«Nunca pensé que iría a la universidad», afirma Kristi Zallo, alumna de los primeros estudios que imparte la Universidad de Barcelona dirigidos específicamente a personas con discapacidad intelectual. «Nos hemos sentido integrados en el alumnado de la Universidad», añade otra antigua estudiante, Kavita Valls. Los cursos que han seguido Kristi y Kavita forman parte del programa de la UB de formación universitaria para personas con discapacidad intelectual, que acaba de premiar como mejor práctica de educación continuada a la organización RECLA (Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa). «La valoración de las primeras ediciones de estos cursos es extremadamente positiva: la inserción laboral del alumnado que se ha titulado alcanza el 52 %», explica Marina Romeo, directora de la Cátedra UB Fundación Cassià Just – Cuina Justa de Integración de Personas con Discapacidad y directora de ambos cursos.
Noticia | Académico | Solidaridad
07/11/2024
«Nunca pensé que iría a la universidad», afirma Kristi Zallo, alumna de los primeros estudios que imparte la Universidad de Barcelona dirigidos específicamente a personas con discapacidad intelectual. «Nos hemos sentido integrados en el alumnado de la Universidad», añade otra antigua estudiante, Kavita Valls. Los cursos que han seguido Kristi y Kavita forman parte del programa de la UB de formación universitaria para personas con discapacidad intelectual, que acaba de premiar como mejor práctica de educación continuada a la organización RECLA (Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa). «La valoración de las primeras ediciones de estos cursos es extremadamente positiva: la inserción laboral del alumnado que se ha titulado alcanza el 52 %», explica Marina Romeo, directora de la Cátedra UB Fundación Cassià Just – Cuina Justa de Integración de Personas con Discapacidad y directora de ambos cursos.
El programa de la UB dirigido a personas con discapacidad incluye dos cursos: uno de atención a usuarios, ciudadanos y clientes, y otro para acceder al cuerpo de subalternos de la Administración. Si bien la finalidad principal es facilitar la incorporación al mundo del trabajo, los cursos tienen muchos más objetivos, como conseguir que personas con discapacidad intelectual pasen a formar parte de la comunidad universitaria, mejorar la gestión de las emociones y las relaciones interpersonales, o facilitar la autonomía personal del alumnado.
En el caso de Kristi, además de todo lo que aprendió en las asignaturas, el curso representó un avance muy importante para ella: tomar sola el transporte público para llegar cada día al Campus Mundet. Ahora ya se ha acostumbrado a desplazarse sola por Barcelona. «Me gustó mucho el Campus, el Palau de les Heures…», explica, y afirma que le hizo «amistades para siempre». «Lo recomiendo a toda la gente con problemas», concluye. Actualmente, busca un trabajo para aplicar todo lo que aprendió en la Universidad.
Quien ya ha encontrado trabajo es Kavita: actualmente, auxiliar administrativa en el Ayuntamiento de Barcelona. «Hago trabajos de atención a las personas», explica. «La incorporación al trabajo va muy bien: empiezan a darme tareas importantes. Lo que más me gusta del trabajo que hago es conocer a gente y ayudarla», continúa. Tiene un buen recuerdo del curso en la UB: «Nos hicieron escuchar a alumnos de la Universidad; con los compañeros hacíamos piña e intentábamos no dejar a nadie a un lado».
Los primeros estudios de la UB dirigidos a personas con discapacidad intelectual reciben un premio internacional.
Hasta ahora se han impartido cinco ediciones de ambos cursos, que han seguido más de 150 alumnos con grados de discapacidad que van del 33 % al 79 %. Marina Romeo destaca el carácter innovador de esta iniciativa. Las clases siguen los principios del diseño universal del aprendizaje (DUA), para adaptarse a las necesidades de todo el alumnado, y la acción tutorial adquiere una importancia muy relevante, así como las mentorías con estudiantes de los grados en Educación y en Enfermería. En las aulas se utilizan metodologías como el aprendizaje colaborativo y por problemas, entre otros.
Toda esta labor ha dado como fruto la inserción laboral del alumnado en empresas del mundo sanitario, los seguros o la telefonía, entre otros. Romeo también señala la incorporación de antiguos alumnos a las administraciones públicas: «Nuestros alumnos obtuvieron cinco de las veintisiete plazas para personas con discapacidad intelectual que en el curso 2020-2021 convocaron al Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat para el cuerpo de subalternos. Además, diez de nuestros estudiantes obtuvieron plaza en el concurso público convocado por la Generalitat de Cataluña para proveer a 151 plazas reservadas a personas con discapacidad intelectual en el cuerpo de subalternos. Este éxito evidencia la capacidad de inserción laboral del alumnado, lo que comporta un desarrollo personal y profesional para estas personas; es un paso firme hacia el empoderamiento de este colectivo».
