La primera sesión de control del nuevo periodo de sesiones ha comenzado como terminó la última, con bulos y faltas de respeto por parte del líder del PP. El presidente del Gobierno ha tenido que recordar a Alberto Núñez Feijóo que la última vez que su partido estuvo en Moncloa, congelaron el SMI, dejándolo en 735 euros, frente a los 1.184 euros en que quedará con la última subida. El incremento es del 61% y de 6.281 euros anuales y siempre ha contado con el voto en contra de la bancada popular, igual que la revalorización de las pensiones que contará, ahora sí, cuando ya no son decisivos para conseguirla, con el voto favorable del Partido Popular. “Bienvenido al escudo social”, ha ironizado el presidente del Gobierno en su respuesta al líder de la oposición.
Con este incremento en las rentas de quien menos tiene se ha logrado “reducir la desigualdad, reducir la brecha de género, ya que el 60% de las receptoras del SMI son mujeres”, y se ha desmontado el dogma neoliberal de la crisis financiera por el cual el PP defendía congelar los salarios porque de lo contrario no se creaba empleo. Además, el año anterior nuestro país batió su propio récord de creación de empresas, un 9% más en solo doce meses. “La izquierda gobierna la economía mucho mejor que el PP y la ultraderecha”
El Ejecutivo ha demostrado que se pueden mejorar las condiciones laborales y crear empleo, reducir el CO2 y hacer crecer la economía. Sánchez ha recordado que en 2024, el 50% del crecimiento económico de la zona euro y el 30% de los nuevos puestos de trabajo de la zona euro se crearon en nuestro país pese a suponer España solo el 10% del PIB de la eurozona y el 14% de su población. Estos datos demuestran que “el Gobierno funciona y España avanza”.
Las políticas medioambientales, de igualdad y de diversidad LGTBI además de ser justas, ayudan a mejorar la economía, ha defendido el líder del PSOE. Por otro lado, estas medidas sociales son, según Pedro Sánchez, “la mejor manera de responder a la ola ultra” que en España representa la coalición de PP y Vox.
Sánchez ha vuelto a insistir en que un pelotazo urbanístico no resolverá los problemas en Gaza y ha pedido que “Palestina sea para los palestinos e Israel para los israelíes” así como reconocer a los dos Estados.
El líder del Ejecutivo ha defendido también sus propuestas para frenar el odio y los bulos en redes sociales acabando con el anonimato, aplicando transparencia en los algoritmos que usan y obligando a sus dueños a asumir responsabilidades por el contenido que se publica a través de sus plataformas.