¿Qué hacer cuando una persona mayor no quiere ir a la residencia?

Cuando llega el momento de considerar una residencia para una persona mayor, es común encontrar resistencia. Muchas veces, este rechazo surge por miedo a perder la autonomía, la resistencia al cambio o el apego al hogar familiar. Sin embargo, existen formas de abordar esta situación con empatía y respeto, garantizando que el adulto mayor reciba el mejor cuidado posible. En este artículo, revisaremos las principales razones por las que una persona mayor no quiere ir a una residencia y cómo manejar esta decisión de la mejor manera.

Razones por las que una persona mayor no quiere ir a una residencia

Conocer las opciones disponibles y entender las inquietudes de nuestros adultos mayores es clave para encontrar una solución que se ajuste a sus necesidades. En Emera, ofrecemos alternativas adaptadas a cada persona, proporcionando comodidad y bienestar.

El miedo a perder la autonomía

La autonomía es un valor fundamental para cualquier persona, y en la vejez, este aspecto cobra aún más importancia. Para muchos adultos mayores, ingresar en una residencia significa perder independencia, lo que puede generar ansiedad y rechazo.

La resistencia al cambio

Adaptarse a un nuevo entorno puede ser un desafío, especialmente en la tercera edad. La idea de dejar atrás un hogar lleno de recuerdos y rutinas establecidas puede resultar abrumadora y generar rechazo inmediato.

La carga económica de las residencias

El costo de una residencia es otro factor que preocupa a muchas familias. A veces, el adulto mayor considera que es una carga económica para sus seres queridos, lo que lo lleva a oponerse a la idea de ingresar a un centro especializado.

El vínculo con el hogar familiar

El hogar es un espacio lleno de vivencias y recuerdos significativos. Dejarlo atrás puede representar una gran pérdida emocional, haciendo que la transición a una residencia sea complicada.

Temer a la soledad y el aislamiento

Existe el temor de que una residencia implique menos visitas de familiares y amigos, lo que podría derivar en un sentimiento de aislamiento. Sin embargo, muchas residencias fomentan la socialización y el bienestar emocional. Cómo afecta la soledad en personas mayores es un tema importante a considerar en este proceso.

¿Es posible ingresar a una persona mayor en una residencia sin su consentimiento?

En España, el ingreso de una persona mayor en una residencia sin su consentimiento sólo es posible bajo circunstancias excepcionales. Si la persona mayor es autónoma y tiene plenas facultades mentales, su decisión debe ser respetada. Sin embargo, si existe una situación de deterioro cognitivo severo o peligro para su integridad, los familiares pueden solicitar la intervención de un juez para garantizar su bienestar.

Es fundamental respetar la dignidad y los derechos de la persona mayor en todo momento. Incluso en casos de ingreso involuntario, la decisión debe tomarse con la máxima ética y priorizando la conveniencia del individuo. Por todo esto, recomendamos siempre buscar asesoramiento legal y apoyo de profesionales en estos procesos.

Pasos clave a seguir cuando un adulto mayor no quiere ir a la residencia

Evalúa todas las alternativas disponibles

Antes de tomar una decisión definitiva, es fundamental evaluar todas las opciones disponibles, como la atención domiciliaria o los centros de día.

Investiga y compara residencias cercanas

No todas las residencias son iguales. Investigar diferentes residencias para personas mayores y elegir una que se adapte a las necesidades del adulto mayor es clave para una transición exitosa.

Introducir cambios de manera progresiva

En lugar de un cambio abrupto, puede ser beneficioso realizar visitas previas a la residencia o probar un ingreso temporal para facilitar la adaptación.

Ofrece apoyo emocional continuo

Escuchar, validar sus emociones y acompañar a la persona mayor durante todo el proceso es esencial para reducir el miedo y la incertidumbre.

Cómo convencer a una persona mayor para ir a una residencia

Escuchar sus preocupaciones y miedos

El diálogo abierto es fundamental. Permitir que la persona mayor exprese sus temores y dudas ayuda a generar confianza y encontrar soluciones que lo hagan sentir cómodo.

Hablar sobre los beneficios de la residencia

Explicar las ventajas de vivir en una residencia, como la atención médica constante, la posibilidad de socializar y las actividades recreativas, puede hacer que la persona mayor vea la residencia de una forma más positiva.

Involucrar al mayor en la búsqueda de la residencia

Permitirle participar en la decisión y visitar diferentes opciones puede hacer que se sienta más cómodo con la idea del cambio. Existen distintos tipos de residencias para mayores que pueden ajustarse a sus necesidades y preferencias.

Errores comunes al tratar con personas mayores que no quieren ir a una residencia

Evitar tomar decisiones sin consultar a la persona mayor

Es importante recordar que la persona mayor tiene derecho a decidir sobre su futuro. Hacerle partícipe de la conversación y respetar su opinión es fundamental.

No manipular ni quitar la libertad

Forzar una decisión puede generar resentimiento y un ambiente de tensión. Es mejor apostar por la comprensión y la negociación.

No involucrar al adulto mayor en la elección de la residencia

Tomar decisiones sin tener en cuenta su opinión puede provocar rechazo y desconfianza. Es fundamental respetar su independencia, salvo en casos donde haya una incapacidad legal reconocida.

Respetar los derechos y el bienestar de la persona mayor

Garantizar que la decisión tomada priorice su bienestar es esencial. Requisitos para ingresar en una residencia de mayores es un aspecto que también debe ser considerado en este proceso.

 

Conclusión

Convencer a una persona mayor de ingresar en una residencia puede ser muy complicado, pero con paciencia, empatía y diálogo abierto, es posible encontrar una solución adecuada. Evaluar opciones, involucrar al adulto mayor en la decisión y garantizar su bienestar son claves en este proceso. En nuestras residencias, ofrecemos un ambiente de cuidado y confort adaptado a cada necesidad. Si necesitas más información, no dudes en consultarnos.

En Emera hemos obtenido la acreditación de CEOMA como “centros especialmente amigables con las personas mayores con demencia”. En todos y cada uno de nuestros centros ofrecemos un modelo de cuidados distinto e innovador donde las personas mayores más vulnerables puedan vivir con serenidad. La base de este modelo es la atención integral de la persona: un trabajo basado en la historia de vida de los residentes, que potencia la estimulación de los sentidos y un centro libre de sujeciones.

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