Luis Adrián Chasco, estudiante de la UNED, número 1 en el PIR

Luis Adrián Chasco Agüero ha conseguido el primer puesto en el examen de Psicólogo Interno Residente (PIR), una de las pruebas más exigentes en el ámbito de la Psicología. Su trayectoria no ha sido convencional: tras estudiar Ingeniería Aeroespacial y compaginar estudios y trabajo, decidió matricularse en el Grado de Psicología por la UNED. Su historia es un ejemplo de constancia, organización y pasión por el conocimiento. En esta entrevista nos cuenta cómo ha sido su camino hasta alcanzar este logro.

¿Siempre tuviste claro que querías estudiar Psicología?
No, para nada. Empecé estudiando una Ingeniería y trabajé en ese campo. No fue hasta los 24 años cuando me matriculé en Psicología en la UNED. Siempre me había interesado la lectura de novelas psicológicas y filosóficas, así que decidí probarlo por curiosidad, como un hobby.

 

¿Por qué elegiste la UNED?
Necesitaba una universidad que me permitiera compaginar el estudio con el trabajo. La UNED ofrece una flexibilidad que no tiene ninguna otra universidad. Puedes adaptar la carga lectiva a tu situación personal, algo que para mí fue fundamental. Además, la calidad de los materiales es muy buena. Me considero un embajador de la UNED y siempre animo a quienes me preguntan a que prueben con una o dos asignaturas para ver si se adaptan a su método de estudio.

 

¿Cómo compaginaste los estudios con tu vida personal y laboral?
Estudiaba un par de horas al día después del trabajo. Para mí no fue un sacrificio, lo disfrutaba. Siempre me ha gustado estudiar de manera autónoma, sin necesidad de asistir a clases. La UNED me proporcionó manuales muy completos con los que podía profundizar en los temas que más me interesaban.

 

¿Cómo fue tu preparación para el PIR?
La organización fue clave. Ya tenía un método de estudio adquirido en la UNED y lo optimicé. No hago apuntes, prefiero trabajar directamente sobre los manuales y cuantificar mis avances. No tenía un plan fijo desde el principio, fui ajustándolo según avanzaba y veía qué necesitaba reforzar.

 

¿Esperabas obtener el primer puesto?
Para nada. Era la primera vez que me presentaba y mi objetivo era simplemente obtener plaza. Sabía que tenía buen nivel, pero ser el número uno es algo que no depende solo de ti. Cuando salí del examen, tuve una mala sensación porque fue una prueba muy complicada, pero al ver los resultados no podía creérmelo.

 


¿Cuáles fueron las técnicas de estudio que más te ayudaron?

Cada persona debe conocer su propio método. En mi caso, no hice nada radicalmente diferente a lo que ya aplicaba en la UNED: constancia, organización y priorización. No sirve memorizar datos sueltos, hay que comprender los conceptos en profundidad. Además, hay que estar al tanto de lo que suele preguntarse en el examen y enfocar el estudio en función de ello.

 

¿Cómo manejaste los momentos de bajón durante la preparación?
El proceso es muy largo y exigente, pero lo llevé bastante bien. Al principio estudiaba menos horas y fui aumentando progresivamente. Durante el verano mantenía tiempo para mis hobbies, lo que me ayudó a sobrellevar el esfuerzo. En noviembre sí tuve un pequeño bajón, pero hablar con amigos y compartir mis sensaciones me ayudó a superarlo.

 

¿Qué papel jugó el apoyo de otras personas en tu preparación?
Fue clave. Estudiar con un grupo de compañeros en la biblioteca me ayudó mucho, tanto a nivel académico como emocional. Mi amigo Lluis fue un gran apoyo desde el principio, corregíamos juntos los simulacros y nos motivábamos mutuamente. Sin este equipo, habría sido mucho más difícil mantener el ritmo.

 

¿Cómo fue el momento en que viste los resultados?
Aunque ya sospechaba que podía estar muy bien posicionado, hasta que no lo vi en la lista oficial no me lo creí. Fue un aluvión de mensajes y felicitaciones. Soy una persona comedida, pero esa vez salté de alegría.

 

¿Cuál es tu siguiente paso?
Ahora toca elegir hospital. Aún no lo tengo decidido, pero barajo opciones en Valencia y el norte de España. Durante los próximos cuatro años quiero formarme como psicólogo clínico y aprovechar al máximo esta etapa. Luego, ya decidiré mi futuro profesional.

 

¿Crees que estudiar en la UNED te ayudó a lograr este éxito?
Sin duda. La UNED me enseñó a ser autónomo y a organizarme, lo que ha sido fundamental en la preparación del PIR. La base que adquirí durante la carrera me permitió afrontar el examen con confianza. Estoy convencido de que, si trabajas de manera constante, la UNED te prepara de forma excelente para cualquier reto académico y profesional.