En vísperas del Día Internacional de la Mujer, el panorama laboral en España revela una realidad compleja para las mujeres, especialmente en el ámbito educativo. Las experiencias de Esther Gil y Elvira Hernández, profesoras de matemáticas de la UNED, ilustran los desafíos y logros de las mujeres en un sector donde, a pesar de los avances, persisten obstáculos para alcanzar la plena igualdad.

La vocación docente a menudo nace temprano, Esther Gil decidió estudiar matemáticas a los 11 años, inspirada por su madre, maestra de EGB que impartía Matemáticas, Física, Química y Biología. «Nunca pensé que por ser chica no pudiera hacerlo bien», recuerda Esther. «Cuando hice la carrera, en Matemáticas había prácticamente el mismo número de chicas que de chicos». Por su parte, Elvira Hernández encontró su inspiración en una profesora extraordinaria que despertó su pasión por las matemáticas.

 

«El gran reto es la conciliación entre la vida laboral y familiar», coinciden ambas profesoras. Esta realidad se extiende más allá de la docencia: un estudio reciente de la UNED revela que solo el 6% de los hombres en Europa adoptan medidas de conciliación que implican penalización económica, frente al 34% de las mujeres. En España, la brecha es aún mayor: 26% de mujeres frente a 4.5% de hombres.

 

La «doble jornada» es una realidad para muchas mujeres. Esther recuerda la dificultad para realizar estancias de investigación con hijos pequeños, mientras Elvira confiesa el desafío de mantener el ritmo en investigación, ambas tareas imprescindibles para mejorar económica y profesionalmente siendo madre de dos hijos. Esta situación no es exclusiva del ámbito académico; se replica en diversos sectores laborales, donde las mujeres siguen asumiendo la mayor parte de las responsabilidades familiares.

 

Para abordar esta desigualdad, las profesoras proponen iniciativas como la visibilización de referentes locales, la promoción de la corresponsabilidad en el hogar y políticas laborales que faciliten la conciliación sin penalización. «Es fundamental que las jóvenes vean ejemplos reales de mujeres que han logrado equilibrar su vida profesional y personal», afirma Elvira.

 

La dedicación y el talento demostrados por estas mujeres en la enseñanza de las matemáticas evidencian que la aptitud trasciende las barreras de género. Sin embargo, persiste la necesidad de que la sociedad reconozca y fomente equitativamente estas capacidades. El Día Internacional de la Mujer subraya la importancia de acelerar el progreso hacia una auténtica paridad en el ámbito profesional. Un reparto equilibrado de las responsabilidades familiares podría abrir paso a oportunidades laborales verdaderamente equitativas, beneficiando no solo a las mujeres sino a la sociedad en su conjunto.

 

Sus trayectorias ilustran que la pasión y el talento para las matemáticas no conocen distinciones de género. No obstante, aún es necesario trabajar para asegurar que mujeres y niñas disfruten de igualdad de oportunidades en los campos académicos y científicos. En consonancia con este objetivo, la UNED se adhiere al Manifiesto de CRUE Universidades Españolas en el marco del Día Internacional de la Mujer, reafirmando su compromiso con la construcción de un entorno universitario más igualitario e inclusivo.