Fruto de un típico marco de planificación institucional socialmente concertada de las políticas públicas de prevención de riesgos laborales, el Gobierno andaluz ha aprobado la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo (EASST) 2024-2028. Junto con su Primer Plan de Actuación 2024-2026 (pdf), fueron presentados en una jornada técnica del Centro de Prevención de Riesgos Laborales (CPRL) de Sevilla, el pasado 20 de febrero. Se da continuidad, así, a la anterior, a la EASST 2017-2022 (pdf). El objetivo estratégico fijado por la EASST 2024-2028 se identifica, como en las anteriores, en el debido impulso para que ‘los entornos laborales en Andalucía sean seguros y saludables, promoviendo la cultura preventiva y una gestión eficaz de los riesgos laborales’. Al fin define 7 objetivos generales, que incluyen, a su vez, ejes y líneas de actuación, ‘varios ejes que se desglosan en diversas líneas de actuación, las cuales recogerán y estructurarán las acciones a desarrollar’.
- Reducir los accidentes de trabajo en Andalucía mejorando las condiciones de trabajo.
- Mejorar la prevención de enfermedades profesionales en la Comunidad
- Apoyar a las pequeñas y medianas empresas en la aplicación de la prevención de riesgos laborales.
- Abordar los retos derivados de las nuevas formas de organización del trabajo, la transición digital y otros riesgos emergentes.
- Fomentar una cultura de prevención en toda la sociedad andaluza
- Mejorar la gestión del sistema de seguridad y salud en el trabajo en Andalucía
- Desarrollar aspectos troncales (entendemos mejor transversales) de la PRL, como la formación, la perspectiva de género y el tratamiento adecuado de colectivos vulnerables.
El impulso a la prevención de riesgos psicosociales y la mejora de la salud mental en los entornos de trabajo se contempla, pues, en el Objetivo general 4 (OG.4), Eje 4.3. (Abordar los riesgos psicosociales y la salud mental, dando valor al desarrollo de mecanismos y acciones que protejan la seguridad y salud de las personas trabajadoras en su integridad)
Para su consecución se prevén dos líneas de actuación:
4.3.1 Promocionar en las empresas que se lleve a cabo la identificación, evaluación y prevención de los riesgos psicosociales para facilitar el manejo de la salud emocional y la prevención de enfermedades mentales.
4.3.2. Realizar campañas informativas sobre factores de riesgos psicosociales.
Aunque se avanza en concreción respecto de la EASST anterior, la plasmación de este eje y línea de actuación siguen siendo algo genérica. Queda claro, además, que otros ejes de la EASST 2024-2027 también tienen incidencia en la prevención psicosocial, como el de la acción en el ámbito de los entornos digitales o la perspectiva de género, así como para determinados colectivos especialmente vulnerables. En todo caso, importante es su ejecución a través de los planes de actuación para los periodos comprendidos entre los años 2024-2026 y 2026-2028, elaborados por el Consejo Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales (CAPRL), conforme a su -vieja- normativa de creación (Decreto 277/1997, de 9 de diciembre).
El primero se encuentra en fase de implantación. En él se contienen un total de cien acciones específicas dirigidas a parcelas muy diversas que, en términos presupuestarios, suponen un nivel de inversión en tres años cercano a los veintitrés millones de euros. El plan presta especial atención a la situación preventiva de las pymes, a las que se destina más del 60% del total de su presupuesto. En lo que hace a todo el Objetivo 4, se destinarán 1,1 millones de euros. De las 7 acciones previstas, la mayoría se dirigen al objetivo 4.1, relativo al impulso de una “PRL efectiva en el uso de nuevas tecnologías, en los nuevos procesos de fabricación o prestación de servicios y en las nuevas realidades del mercado laboral.”, así como al 4.2 (Favorecer la seguridad y salud laboral -SSL- en los colectivos sometidos a riesgos especiales. -personas trabajadoras inmigrantes, con discapacidad, inicial o sobrevenida, personas de mayor edad, colectivos LGTBI, etc.-).
Conviene recordar, para evidenciar la conexión de estos objetivos con la prevención de los riesgos psicosociales, la vigente campaña europea ‘Trabajos seguros y saludables en la era digital 2023-2025′. Con ella se pretende ayudar a sensibilizar sobre el impacto de las nuevas tecnologías digitales en el trabajo y los lugares de trabajo y los retos y oportunidades asociados a la seguridad y la salud en el trabajo (SST). También proporciona una plataforma para el intercambio de buenas prácticas. En sus diferentes ámbitos de actuación (plataformas digitales, teletrabajo, gestión mediante la Inteligencia Artificial -IA-, etc.) la cuestión de la salud mental en el trabajo es determinante.
Así, y dado que el sábado pasado se celebró el día de la mujer, merece la pena poner de relieve cómo recientes investigaciones evidencian, entre las diversas lagunas de investigación, la escasa atención a cuestiones como la ausencia de aspectos de género en la regulación del teletrabajo centrada en la seguridad y salud en el trabajo, como el estrés tecnológico, el acoso cibernético y estrés por razón de género, al difuminarse las fronteras entre la vida laboral y personal, entre otras carencias. Asimismo, son cada vez más los estudios que vinculan la Industria 4.0 y sus nuevas formas digitalizadas de organización del trabajo a factores de riesgo psicosocial. La reconfiguración de las empresas a partir de procesos cada vez más intensos de automatización digitalizada, no solo mecánica, haciendo más frecuente la aparición de trastornos vinculados a la ansiedad y el estrés, por lo que el uso de la IA tanto es un factor de protección como de riesgo psicosocial, siempre que se den las condiciones de uso adecuadas.
Finalmente, para no alargarnos, un reciente informe de la EU-OSHA contribuye a mejorar la prevención de riesgos psicosociales derivados del uso de sistemas de gestión de personal basados en inteligencia artificial. Una evidencia que está en coherencia con la misma constatación que se hace en general para el resto de los riesgos laborales.
Para la acción promocional psicosocial propiamente dicha solo se prevé una acción, la 61 (Desarrollar campañas de sensibilización en materia de riesgos psicosociales y fomentar espacios seguros y saludables), para la que se prevé 150.000 €, a cargo del IAPRL. Una función promocional que está presente igualmente en otros objetivos y ejes, como el 5, relativo a la promoción de la cultura preventiva en general y su implantación económica y social. Por ejemplo, la línea de actuación 66, enclavada en el eje. 5.1.2 prevé: ‘Crear contenidos transferibles de cultura preventiva en materia de salud mental, fomentando las evaluaciones de riesgos psicosociales y potenciando también el reconocimiento social de las buenas prácticas…‘. No tiene previsión económica.
En fin, es evidente que queda aún muchísimo camino por recorrer para avanzar de forma efectiva en la protección eficaz frente a los riesgos psicosociales y la promoción de la salud emocional y bienestar de la población trabajadora, cuya insuficiencia persiste, según constatan los estudios más recientes al respecto, cuantitativos y cualitativos. La nueva Estrategia y el primer Plan de Acción para materializarla son nuevos pasos en esa dirección. Habrá que ir viendo si se concretan esos avances en los informes anuales de seguimiento previstos. Asimismo, se contempla desarrollar un sistema de indicadores, que permitirá evaluar el impacto real de las medidas adoptadas.