia reciente, como la evolución de la extrema derecha, las agresiones civiles, las deportaciones de inmigrantes o los bombardeos a la población palestina. De ahí proviene precisamente el título de la exposición Halt: en alemán, ¡alto!.
Tanto el título como la imagen que ilustran la exposición (una mano escoriada) invitan al público a decir “basta” ante momentos dramáticos de la historia contemporánea europea, apelando a la necesidad de no repetirlos.
“Artur Heras es uno de los artistas valencianos más relevantes del cambio de siglo y en esta exposición pone de manifiesto un insobornable compromiso progresista con la modernidad”, ha señalado la vicerrectora de Cultura y Sociedad de la UV, Ester Alba, que coincide con el comisario, Anacleto Ferrer, en que Artur Heras es “un pintor de las ideas”, un creador de “imágenes que piensan”, término acuñado por el filósofo Walter Benjamín: Denkbilder.
“Heras no es un pintor de nubes, como el Vladimir de Rilke, sino de ideas: sus imágenes no solo reflexionan sobre la realidad de la que emergen o sobre las tradiciones plásticas a las que aluden, también meditan acerca de su propia condición de imagen. Heras no busca conmover ni agitar, sino entender, comunicar e interpelar”, explica Anacleto Ferrer, comisario de la muestra y catedrático de Estética y Teoría de las Artes en el Departamento de Filosofía de la Universitat de València.
Además de los crímenes del nazismo y del franquismo, Heras indaga en el después de la “liberación” de Auschwitz: en el surgimiento de partidos ultranacionalistas y de extrema derecha.
Heras, que expuso en La Nau hace 8 años, explica que inicialmente no preveía realizar una serie sobre el Holocausto. El primer dibujo fue la vista aérea del campo de Auschwitz, tomada por la aviación inglesa en 1944 y, a partir de esa inmersión histórica, se planteó cómo era el mundo cuándo nació y lo documentó, como el artista sabe: dibujando, como hacían los botánicos. Los dibujos y pinturas de esta exposición fueron iniciados meses antes del confinamiento por la pandemia del Covid-19. Este período de aislamiento social aumentó la introspección que supone cualquier trabajo de creación. Y Heras buceó también en su propia biografía: unos tíos del artista integraron la lista de exiliados de la Guerra Civil que se embarcaron en el Stanbrook, que partió de Alicante rumbo a Orán en 1939. Aunque no solo por este episodio personal, ahora en la distancia, observa cómo en sus obras, también en las creadas en su época más joven, se ensamblan personas conocidas: fotografías de familiares y amigos.
El recorrido de la exposición arranca en el Claustro con una escultura de acero de casi 8 metros, rematada con unas alas doradas que podría representar “el ángel de la historia” del que habla Walter Benjamin. El recorrido prosigue en la Sala Acadèmia, con ‘Muro de las palabras’, una instalación que contiene obras, objetos de su estudio, dibujos, elementos preparatorios e inspiradores extraídos del estudio del propio artista, que se completa con una serie archivos orales a partir de los testimonios de víctimas, victimarios, testigos, artistas y pensadores. En esta sala también se exhibe un friso de imágenes de reos y perpetradores dibujadas a partir de las fichas policiales de los campos de concentración. Son primeros planos dibujados en gran formato, con carboncillo y lápiz compuesto, al estilo de los trabajos de las históricas academias de arte. La sala reúne también experiencias inmersivas con una instalación ubicada en la parte central que evoca a Auschwitz: con la grava y la icónica imagen de un vagón de gran formato.
En la Sala Estudi General, destacan las referencias de Heras a los clásicos. Ilustra a los mártires de José de Ribera, obras de grandes dimensiones y que destacan por su minuciosidad, para hacer crítica actual. También se rescatan los retratos de intelectuales represaliados por el franquismo: los poetas Federico García Lorca y Miguel Hernández, o el rector Peset y diverso material: dos proyecciones y cerca de medio centenar de obras, también en esta sala.
La exposición está organizada por la Universitat de València, a través del Vicerectorat de Cultura i Societat, y en colaboración con la Diputació de València-Memòria Democràtica y el Ayuntamiento de Xàtiva. Podrá visitarse en la Universitat de València hasta el 12 de enero y después itinerará a Xàtiva (Espai Cultural Sant Domènec – Museu de Belles Arts. Casa de l’Ensenyança), a partir del 30 de enero de 2025. La exposición se completa con un cuidado catálogo.
Artur Heras (Xàtiva, 1945) es un pintor, escultor, diseñador español y uno de los creadores plásticos más singulares del panorama artístico europeo de las últimas décadas. Su obra está impregnada de sátira social y de denuncia. También es característica la experimentación con los códigos de representación, juegos literarios y la lectura irónica de la historia del arte. Su renovación formal de los años sesenta, al lado de otros nombres fundamentales en el panorama artístico vinculado a la “crónica de la realidad”, permitió que abriéramos los ojos a una realidad plural y heterodoxa, superando las dificultades que obstaculizaban la actividad creativa en aquella época. Desde entonces, el artista ha recorrido múltiples caminos en los cuales ha dejado muestras evidentes de su audacia y valor para explorar los elementos esenciales de la comunicación y expresión plásticas. En sus trabajos pictóricos, escultóricos y en su faceta de agitador gráfico, siempre ha destacado por un estilo directo y depurado al mismo tiempo, espontáneo y contundente, resultado de una cuidada puesta en escena de temas y conceptos que nos acercan a un universo misterioso y complejo, plagado de mensajes y descubrimientos.
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