El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo adscrito al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, ha aprobado la creación de cinco nuevas Conexiones CSIC, redes de colaboración científica sobre diferentes temáticas que reúnen a personal científico y técnico de varios institutos y centros nacionales. Las propuestas seleccionadas incluyen las conexiones Resistencia a Antimicrobianos, Polar CSIC, Microbioma, Enfermedades Metabólicas y Recursos Genéticos.
Las nuevas Conexiones CSIC, respaldadas por la Vicepresidencia de Investigación Científica y Técnica (VICYT) del CSIC, orientarán su actuación a la formulación y coordinación de programas, proyectos, propuestas y actividades conjuntas, así como a la internacionalización y especialización de sus miembros. Estas redes se estructurarán en torno a las siguientes líneas de actuación priorizadas: colaboración, prospectiva y posicionamiento; atracción de talento; formación, divulgación y comunicación; internacionalización; movilidad e intercambios; y preparación de proyectos.
La presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, ha señalado, en la presentación celebrada hoy, la importancia de la ciencia para contribuir a crear una sociedad más resiliente y robusta en un momento de desafíos globales. Por ello, ha planteado que las Conexiones tienen una labor muy relevante para “organizar la investigación y lograr mayor impacto”.
Del Pino también ha manifestado el compromiso del CSIC de hacer ciencia que responda a los retos globales de España y del planeta, mediante toda la investigación que se hace en la Institución y las Conexiones y las Plataformas Temáticas Interdisciplinares.
Conexiones creadas en 2025
La Conexión Resistencia a Antimicrobianos (AMR) estará coordinada por Alberto Marina, del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV), y Ana de la Torre Reoyo, del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA), y reunirá el conocimiento existente en torno a soluciones innovadoras con el fin de combatir la resistencia a los antibióticos y garantizar su eficacia en el futuro.
La Conexión Polar CSIC, coordinada por María Gema Llorens, de Geociencias Barcelona (GEO3BCN), y Ricardo León Buendía, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), trabajará en comprender el estado y la evolución de las áreas polares para predecir su situación en 2050 y evaluar sus implicaciones en actividades económicas y científicas futuras.
La Conexión Microbioma, cuyos coordinadores serán María Victoria Moreno, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), y Ramiro Logares, del Instituto de Ciencias del Mar (ICM), buscará el estudio multidisciplinar del impacto del microbioma en la naturaleza y la salud humana, con enfoque multisectorial en áreas socioeconómicas clave.
La Conexión Enfermedades Metabólicas (COMETA), coordinada por Lisardo Bosca, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Sols-Morreale (IIBM), y Marta Casado, del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV), impulsará la investigación en enfermedades metabólicas y su impacto en otras patologías mediante enfoques disruptivos centrados en prevención, diagnóstico, tratamiento y medicina de precisión.
La Conexión Recursos Genéticos (REGEN), cuya coordinación correrá a cargo de Pedro Revilla, de la Misión Biológica de Galicia (MBG), y Delphine Grivet, del Instituto de Ciencias Forestales (ICIFOR-INIA), se enfocará en la conservación de recursos genéticos de cuatro dominios: acuáticos, fitogenéticos, forestales y ganaderos, tanto ex situ como in situ.
Unas 200 entidades participan en las Conexiones
Las Conexiones-CSIC agrupan a investigadores de cerca de 200 entidades, de diferentes centros del CSIC y de universidades. Entre las redes ya consolidadas y activas se encuentran Arqueología, Cáncer, Inteligencia Artificial, Vida y Nanomedicina (originadas como Conexiones piloto a partir de los Libros Blancos del CSIC), así como Genoma, Geociencias, Trigo, Fotocatálisis y Biología Computacional y Bioinformática.
Estas redes, ya en funcionamiento, han fomentado la colaboración científica, impulsado sinergias y nuevos proyectos, y han contribuido a que el CSIC alcance un mayor reconocimiento internacional en sus áreas de especialización.
Tras los excelentes resultados de convocatorias anteriores, el CSIC mantiene su compromiso con la interdisciplinariedad al incorporar cinco nuevas áreas estratégicas este año.
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