Lucila «La Tora» Villar compartió en una entrevista reciente su difícil batalla contra la fobia social, una condición que la priva de experiencias cotidianas y la limita en su vida personal. La ex participante de Gran Hermano reveló cómo la ansiedad social afecta profundamente sus actividades y su relación con el entorno, obligándola a evitar situaciones y lugares concurridos.
La ansiedad social que condiciona su vida cotidiana
La Tora explicó que su fobia social le impide realizar muchas actividades. Evita lugares públicos y se siente incapaz de moverse sola sin temor al juicio ajeno. “No puedo ir a la cancha sola, ni caminar tranquila cerca de mi casa”, confesó visiblemente afectada, reflejando lo difícil que es para ella manejar su día a día. Además, relató que la última vez que salió a caminar fue hace poco, cuando sus amigas la acompañaron, lo que destaca lo limitante de su situación.
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Los episodios de ansiedad son intensos y difíciles de controlar para ella. “Me falta el aire y no puedo controlarlo”, expresó sobre cómo las situaciones cotidianas la desbordan emocionalmente. A pesar de los retos, mantiene la esperanza de superar esta condición. “Le pido todos los días a Dios”, compartió, demostrando su deseo de recuperar la libertad de moverse sin el temor que la acompaña constantemente.
El análisis de un especialista sobre la fobia social
El psicólogo y escritor Gabriel Cartañá brindó su perspectiva profesional sobre el caso de La Tora, explicando que lo que ella describe no es simplemente ansiedad social, sino fobia social. Según Cartañá, este es el término clínico adecuado para referirse a la condición que vive la mediática.
El experto señaló que las personas interactúan en tres niveles sociales: el entorno íntimo (familia y amigos cercanos), el intermedio (conocidos y compañeros de trabajo) y el público (extraños o personas reconocidas sin un vínculo personal). Para una figura pública como La Tora, la fobia social puede intensificarse debido a la constante exposición a la opinión pública y el impacto de las redes sociales.
Cartañá destacó que las plataformas sociales amplifican el miedo al juicio, ya que cualquier persona puede opinar de forma inmediata y anónima, lo que genera una presión emocional aún mayor para quien está expuesto públicamente. En el pasado, los juicios eran menos accesibles, pero ahora, con las redes, cualquier comentario negativo puede llegar rápidamente y afectar profundamente a quienes se sienten vulnerables, como La Tora.