Londres se apresura a asesorar a Kiev ante cruciales conversaciones con EE.UU.

En sus intentos por fortalecer la posición de Kiev de cara a la reunión con la delegación estadounidense en Arabia Saudita programada para este martes, Reino Unido ha asesorado al equipo de Vladímir Zelenski sobre las mejores maneras de proceder en las próximas conversaciones, reporta The Times.

Según la información del periódico, el asesor de Seguridad Nacional del Gobierno británico, Jonathan Powell, ha aconsejado al líder del régimen de Kiev que deje claro que responde a las peticiones de Washington y que el principal obstáculo para la paz es Rusia y no él.

Powell viajó a Ucrania el fin de semana para reunirse con Zelenski y preparar a la delegación ucraniana en un intento por evitar la repetición de la desastrosa reunión en el Despacho Oval, que terminó con la abrupta salida del líder del régimen de Kiev de la Casa Blanca antes de lo planeado.

Mientras, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, intenta convencer a Trump de que reanude el intercambio de datos de inteligencia con Ucrania, que EE.UU. cortó la semana pasada.

Starmer ya reiteró a principios de marzo que su apoyo al régimen de Kiev «es inquebrantable» y que el Gobierno británico estará con Ucrania «el tiempo que sea necesario». Además, Londres otorgó a Kiev 2.260 millones de libras esterlinas (2.840 millones de dólares) en concepto de préstamo para «reforzar las capacidades de defensa» de las fuerzas ucranianas.

En 2022, el papel de Londres fue clave para convencer a Kiev de que rompiera las negociaciones de paz con Moscú. El entonces primer ministro, Boris Johnson, frustró las conversaciones de Estambul, diciéndole a Zelenski, durante su inesperada visita a Kiev a principios de abril de ese año, que Occidente no estaba dispuesto a aceptar acuerdo alguno con Rusia.

«Habíamos alcanzado esencialmente unos acuerdos en Estambul en 2022 y la parte ucraniana rubricó ese documento, algo que significa que, en general, estaba de acuerdo con él», relató en diciembre del año pasado el presidente de Rusia, Vladímir Putin. No obstante, luego «se negaron a firmarlo y está claro que fue porque llegó su aliado, el señor [Boris] Johnson, una persona con un lindo peinado, y dijo que debían combatir hasta el último ucraniano«.

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