Bert Molewijk, profesor de Ética y Humanidades en la University Center de Ámsterdam y presidente de la European Association of Centres of Medical Ethics (EACME), considera que, en el ámbito de la ética, aunque a menudo utilizamos la palabra diálogo de forma superficial, «necesitamos el diálogo porque no hay una decisión universal de lo moral». A su juicio, el diálogo es una actividad ética que consiste en cuestionar los propios razonamientos, reflexionar, aprender y, tal vez, cambiar, ya que «si hay un espacio seguro de diálogo se puede ser muy crítico sin ser ofensivo». En este sentido, ha subrayado que «la ética debería ser un lugar seguro donde discrepar de forma constructiva». Así lo ha expresado esta mañana en la conferencia inaugural del III Congreso Internacional de Bioética, un evento que tiene lugar hoy, jueves, y mañana, viernes, en el Aula Magna de la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), organizado por la Cátedra de Bioética Fundación Víctor Grífols UVic-UCC.
En el transcurso de su conferencia, que llevaba por título “Creating Impact Together: Dialogical etiquetas Support in the Deliberation of Moral Uncertainty and Disagreement”, Molewijk se ha referido también al apoyo a la ética clínica, que no sólo consiste en ofrecer unos servicios o unas herramientas a los profesionales de la salud sino que es que todo el mundo requiere de un servicio o unas herramientas a los profesionales de la salud. «Antes la ética se centraba en resolver cuestionamientos morales, pero ahora también ofrecemos atención a las personas que trabajan en centros de salud», ha explicado. Molewijk también ha hablado de la deliberación moral de casos y del mal uso que a veces puede hacerse, ya que «no se trata de llegar a una decisión aplicando la autoridad».
En la parte final de su ponencia, este consultor en ética clínica se ha referido a la poca participación de los pacientes en el soporte ético y en la deliberación moral de casos y en las diversas formas que existen para aumentar estas aportaciones. «Muchas personas creen que es peligroso incorporar a los pacientes y tienen miedo a su participación», ha dicho, y por eso hay que experimentar más, especialmente para incluir sobre todo a los pacientes infantiles en el apoyo ético, ya que la participación de los pacientes «aumenta el pensamiento crítico de los sanitarios». Molewijk ha concluido su charla comentando que no debe pensarse en la ética por sí sino en su impacto.
Inauguración del congreso
La inauguración del congreso, que reúne a unas 200 personas, ha sido presidida por Josep Eladi Baños, párroco de la UVic-UCC; Núria Terribas, directora de la Cátedra de Bioética Fundación Víctor Grífols UVic-UCC, y Victoria Camps, presidenta de la Fundación Víctor Grífols. El rector ha destacado la importancia de que la bioética salga de los ámbitos estrictamente sanitarios, tal y como la UVic-UCC hace incorporando esta disciplina de forma transversal a diversas titulaciones, «y se acerque a los problemas sociales complejos de manera práctica para analizarlos».
Núria Terribas ha agradecido a la UVic-UCC la propuesta para crear la Cátedra de Bioética, en 2015, lo que ha representado «la oportunidad para que en los últimos diez años la Fundación Víctor Grífols haya podido desarrollar la parte académica y de investigación, por lo que ha sido un win-win». Terribas ha esbozado los temas de las ponencias de este año diciendo que «hablar de bioética y ciudadanía era una asignatura pendiente».
Victoria Camps ha hecho énfasis en que la Universidad «apoye la investigación y la aplicación de la bioética, una disciplina relativamente nueva que tiene el peligro de estancarse en los temas de siempre». Camps ha valorado positivamente que el tema de este año, «Bioética y ciudadanía», «sea abierto y permita aportar muchas ideas», ya que algunas veces «tenemos un marco mental algo anticuado y paternalista», ha manifestado.
Primeras mesas redondas
Tras la conferencia inaugural, se ha realizado la primera mesa redonda programada, sobre “Comités de ética, ciudadanía y deliberación”, en la que han participado Lydia Feito, profesora de la Universidad Complutense de Madrid; Juan Pablo Beca, médico pediatra; Tomás Domingo, profesor de Filosofía de la UNED, y Olga Rubio, médica del Hospital Clínic. En este debate se ha abordado la necesidad de hacer accesibles los comités de ética en salud y servicios sociales a la ciudadanía y de incorporar la voz de las personas afectadas.
Esta tarde, a partir de las 14.30 h, ha comenzado la segunda mesa redonda «Humanización de la salud», en la que participa Carme Bertral, médica de atención primaria; Esther Giménez-Salinas, síndica de agravios de Cataluña; Javier Rivas, vicepresidente del Comité de Ética del Centro de Humanización de la Salud, y Andoni Lorenzo, presidente del Foro Español de Pacientes. El tema que se trata es, en un contexto de medicina hipertecnificada, la importancia de ofrecer un trato personalizado, correcto y respetuoso con la dignidad, los derechos, los valores y las preferencias de las personas.
El programa de actos de hoy se cerrará con la conferencia «Bioética abierta a la ciudadanía», a cargo de Francesc Torralba, profesor de la Universidad Ramon Llull. Esta actividad externa está abierta a todo el público y se realizará en la Biblioteca Pilarin Bayés de Vic, a las 19 h.
Jornada de mañana, viernes
El III Congreso Internacional de Bioética continuará mañana, viernes, con tres sesiones de comunicaciones simultáneas y, a partir de las 12 h empezarán las mesas redondas. La primera llevará por título “Autonomía y colectivos vulnerables” y tendrá como invitados a Àurea Autet, directora de Salud Mental en la Fundación Althaia; Pep Solé, director de la Fundación Support; Núria Terribas, directora de la Cátedra de Bioética Fundación Víctor Grífols UVic-UCC, y Jordi Amblàs, responsable de Atención Integrada Social y Sanitaria en el Departament de Salut. Los ponentes debatirán sobre el nuevo paradigma ético y normativo que debe asegurar que las personas con mayores dificultades para ser protagonistas de sus propias decisiones se impliquen en sus procesos y puedan autogestionar sus vidas.
Por la tarde, a las 15.30 h, tendrá lugar la cuarta y última mesa redonda del congreso, “Participación ciudadana y voces públicas”, donde se tratará la exigencia de que la ciudadanía tenga un papel activo y visible como “voz pública” en los ámbitos de influencia dominados por los medios de comunicación, las redes sociales y las múltiples aplicaciones. Participarán Milagros Pérez Oliva, periodista de El País; Mònica Terribas, periodista y profesora de periodismo de la Universidad Pompeu Fabra, y Espartac Peran, periodista de 3CAT, Televisió de Catalunya.
El congreso finalizará con la conferencia de clausura, a las 17 h, de Victoria Camps, presidenta de la Fundación Víctor Grífols.