CEOE prevé que la tendencia en la reducción del IPC de los últimos meses se mantenga a lo largo de 2025, pese al repunte puntual de enero, como anticipa el hecho de que la inflación subyacente se sitúe por debajo de la general.
La inflación en enero volvió a subir ligeramente, hasta el 2,9%, una décima más que el mes anterior, mientras que la subyacente cayó dos décimas, hasta el 2,4%, según los datos hechos públicos este viernes por el INE.
En la Unión Monetaria, la inflación también ha mostrado una aceleración de una décima, hasta el 2,5%, mientras que en España el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de diciembre aumentó su tasa interanual hasta el 2,9%. De esta forma, se registró un diferencial positivo de cuatro décimas, lo que supone un ligero empeoramiento de la competitividad-precio para España.
La decisión del Gobierno de revertir parte de las medidas de reducción de impuestos adoptadas anteriormente explica, principalmente, el aumento de la inflación general del mes de enero. De hecho, el incremento del IPC habría sido del 2,3% de haberse mantenido los impuestos constantes respecto a 2024, frente al 2,9% que finalmente se ha registrado.
El mes pasado, el IVA de la electricidad volvió al 21% habitual, lo que explica gran parte del incremento de los precios de los productos energéticos, que fue del 8,1% interanual, frente al 3,3% que se hubiera registrado a impuestos constantes. Este hecho ha contribuido con algo más de cuatro décimas al incremento de la inflación general.
La desaceleración de la inflación subyacente se ha debido a un menor avance del incremento de los precios de todos sus componentes. No obstante, los precios de los servicios continúan mostrando crecimientos superiores al resto de la cesta (3,4%).
Riesgos a medios plazo
En todo caso, el dinamismo de la demanda en los servicios, junto con el aumento de los costes de producción (incluyendo los salariales), podrían dificultar la contención de sus precios en el medio plazo.
En resumen: CEOE espera que la inflación muestre una senda descendente a lo largo del año aunque esta evolución se verá condicionada por el ritmo de reversión de las medidas antiinflacionarias puestas en marcha por el Gobierno y por los precios de las materias primas en los mercados internacionales.