Del papel a las redes sociales: el feminismo escribe su historia

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“No importa lo que digan, yo soy yo. Solo quiero ser yo”, canta el grupo coreano Itzy en su tema Wannabe. Con un mensaje claro de empoderamiento y resistencia, la letra de esta canción inspira a muchas jóvenes, entre ellas Lev y su grupo de baile Glitch Noize que, desde la Casa+Morada, la han convertido en su himno. Wannabe es más que una canción para ellas: es una declaración de intenciones. Pero lo que hoy se expresa en Instagram y TikTok hace décadas se transmitía de otra forma: a través de panfletos, pintadas y reuniones clandestinas. La historia del feminismo en Rivas es también una historia de la comunicación, de cómo las mujeres han encontrado siempre fórmulas para transmitir sus mensajes en cada generación.

Este año, la campaña del 8 de marzo en Rivas se ha centrado en la importancia del feminismo en los entornos digitales. Con el lema ‘El feminismo es nuestra story’, busca acercarse a las conversaciones que actualmente se están dando en internet sobre cuestiones de género. Instagram, YouTube o TikTok se han convertido en espacios de debate, pero también de resistencia y construcción de nuevos referentes feministas. Uno de los objetivos clave de esta campaña es llegar a un público más joven, ofreciendo herramientas de pensamiento crítico y visibilizando las nuevas formas de activismo digital.

Las redes sociales han demostrado ser un arma de doble filo: por un lado, facilitan la comunicación y la movilización, pero por otro, se han convertido en terreno fértil para los discursos machistas que no comparten el avance en derechos de las mujeres. La campaña también pretende abordar estos retos, al tiempo que visibiliza la importancia de movimientos como #MeToo o #YoSíTeCreo, que han logrado incidir en la agenda pública y provocar cambios reales.

La asociación feminista La Luna, de mujeres de Rivas, a principios de los 80, en un 8 de marzo.

La asociación feminista La Luna, de mujeres de Rivas, a principios de los 80, en un 8 de marzo.

En los primeros años de la década de 1980, cuando Rivas empezó a crecer con las primeras cooperativas, un grupo de mujeres decidió organizarse. Se llamaron La Luna. “Rivas era un puñado de calles naciendo en mitad de la nada”, explica Lola, una de sus fundadoras. Desde un pequeño local hicieron de todo: colgaron carteles, escribieron panfletos, llenaron las paredes de pintadas con mensajes feministas. “Era una locura, trabajábamos, cuidábamos a nuestras criaturas y éramos activistas a tiempo completo”, recuerda Lola. No fue fácil. “Nos rompieron los cristales del local y nos llamaban de todo”. Pero ellas resistieron, porque sabían que tenían algo importante que decir. “Fue una etapa preciosa, mágica”, en la que pelearon por servicios básicos esenciales para la ciudad que empezaba a crecer.” Nos juntábamos, hablábamos, aprendíamos juntas. El feminismo cambió nuestras vidas”.

Cuarenta años después, desde La Casa+Morada, el espacio feminista que la juventud de Rivas organiza en torno al 8 de marzo, Lev García Fernández y su grupo de baile, Glitch Noize, continúan esa tradición. Sus herramientas: la música, la danza y las redes sociales. “Nos inspiramos en canciones como ‘Wannabe’, de Itzy -uno de sus grupos de K-pop de referencia-, que habla sobre cómo ellas quieren ser una persona en concreto y no quieren que la comparen con los estándares o con estereotipos”, explica Lev. Instagram y TikTok son sus plataformas, su manera de llegar a otras chicas, de compartir su mensaje.

“Las redes sociales pueden ser hostiles, pero también son el sitio donde se habla de lo que nos importa”, afirma. “Es donde podemos conectar con otras chicas, compartir nuestras experiencias y apoyarnos”. El grupo no solo ensaya y actúa, también participa en charlas y debates sobre feminismo en La Casa+Morada. Hablan de cómo el K-pop ha sido una herramienta para ellas, pero también sobre “cómo transmitir mensajes sobre igualdad y la importancia del apoyo”, cuenta Lev. “Es un espacio seguro donde podemos ser nosotras mismas”.

Carmen Gómara es pionera de la lucha feminista en Rivas.

Carmen Gómara es pionera de la lucha feminista en Rivas.

EL ACTIVISMO DE SIEMPRE, AHORA EN DIGITAL
Para Carmen Gómara, auxiliar de enfermería jubilada y activista incansable, la lucha feminista ha sido una constante en su vida. “Antes repartíamos panfletos, ahora tenemos grupos de WhatsApp y perfiles en redes donde seguimos luchando”, cuenta. Su experiencia en Guanaminos sin Fronteras, la Plataforma por la Sanidad Pública y la asociación FibroRivas le ha mostrado que estar en las redes es fundamental: “Nos enteramos de todo y podemos responder rápido”.

El activismo de Carmen Gómara no solo ha estado ligado a la lucha feminista, sino también a visibilizar enfermedades de mujeres

El activismo de Carmen ha estado ligado no solo a la lucha feminista, sino también a la visibilización de enfermedades como la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica, que afectan principalmente a mujeres. “Montamos una asociación hará como 12 años para dar visibilidad, porque además son enfermedades que son fundamentalmente de mujeres, no tienen investigación y queríamos reivindicar todo eso”, explica. Aunque la asociación como tal dejó de funcionar, ella y otras compañeras han mantenido un grupo de WhatsApp como un espacio de apoyo mutuo. “Allí lo que hacemos es compartir información sobre tratamientos y sobre cómo nos encontramos”.

Para Carmen, el feminismo también significa acompañamiento y comunidad. “Nos apoyamos mutuamente, porque muchas veces la incomprensión es lo peor”, afirma. “El feminismo es también saber que no estamos solas”. Su compromiso sigue firme y continúa luchando por una atención médica accesible y de calidad: “La lucha sigue en las calles y también en nuestras casas”, concluye.

Clara Carusa, poeta ripense con cerca de 900 mil seguidores en Instagram.

Clara Carusa, poeta ripense con cerca de 900 mil seguidores en Instagram.

LAS MUJERES OCUPAN LAS REDES, CON POESÍA
Clara Carusa, poeta, cantautora y creadora de contenido ripense, con casi 900.000 seguidores en Instagram, también sabe que las redes son un arma poderosa. “Nos han dicho que las mujeres no teníamos relato, pero aquí estamos, contando nuestras historias”, asegura. Su trabajo en redes sociales comenzó casi por casualidad, cuando empezó a compartir versos propios y de otras autoras en pequeños vídeos. “La poesía es una forma de expresión que a veces parece reservada para círculos reducidos, pero en las redes sociales he encontrado una comunidad increíble”, cuenta. A través de sus vídeos, Clara recita poemas con una sensibilidad que conecta con miles de personas.

“Las redes tienen mucho ruido, pero también son un refugio, un sitio donde nos encontramos”, explica. En su contenido no solo aborda la poesía, sino también temas de feminismo, amor propio y salud mental. “Escribir y compartir mis poemas me ha permitido conocer a muchas mujeres que me dicen que se sienten identificadas con lo que escribo. Eso me motiva a seguir”.

Las redes son un arma poderosa. La poeta y cantautora Clara Carusa tiene 900.000 seguidores en la red social Instagram

Para Clara, las redes sociales han democratizado el acceso a la literatura y la poesía. “Antes, para llegar a la gente tenías que publicar un libro. Ahora puedes compartir un poema y que miles de personas lo lean al instante. Eso es algo poderoso”, comenta. Además, su trabajo ha servido de inspiración para que muchas mujeres comiencen a escribir. “Me emociona saber que gracias a mis publicaciones hay chicas que han encontrado en la poesía una herramienta para expresarse, para sanar heridas, para resistir”.
Su contenido en redes no solo le ha permitido visibilizar su arte, sino también abrir conversaciones sobre la importancia de la voz de las mujeres en la literatura. “Durante siglos, la poesía ha sido dominada por hombres. Ahora tenemos la oportunidad de ocupar ese espacio y contar nuestras historias desde nuestra propia perspectiva”.

Noerlirts forma parte de Espacio 4FM como DJ, y colabora también en vídeo e iluminación.

Noerlirts forma parte de Espacio 4FM como DJ, y colabora también en vídeo e iluminación.

Y CON MÚSICA
Noelia, conocida artísticamente como Noerlist, tiene 23 años y desde hace tiempo se ha consolidado como DJ en distintas salas de Madrid, Rivas y otros municipios. Cuando le preguntamos sobre cómo animaría a otras chicas a ser DJ lo tiene claro: “Sin miedo a lo que pueda pensar la gente, si de verdad les gusta, a por ello. Con interés y fuerza, todo sale adelante”. En 2018 se unió a Espacio 4FM, donde además de DJ trabaja en vídeo e iluminación. Noelia forma parte de la familia de Ladys Lab, un colectivo que organiza fiestas seguras para chicas lesbianas y en las que todas las personas pueden sentirse cómodas con su género.

La DJ Noerlist tiene claro que el mundo de la noche sigue estando dominado por DJ hombres, pero se siente en plano de igualdad con ellos

Tiene claro que el mundo de la noche sigue estando dominado por DJs hombres, pero asegura que ella siempre se ha sentido en plano de igualdad con ellos. “Es mi pasión, me encanta ver a todo el mundo disfrutando en la pista”, explica a ‘Rivas al Día’. Aunque su trabajo no se ha centrado en campañas en redes sociales, reconoce que las plataformas digitales son esenciales para difundir su trabajo. “Las redes sociales son muy útiles para dar visibilidad, pero creo que es fundamental compaginarlas con la movilización social”, añade.

Ana Sierra es psicóloga, sexóloga y comunicadora.

Ana Sierra es psicóloga, sexóloga y comunicadora.

¿Y SI HABLAMOS DE PLACER?
Ana Sierra, psicóloga, sexóloga y divulgadora de Rivas, con más de 7.400 seguidores en Instagram, ha hecho de las redes sociales una plataforma para hablar sobre placer, sexualidad y feminismo. Combina su labor en consulta con su presencia en redes, donde visibiliza la importancia de la educación sexual y el derecho al placer desde una perspectiva feminista. “Mucha gente no tiene acceso a consultas especializadas, pero a través de mis redes pueden encontrar información útil y desmitificar muchas ideas erróneas sobre la sexualidad”.

Desde su perfil, Ana ofrece consejos y reflexiones sobre el bienestar sexual, rompiendo mitos y generando espacios de conversación sobre temas que aún hoy siguen siendo tabú. “La sexualidad sigue rodeada de desinformación. Hablar de placer sigue siendo algo incómodo para muchas personas, pero en mis redes intento que se normalice”, explica.

La sexóloga Ana Sierra visibiliza en redes la importancia de la educación sexual y el derecho al placer

Pese a su éxito en redes, Ana también ha tenido que lidiar con la violencia digital. “Las redes pueden ser un espacio hostil, especialmente para las mujeres que hablamos de feminismo y sexualidad”. Para protegerse, ha implementado filtros y medidas de seguridad en sus perfiles. “No tengo por qué aguantar violencia digital. He aprendido a gestionar mis redes para crear un espacio seguro y positivo”. Pero más allá de los desafíos, ve en las redes una herramienta de empoderamiento. “El feminismo en las redes no solo genera conversación, sino que también ayuda a transformar la sociedad. La educación sexual y la visibilización de la diversidad son fundamentales en esta lucha”, concluye.

Ana también ha encontrado en las redes un canal para llegar a públicos que antes no tenían acceso a este tipo de información. Además, su trabajo le ha permitido conectar con otras profesionales y activistas, formando redes de apoyo y colaboración. “Estamos generando una comunidad de mujeres que se apoyan mutuamente, que comparten conocimientos y que buscan cambiar el discurso sobre la sexualidad femenina. Es un trabajo constante, pero muy necesario”.

Lola, Lev, Carmen, Noelia, Ana, Clara. Todas tienen algo en común: la convicción de que comunicar es transformar. Porque el feminismo no se hace solo en las calles, en las políticas públicas o en los espacios de participación, también se expresa en el mundo digital. Porque la historia sigue escribiéndose, ahora en forma de post. Como dice la campaña del 8M en Rivas este año, el feminismo es nuestra story.