31.10.24
Han pasado una semana en Portugal, compitiendo en EuRoC 2024 (The European Rocketry Challenge), un concurso europeo de lanzamiento de cohetes desarrollados por estudiantes universitarios organizado por la Agencia Espacial Portuguesa. De vuelta en la ETSI Aeronáutica y del Espacio, el equipo de la asociación LEEM (Laboratorio de Experimentación en Espacio y Microgravedad) nos cuenta cómo ha sido su experiencia y todo lo que han aprendido en esta entrevista.
Pregunta: Primera pregunta obligada, ¿qué es URSA?
Respuesta: URSA es el cohete que hemos diseñado y fabricado durante más de un año para la competición EuRoC. El nombre de URSA viene de la palabra «Oso» en latín. Hemos elegido el oso porque representa a Madrid. Nuestra osa es una referencia a “la Osa y el Madroño”, así como a la Osa Mayor. En el parche salen representadas también 7 estrellas, simbolizando la bandera de la Comunidad de Madrid. Y el color morado de la osa, representativo de la misión, nace de la mezcla del rojo de la bandera con el azul de nuestro logo. Es un proyecto con el que queríamos dar cabida a nuestra región en toda Europa.
P: ¿Este es vuestro proyecto más grande hasta la fecha? ¿Qué retos os ha supuesto?
R: Definitivamente es nuestro proyecto más grande hasta la fecha. Hemos tenido que dar un salto en todo lo que hacíamos, desde nuestros procesos de fabricación y ensayos hasta nuestra electrónica, y sobre todo nuestro motor. Hemos hecho el motor por nosotros mismos, lo que supone un reto adicional que no todos los equipos asumen, pero que es una experiencia muy gratificante. Gracias a este proyecto, hemos desarrollado el SM12 ‘AETHON’, el motor cohete de un equipo de cohetería más potente en España actualmente. Los mayores retos han sido los que tienen que ver con la competición directamente: la documentación y procedimientos estrictos, los requisitos especiales de seguridad y redundancia de sistemas, y dos exámenes muy exhaustivos (FRR y LRR).
P: En su desarrollo habéis colaborado con otra asociación de estudiantes de la UPM, CREA ETSIDI, ¿qué han aportado al proyecto?
R: En el cohete es necesario llevar una «payload» o carga de pago, la cual puede ser muchas cosas. Decidimos trabajar con el CREA, ya que ya habíamos participado con ellos con anterioridad en otros proyectos menores. Les dejamos usar espacio en el cohete para que embarcasen lo que desearan, pero también queríamos que fuese algo interesante. Al final se desarrollaron tres experimentos: microfluidos en microgravedad, sistema de video que grabaría el exterior del cohete en el lanzamiento y mandaría el video por telemetría y un sistema de GPS de alta precisión.
P: Habéis estado un año trabajando en URSA para presentarlo a la competición EuRoC 2024, ¿por qué queríais participar?
R: EuRoC es el sitio donde todo equipo de cohetería en Europa querría estar. Nunca habíamos participado y conocíamos otros equipos españoles que sí lo habían hecho, y nos inspiraron a hacerlo también. Es una experiencia única, que no nos queríamos perder, y un reto de unas dimensiones a las cuales no nos habíamos enfrentado antes.
P: La competición en Portugal dura una semana, ¿cuál es la rutina que seguís cada día?
R: Aunque dure una semana, no tuvimos mucho tiempo libre. Estuvimos prácticamente día y noche trabajando en el cohete para poder lanzarlo. El poco tiempo que no estábamos trabajando en el cohete, o íbamos a Ponte de Sor donde estaba el «paddock» para exponer nuestro cohete y conocer a los otros equipos, o íbamos a ver a otros equipos lanzar en la base militar de Santa Margarita en Constanza. Eso sí, todas las noches se paraba nuestro trabajo cuando hacíamos la barbacoa, y cenábamos todos juntos como norma para descansar un poco.
P: ¿Cómo es el ambiente en el campamento, la relación con el resto de equipos?
R: La realidad es que no se sentía como una competición, era más bien como una quedada para ver y lanzar cohetes. La relación con los equipos fue increíble, todos los equipos se ayudan entre sí, independientemente de la procedencia. Hay mucho compañerismo, y hubo una conexión especial con los otros dos equipos españoles: STAR que también son de Madrid, y BISKY que son de Bilbao. Les damos especialmente las gracias por acogernos tan cálidamente en la competición.
P: Hasta que llega el día asignado para vuestro lanzamiento, ¿qué ajustes tenéis que realizar? ¿os habéis encontrado con algún problema inesperado y cómo lo habéis solventado?
R: Antes del lanzamiento los jueces de la competición revisan absolutamente todo el cohete, desde sistemas de separación hasta aviónica y motor. El día que llegamos a Portugal nos dimos cuenta de que había un fallo en la aviónica y que el sistema de radiofrecuencia no funcionaba, ni tampoco el de eyección del paracaídas. A partir de ese momento tuvimos 2 días para solventar los problemas o de lo contrario tendríamos una gran dificultad para que pasara el corte de los jueces. Gracias al conocimiento de nuestro departamento de electrónica y a que el sistema es íntegramente diseñado y ejecutado por ellos fueron capaces de resolver la incidencia modificando parte de la PBC (Printed Board Circuit) de distribución de potencia y cambiando unos transistores por unos relés que tenía en su caja de “por si las moscas”. Otro ajuste que tuvimos que realizar fue en el paracaídas. En una de las revisiones dos de los jueces tiraron de las costuras con todas sus fuerzas y apenas consiguieron moverlas, aun así como éramos de los únicos equipos que habían cosido su propio paracaídas nos pidieron que reforzásemos algunos puntos para asegurar que no fallaría. Además, nos pidieron que cosiésemos trozos de tela de un color distinto para hacerlo más visible y como os podéis imaginar, también nos llevamos la máquina de coser y los retales de tela, así que no fue una situación difícil de solventar.
P: Hablando del día del lanzamiento… ¿cómo vivisteis ese momento?
R: Ver a URSA lanzar y surcar el cielo fue un momento de euforia pura para todo el equipo. Si bien ya nos habíamos emocionado al verlo colocado en la guía de lanzamiento, nada se puede comparar con la sensación que nos sobrecogió cuando salió disparado. Felicidad, asombro, alivio… Estas son algunas de las emociones que compartimos entre abrazos y lágrimas de alegría. Pues en ese instante culminó todo el trabajo del último año y medio y se disipó la tensión acumulada de los días anteriores.
P: No todos los equipos consiguen lanzar sus cohetes, ¿por qué? En vuestro caso, que sí conseguisteis lanzar con éxito URSA, ¿cómo lo valoráis?
R: Existen varias razones por las cuales algunos equipos no consiguen lanzar. Por una parte, al ser una competición a nivel europeo, dependiendo del país de procedencia pueden surgir problemas a la hora del transporte del cohete y del material necesario para acabar de montarlo. También se ha de tener en cuenta que algunas partes son delicadas, susceptibles a las condiciones ambientales o necesitan tratamientos especiales; entonces hay que prestar especial atención al manejo de estas. Por otro lado, ser seleccionado como uno de los equipos que puede ir hasta Portugal no implica que se te vaya a permitir lanzar. Antes de ello hay que pasar dos exámenes: Flight Readiness Review (FRR) que tiene lugar en el “paddock” y para superarlo tal vez se pidan hacer modificaciones al cohete y Launch Readiness Review (LRR) que se realiza el mismo día del lanzamiento. Finalmente, puede ocurrir que el propio día del lanzamiento por condiciones meteorológicas, restricciones del propio cohete para lanzar o cierre de las ventanas de lanzamiento no sea posible lanzar. Para nosotros el hecho que haber entregado un Technical Report y un Technical Questionare que superasen el corte antes de la competición y haber superado con éxito las dos revisiones es ya un logro, resulta muy complicado que den a un equipo una carta verde de lanzamiento en su primera participación y más aún si todo el sistema, incluido el propulsivo, es desarrollado por ellos. El lanzamiento fue la culminación de nuestro trabajo y la recompensa que esperábamos después de tantos meses de muy duro sacrificio. Es difícil describir el batiburrillo de emociones que nos inundaron en el momento que vimos al URSA cruzar el cielo a más de 1000km/h con una trayectoria perfectamente estable, pero sin duda las lágrimas no faltaron.
R: Si pudierais volver atrás, ¿cambiaríais algo del diseño? ¿de qué aspectos estáis más orgullosos?
P: A toro pasado y viendo algunos consejos de diseño que nos dieron los jueces es obvio que quedan cosas que mejorar. Una en concreto y que creemos la más importante es el sistema de separación principal que, aunque no fue utilizado en la competición por motivos meteorológicos, suponía un punto débil en la estructura del cohete. Ya hemos empezado a trabajar en el sistema del año que viene siguiendo los consejos de los organizadores y otros equipos. El aspecto del cual podemos estar más orgullosos es el de trabajo en equipo y compañerismo, pero respecto al diseño, el más destacable es la eficiencia coste-resultado. Cabe resaltar que somos el equipo o si no uno de ellos con menos presupuesto y que además fabricamos el cohete casi en su totalidad, lo que nos permite adaptarnos fácilmente a nuevas regulaciones de la competición o cambio de diversos componentes del cohete en las fases de diseño. Además, el proceso de aprendizaje que llevamos a cabo durante todo el desarrollo del proyecto nos enriquece y motiva para alcanzar nuestros objetivos profesionales en el futuro.
P: La competición concluye con una entrega de premios. A pesar de no haber recibido ningún premio, ¿estáis satisfechos con vuestra participación, teniendo en cuenta que era vuestro primer año como participantes?
R: Estamos muy satisfechos con lo que hemos logrado en esta edición de EuRoC. Desde el inicio nuestro principal objetivo era ver al cohete volar, y aunque ha habido algunos fallos y complicaciones por el camino, estos solo nos motivan a seguir avanzando. Además, como ya se ha mencionado, no existía una atmósfera competitiva con los otros equipos lo cual nos ha permitido aprender una cantidad inmensa de cosas de personas con más experiencia
P: ¿Podríais resumir vuestra experiencia en EUROC24 en tres palabras?
R: Trabajo, compañerismo y superación.
P: ¿Volveréis en 2025?
R: Sí. Todo el equipo está entusiasmado y deseando ponerse manos a la obra con la próxima edición. De hecho, no pasó ni un día desde que lanzamos cuando ya comenzaron a surgir nuevas propuestas de ideas y mejoras para el año siguiente. La experiencia vivida este año no ha hecho más que avivar nuestra pasión por seguir creando, innovando y aprendiendo. Estamos preparados para enfrentar nuevos desafíos y decididos a llevar nuestro proyecto al próximo nivel, optar a uno de los premios de la competición.