En el caso de los niños, la utilización de los sistemas de retención infantil es aún más importante ya que los datos demuestran que nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales se habrían evitado si se hubieran utilizado los sistemas de retención obligatorios y que, en caso de accidente, las lesiones se reducen hasta en un 75% con un uso adecuado de los mismos.
En España es obligatorio que los menores de edad con una altura igual o inferior a 135 cm utilicen de manera correcta el sistema de retención infantil adecuado a su talla y peso, siendo recomendable hasta los 150 cm.
Los menores deberán ir obligatoriamente sentados en los asientos traseros, salvo cuando el vehículo no disponga de ellos, ya estén ocupados por otros menores o no sea posible instalar en ellos todos los sistemas de retención infantil, y se recomienda que viajen en sentido contrario a la marcha, si es posible, hasta los 4 años y, obligatoriamente, hasta los 15 meses.
Es importante recordar también que la seguridad del niño depende mayoritariamente del conductor: respetar las normas, conducir de forma tranquila y relajada, sin agresividad ni brusquedades, manteniendo siempre la distancia de seguridad y ajustando la velocidad a las circunstancias del tráfico es la mejor manera de proteger a los menores en sus desplazamientos.