Las herramientas de mano para procesar cereales que las primeras sociedades neolíticas europeas enterraron en depósitos tenían una alta carga simbólica para las mujeres que las habrían usado, relacionada con el tiempo y los ciclos de la vida humana, de la naturaleza y de los asentamientos. Así lo concluyen investigadores de la UAB que han estudiado los molinos de piedra de tres depósitos rituales hallados los últimos años en Alemania. La investigación se ha publicado en el Journal of Archaeological Science: Reports.

Dos de los depósitos estudiados se ubican en Goseck (Sajonia-Anhalt), uno de los recintos rituales más antiguos de Europa, y el tercero en Sömmerda (Turingia). Los tres pertenecen a la cultura de la cerámica de bandas que existió a inicios del Neolítico (4900 – 4650 a. C.) en el centro de Europa. Los investigadores han estudiado las características técnicas, funcionales y morfológicas de las herramientas que contenían, catorce conjuntos de molinos de mano, así como la disposición y orientación de las herramientas dentro de los depósitos, para profundizar en su significado simbólico.
El estudio indica que algunos molinos de mano ser retiraron del contexto doméstico prácticamente nuevos, mientras que otros se retiraron en medio de su vida útil y otros completamente desgastados. Los artefactos se colocaron con cuidado en los depósitos, con las partes de trabajo en contacto y con orientación de este a oeste. Se usaron materiales de territorios alejados de los depósitos para fabricar las herramientas y se invirtió mucho tiempo en trabajarlas y en su mantenimiento, tanto en los molinos fijos como en las molas de mano activas.
«Estos resultados reflejan el alto valor social que tuvieron estos depósitos y nos llevan a considerar que la noción que subyace en la “biografía” que trazan las herramientas es el tiempo. Un concepto plasmado en etapas de producción, uso, reproducción y entierro, que sugieren ciclos de creación, vida y obsolescencia, y contemplado desde la perspectiva de las mujeres, principales usuarias de los molinos», explica Erik Zamzow, investigador doctoral del Departamento de Prehistoria de la UAB y primer autor del estudio.
Desde las tareas básicas hasta el abandono de los poblados
El uso y el mantenimiento de los molinos en el contexto doméstico representarían las tareas básicas diarias de las mujeres de la cultura de la cerámica de bandas. La selección de artefactos nuevos, en uso y casi desgastados simbolizaría el grupo y la transmisión de generación en generación. Los niveles de desgaste estarían relacionados con los ciclos vitales humanos, como una alegoría del nacimiento, la vida y la muerte. Finalmente, las herramientas y su depósito ritual también podrían reflejar la vida de los poblados neolíticos, que cambiaban de emplazamiento cada cierto tiempo, posiblemente también cada una o dos generaciones.
«La intención que transmiten los depósitos es una noción del tiempo compleja y poliédrica, que va más allá del ritmo de las cosechas anuales con las que se habían relacionado hasta ahora», apunta Roberto Risch, investigador del Departamento de Prehistoria de la UAB y coordinador de la investigación. «La simbología estaría relacionada con la vida de mujeres concretas, como las que todavía hoy en día usan este tipo de molinos cada día durante horas en sociedades agrarias autosuficientes. Cada molino sería el resultado de un ajuste diario entre el cuerpo de una mujer y su herramienta durante años y décadas», precisa Risch.
Los depósitos analizados en esta investigación son similares a otros que se han encontrado en Francia y Bélgica. Con algunas diferencias, se han hallado también otros en varias regiones centroeuropeas. En total, se conocen 20 depósitos y 89 herramientas, atribuidos a 13 asentamientos o recintos rituales. Estudios previos sobre el simbolismo de estos depósitos han hecho referencias temporales al día y la noche, al curso agrícola, a la fertilidad y a las festividades. Este estudio comparte algunas de estas interpretaciones, pero añade una nueva capa de simbolismo con el tiempo vital de las mujeres como tema central, destacan los investigadores.
«Las evidencias tecno-funcionales de las herramientas apenas se han tenido en cuenta para explorar el significado simbólico de este tipo de depósitos. Futuros estudios que incorporen la metodología que hemos aplicado pueden servir para contrastar nuestra hipótesis», comenta Marina Eguíluz, también autora del estudio y doctoranda del Departamento de Prehistoria.
En todo caso, destacan los investigadores, la intención de estos depósitos, la selección de objetos y su colocación se alza como una cuestión importante en la economía y la ideología de losinicios del Neolítico. Reflejan las prácticas, los valores y las creencias de las primeras comunidades agrícolas de Europa central y ponen de relieve su compleja percepción del tiempo.
Depósito de herramientas de molienda de Sömmerda (Turingia), con la primera capa de herramientas. © S. Schneider, TLDA.
El estudio es el resultado de un convenio de cooperación firmado entre la Oficina Estatal de Conservación del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt y la UAB, así como de acuerdos de cotutela en la realización de investigación doctoral entre la UAB y la Universidad de Halle-Wittenberg.
Artículo de referencia: Erik Zamzow, Marina Eguíluz Valentini, Mario Küßner, Robert Risch. «Grinding stone deposits of the linear pottery culture in Central Germany». Journal of Archaeological Science: Reports. https://doi.org/10.1016/j.jasrep.2025.104998