Guàrdia ha remarcado la profunda transformación que ha vivido la Universidad en cuarenta años y ha alertado sobre las amenazas que rodean al modelo público de universidades. «Dedicarnos a la universidad es más que un trabajo, es una manera de vivir y no tiene fecha de caducidad», ha señalado. El rector ha pedido a los eméritos que «lleven con orgullo el hecho de ser Universidad de Barcelona».
Por su parte, el vicerrector de Personal Docente e Investigador, Ernest Abadal, ha hecho un breve repaso histórico por los cambios que se han producido en política de profesorado en los últimos cuarenta años y ha agradecido a los presentes su esfuerzo y dedicación a la UB.