Andalucía continúa la senda de crecimiento económico y confirma su recuperación tras la pandemia

Las proyecciones macroeconómicas del XXXVI Informe Loyola Economic Outlook (LEO) auguran un panorama optimista para la economía andaluza durante el periodo 2024-2025, a pesar de un entorno internacional marcado por la moderación del crecimiento. Las proyecciones para Andalucía señalan una continuación del crecimiento económico a un ritmo cercano al alcanzado en 2023, lo que supone una confirmación de su recuperación tras los efectos de la pandemia y las crisis energéticas y de inflación vividas en los últimos tiempos.

En este contexto, se espera una mejora en el empleo, con una tasa de desempleo en descenso continuo, que se acercará a niveles más sostenibles para la región. Además, la inflación seguirá su tendencia a la baja, lo que contribuirá a estabilizar la economía de la comunidad. En el informe, también se analizan las previsiones para España y el contexto internacional, que influirán en las perspectivas macroeconómicas de Andalucía.

Estas son las conclusiones presentadas hoy por la directora del departamento de Economía de la Universidad Loyola y directora ejecutiva del informe, María delCarmen Delgado; la secretaria técnica del informe y secretaria del departamento de Economía de la Universidad Loyola, Laura Padilla Angulo y el secretario general de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Luis Fernández-Palacios.

“La economía andaluza responde mejor de lo previsto, el ritmo positivo de actividad de las empresas está posibilitando que la creación de empleo sea superior al de otras comunidades, los datos de las exportaciones continúan al alza y se está generando un clima positivo en las empresas en cuanto a inversiones y nuevos proyectos.”, ha comenzado Fernández- Palacios.

“No obstante – ha continuado el secretario general de CEA- siguen persistiendo riesgos que afectan a las empresas y que vienen marcados por el excesivo intervencionismo de la economía por parte de Estado, sobre cuestiones laborales más propias de la negociación colectiva, y del incremento de las cargas sociales y fiscales sobre las empresas. Para poder seguir generando actividad y empleo es fundamental afianzar el normal desenvolvimiento de nuestras empresas, que piden entornos de confianza y reducir el intervencionismo público apostando más firmemente en el dialogo social, como sucede en Andalucía».  

“Las previsiones para Andalucía son particularmente alentadoras. La comunidad autónoma mantendrá un ritmo de crecimiento económico cercano al de 2023, cuando el PIB andaluz creció alrededor del 2,5%. Para 2024, se proyecta un crecimiento en torno al 2,8%.”, según ha afirmado la directora ejecutiva del informe.

Este crecimiento se verá impulsado por factores como el sector turístico. Uno de los motores tradicionales de la economía andaluza, sigue recuperándose de manera sólida tras el impacto de la pandemia. La región ha vuelto a atraer a un número creciente de visitantes nacionales e internacionales, lo que ha generado un aumento en la demanda de servicios y una mayor creación de empleo en este sector.

El mercado laboral andaluz ha mostrado signos de mejora en los últimos años, y las proyecciones para 2024-2025 son positivas. De acuerdo con el informe, la creación de empleo continuará a buen ritmo, con una tasa de desempleo que seguirá descendiendo hasta acercarse a niveles más sostenibles. En 2023, la tasa de desempleo en Andalucía se situaba en el 18,2%, una cifra elevada en comparación con la media nacional, pero que ha experimentado una notable mejoría respecto a los años anteriores.

Se espera que el desempleo en Andalucía siga disminuyendo, alcanzando el 16,3% en 2024 y el 15,2% en 2025, lo que representaría un avance significativo para la región. 

Uno de los puntos clave del informe es la previsión de una moderación en la inflación. En 2023, la inflación en Andalucía descendió de los niveles máximos registrados en 2022, cuando alcanzó cifras superiores al 10%. Se prevé que la inflación continúe bajando, situándose en el 2,8% en 2024 y en el 2% para 2025, en línea con las previsiones nacionales.

“Esta tendencia a la baja en los precios será especialmente beneficiosa para los consumidores andaluces, ya que permitirá una recuperación del poder adquisitivo y una mayor estabilidad en el coste de vida. La moderación de los precios energéticos y alimentarios será uno de los factores clave en esta desaceleración de la inflación”, ha completado la directora del informe.

Entre enero y agosto de 2024, Andalucía se posiciona como la tercera comunidad autónoma en términos de exportaciones, pero es la que más contribuye al crecimiento del sector exterior español (0,8%). “Esto se debe a la disminución de las exportaciones en las otras cuatro regiones líderes como Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco, que en conjunto representan el 66,9% de las ventas al extranjero de España”, ha especificado María del Carmen Delgado.

La diferencia en el desempeño de Andalucía en comparación con el resto del sector exterior español se basa en la diversificación de sus productos exportados. Se han registrado fuertes incrementos tanto en productos industriales como agroalimentarios, destacándose el sector aeroespacial con un aumento del 61% y el aceite de oliva, que ha subido un 58%, alcanzando además un récord histórico en ventas desde que existen datos comparables (1995).

En el escenario global, el informe LEO prevé una desaceleración en el crecimiento económico, principalmente debido a la moderación de las economías desarrolladas y a las incertidumbres geopolíticas, como las tensiones comerciales entre grandes potencias y los efectos persistentes de la guerra en Ucrania. Las previsiones para 2024 indican un crecimiento global en torno al 3%, inferior al registrado en años anteriores.

Entre las principales economías, Estados Unidos muestra una moderación en su crecimiento, afectada por las políticas monetarias más restrictivas, mientras que la Unión Europea enfrenta una situación similar, con algunos países experimentando un crecimiento más débil debido al enfriamiento de la demanda interna y las dificultades energéticas. China, por su parte, sigue siendo un motor de crecimiento global, aunque su ritmo de expansión también ha disminuido, lo que podría afectar la demanda de exportaciones desde Europa, incluida España.

En este contexto, Andalucía, como parte de la economía española, se verá influida por estas tendencias globales, aunque sus sectores estratégicos y el crecimiento del mercado interno permitirán mantener un buen ritmo de expansión económica.

 A nivel nacional, el informe prevé que la economía española mantendrá un crecimiento sólido. Se espera que el Producto Interior Bruto (PIB) de España crezca un 2,9% en 2024, y se sitúe en el 2,5% en 2025. Esta moderación se debe, en parte, a la ralentización del crecimiento global.

Por otro lado, el mercado laboral español sigue mostrando signos de mejora, con una tasa de desempleo en descenso. El empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, aumentaría en un 2% en 2024, mientras que los ocupados podrían crecer un 2,2% en 2024. Así, la tasa de paro alcanzaría el 11,6% en 2024 y el 11,3% en 2025

La inflación, que fue uno de los grandes desafíos de los últimos años, continúa su tendencia a la baja, y se espera que, para 2024, se sitúe en torno al 3%. Este descenso contribuirá a estabilizar los precios en el mercado interno, aliviando la presión sobre los consumidores y permitiendo una recuperación del poder adquisitivo.

“La inflación ha subido menos de lo esperado debido principalmente a la reducción de los precios de los carburantes, de la electricidad y a la bajada en la inflación de los alimentos, especialmente en el aceite de oliva. Esperamos que esta inflación baje en 2025, alcanzando el tan deseado objetivo del 2%”, concluye María del Carmen Delgado.

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