Mark Carney fue elegido nuevo líder del Partido Liberal de Canadá el domingo 9 de marzo de 2025, tras la anunciada renuncia del socialista primer ministro Justin Trudeau.
Carney, ex gobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, no tiene experiencia política previa, pero ha recibido el apoyo de numerosos miembros del gabinete actual y del Parlamento.
Su elección llega después de varios años turbulentos bajo la pésima dirección de Trudeau, cuyo índice de aprobación había caído drásticamente, tanto dentro de su propio partido como entre la población canadiense en general.

Trudeau, que ocupó el cargo durante una década, anunció su renuncia en enero de 2025, después de perder el apoyo en su propio partido y enfrentar una creciente insatisfacción popular debido a cuestiones como el costo de vida y la inmigración.
En diciembre de 2024, se celebró una moción de censura, que fue un indicador de su falta de apoyo. Tras su renuncia, Trudeau prorrogó el Parlamento hasta marzo de 2025, sin una fecha definitiva para su salida oficial del cargo. En una rueda de prensa, dijo que la duración de su transición se decidiría en una conversación con Carney.
Carney, de 59 años, fue elegido para suceder a Trudeau como líder del Partido Liberal, y se espera que sea el candidato de su partido en las próximas elecciones, que deben celebrarse antes de octubre de 2025, aunque podrían adelantarse debido a la situación política.
Carney ha disfrutado de un fuerte respaldo en su partido, a pesar de no tener experiencia política directa, en gran parte gracias a su destacada carrera en el sector financiero, especialmente por su liderazgo durante la crisis financiera de 2008.
Renunció Trudeau y ya se conoce su reemplazante
Aunque el Partido Liberal estaba en crisis antes de la renuncia de Trudeau, con el Partido Conservador tomando una ventaja significativa en las encuestas, la situación política logró nivelarse después de las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump acerca de los derechos de importación a imponer.
Esto ha generado una reacción en la opinión pública canadiense, que ahora ve las próximas elecciones no solo como una evaluación del liderazgo de Trudeau, sino también como una cuestión de proteger los intereses nacionales frente a las presiones de Estados Unidos.
En las últimas encuestas, el Partido Conservador sigue liderando con el 40,3%, pero los Liberales han logrado aumentar su apoyo, alcanzando el 30,8%.
La caída del NDP también ha beneficiado a los Liberales, lo que sugiere que Carney podría tener una oportunidad de consolidar el apoyo en un contexto electoral que podría estar muy influenciado por los temas internacionales y la relación con Estados Unidos.

Carney fue aclamado en su discurso de aceptación, donde destacó la importancia de proteger los intereses canadienses frente a las amenazas extranjeras.
En su discurso, hizo un llamado a la unidad y la acción, prometiendo que el país continuaría siendo una nación »fuerte y próspera». Agradeció el apoyo de su familia y mencionó a figuras políticas influyentes, como el exprimer ministro Jean Chrétien, quien lo habría inspirado a seguir los valores del Partido Liberal.
Los resultados de la elección fueron claros: Carney obtuvo el 85,9% de los votos, mientras que sus principales rivales, Chrystia Freeland y Karina Gould, recibieron el 8% y el 3,2%, respectivamente. Freeland, quien fue una de las figuras clave del gobierno de Trudeau, quedó atrás en la carrera por la dirección del partido.

La renuncia de Trudeau y la elección de Carney marcan un punto de inflexión en la política canadiense, donde las próximas elecciones probablemente se centren en la capacidad del nuevo líder para enfrentar los desafíos internacionales, particularmente las relaciones con los Estados Unidos.
Carney ahora tiene la tarea de unir a un debilitado Partido Liberal y demostrar que puede ofrecer un liderazgo fuerte y estable en tiempos de incertidumbre global.