Aprobado, por fin, el Plan de Acción para la Prevención del Suicidio 2025-2027, que incluye como línea estratégica el ámbito laboral [LARPSICO]

Como venimos exponiendo en estas páginas, por su dimensión laboral, el suicidio es un nada desdeñable problema de salud pública que, sin embargo, con más frecuencia de la debida descuidamos, persistiendo su envoltorio en estigmas, mitos y tabúes. No solo cada caos de suicidio es una tragedia que afecta gravemente a personas, familias y grupos, sino que también ha de atenderse a los intentos de autolisis. En este escenario, es destacable que, a diferencia de lo sucedido con el Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 (rechazado, a lo que parece por la posición de la mayoría de los autogobiernos, que alegan cuestiones técnicas reprochadas por la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental -SEPSM-), el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) sí ha aprobado, por fin, el Plan de Acción para la Prevención del Suicidio 2025-2027 (PAPS)(pdf). Pionero en España, pretende no solo reforzar sino ampliar las estrategias para reducir y prevenir las conductas suicidas en la población en general, y en determinados colectivos, especialmente vulnerables a tal riesgo, en particular. El Plan, impulsado por el Ministerio de Sanidad y las CCAA, ha contado con la colaboración del Centro Nacional de Epidemiología (CNE).

Está diseñado de acuerdo con las recomendaciones basadas en la evidencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El objetivo principal es reducir y prevenir la conducta suicida en la población, con especial atención a los grupos en situación de vulnerabilidad. Para mejorar la información disponible, se creará el Observatorio para la Prevención del Suicidio, organismo que recopilará y analizará información detallada sobre conductas suicidas para orientar las estrategias de intervención.

Este plan refuerza, sin duda, la visión de la conducta suicida en perspectiva de salud pública, con soluciones basadas en la evidencia y un enfoque centrado en las personas y sus derechos. Pero no descuida una dimensión integral, que exige atender la influencia que en estas conductas tienen determinados entornos comunitarios y sociales, incluidos los laborales. En todo caso, el objetivo es construir una red de apoyo efectiva que salve vidas y fomente una sociedad más solidaria y resiliente en todas las esferas de vida.

El PAPS se articular en torno a 6 líneas estratégicas, a través de las cuales intentará dar una respuesta integral a las diferentes dimensiones de este problema de salud pública:

  1. Sistemas de información de calidad: Implementación de sistemas de vigilancia en salud mental que recopilen datos fiables para un análisis más preciso que mejore la toma de decisiones.
  2. Sistemas de comunicación adecuados para mejorar la sensibilización: se articulará una red de colaboración con los medios de comunicación para difundir la mayor y más rigurosa información sobre el problema, contribuyendo así a la prevención y a la reducción del estigma.
  3. Sistema de medidas preventivas selectivas, esto es, para la mejora de la prevención en situaciones de vulnerabilidad: Programas específicos dirigidos a colectivos con mayor riesgo, como son las personas mayores en situación de soledad no deseada, adolescentes y jóvenes en entornos educativos y comunitarios, personas LGTBIQ+, personas en situación de exclusión social y personas con discapacidades, entre otras. Las medidas estarán centradas en combatir la discriminación y fomentar el bienestar emocional.
  4. Transversalidad de la prevención del suicidio: Integración de la salud mental y la prevención del suicidio en las políticas públicas de ámbitos educativos, laborales, comunitarios y penitenciarios.
  5. Servicios sanitarios: se pretende mejorar la detección precoz y del tratamiento de las conductas suicidas mediante herramientas clínicas, formación especializada y mecanismos ágiles de derivación.
  6. Enfoque integral: Coordinación intersectorial que promueva la colaboración entre diferentes administraciones y sectores para abordar de manera efectiva los determinantes sociales y estructurales del suicidio. Esto incluye la oferta de servicios centralizados como el 024.

Como puede verse, con la línea estratégica 4 se diseña y promueve la integración de la salud mental y la prevención del suicidio en todas las políticas públicas en el ámbito educativo, comunitario, penitenciario y también, por lo que aquí interesa, “laboral”. En ella se hacen tres referencias directas al sistema de prevención de riesgos psicosociales y a la promoción de la salud mental en los entornos de trabajo como factor de protección frente al riesgo de suicidio. A saber:

4.7. Considerar la conducta suicida en el marco de la salud en el trabajo

La creación de espacios de trabajo saludables, que protejan el bienestar de las personas, es fundamental para la prevención del suicidio.

  • Indicador: Elaborar informes que valoren la inclusión de la prevención de la conducta suicida dentro de los programas de prevención de riesgos laborales.
  • Resultado esperado: Acta del Grupo de Trabajo salud mental y trabajo, con un apartado específico de prevención del suicidio.
  • Organismo responsable: Ministerio de Sanidad.

4.8. Mejorar la prevención de los riesgos psicosociales laborales

La identificación, evaluación y prevención de los riesgos psicosociales en los lugares de trabajo, es fundamental para la prevención del suicidio.

  • Indicador: Participar en el Grupo de Trabajo Factores Psicosociales de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST) con el objetivo de mejorar la prevención de los riesgos psicosociales.
  • Resultado esperado: Actas de las reuniones del Grupo de Trabajo Factores Psicosociales de la CNSST e informes de acciones. 
  • Organismo responsable: Ministerio de Sanidad.

4.9. Promover la salud mental y la prevención del suicidio en el entorno laboral

Impulso de espacios de trabajo saludables, y la identificación de buenas prácticas en el manejo de la salud emocional y prevención de enfermedades mentales
Indicador: Fortalecer la Red Española de Empresas Saludables con el objetivo de impulsar las necesarias políticas intersectoriales y de participación que promuevan la creación de entornos de trabajo saludables.

  • Resultado esperado: Actas de las reuniones de coordinación de la Red Española de Empresas Saludables e informes de acciones.
  • Organismo responsable: Ministerio de Sanidad.
  • Ahora bien, junto a estas menciones directas, hay otras dos, al menos, que también tienen una proyección o dimensión laboral. Así:

4.11. Promocionar iniciativas dirigidas a la población para reducir el consumo de alcohol, otras sustancias adictivas y conductas susceptibles de generar adicción

El documento recuerda que las adicciones pueden surgir por problemas de salud mental, bien como mecanismos de compensación o de afrontamiento, pero aquéllas pueden también originar o agravar problemas de salud mental. De ahí que se asuma que los programas preventivos dirigidos a aumentar la percepción del riesgo de los consumos de sustancias adictivas o de otras conductas susceptibles de generar adicción, a reforzar los factores de protección y las habilidades personales de la población, redundarán en una mejora de la salud mental. Sin duda, hay que tener en cuenta también el papel del entorno de trabajo tanto como factor de protección como de riesgo frente a las adicciones.

4.13. Favorecer la implementación de autopsias psicológicas en casos específicos de suicidio, incluido el “entorno laboral”

Buena noticia, sin duda. Ahora hay que implementarla en las políticas públicas de seguridad y salud en el trabajo y en los sistemas preventivos de las organizaciones. El LARPSICO pretende colaborar en ello.