Desde hace años, la apuesta por la ciencia y la tecnología en Canarias ha ido ganando peso como factor diferencial en el desarrollo de las islas. Prueba de ello es el auge de spin-offs tecnológicas surgidas de la universidad, el fomento del sector de los videojuegos y el apoyo financiero a grupos de investigación.
Este ecosistema innovador ha dado recientemente un nuevo fruto con la publicación de un estudio científico en la revista Virtual Reality, perteneciente al grupo editorial Nature. En este trabajo, disponible en este enlace, investigadores de la Universidad de La Laguna y de su spin-off Wooptix han desarrollado una técnica que permite mejorar la resolución de las pantallas mediante software, sin necesidad de cambiar el hardware.
Cuando compramos un televisor, un móvil o un proyector, la resolución—es decir, la cantidad de píxeles (pequeños puntos que forman la imagen)—viene determinada de fábrica. Si queremos una imagen más nítida, la única solución tradicional es comprar un modelo superior con más píxeles. Sin embargo, existe un límite físico en lo pequeños que pueden fabricarse estos píxeles, lo que impone un tope a la tecnología actual.
Aquí es donde entra en juego este trabajo: el equipo de investigadores, formado por David Carmona-Ballester (desarrollador de videojuegos y docente), Sergio Bonaque-González (investigador posdoctoral Viera y Clavijo en el departamento de Física de la ULL, especializado en óptica aplicada), Juan Trujillo-Sevilla y José M. Rodríguez-Ramos (ingeniero electrónico y astrofísico, ambos en la empresa Wooptix, líder en imagen de alta resolución, y también de la ULL) y Sábato Ceruso (ingeniero informático egresado de la ULL), ha desarrollado un método que permite duplicar la percepción de resolución de una pantalla generando «píxeles virtuales» usando solo software, es decir, mediante cálculos realizados en el propio dispositivo.
Para entender cómo funciona la técnica, podemos hacernos la idea de que tenemos una hoja con puntos dibujados, separados pero relativamente cercanos entre sí, explica Bonaque-González. “Si acercas el papel a los ojos, los puntos parecen difuminarse y agrandarse, mezclándose entre ellos, aunque la imagen original no haya cambiado”. Aplicando este mismo concepto, los investigadores introducen un leve desenfoque en la pantalla, generando el mismo efecto sin depender del ojo humano. Luego, mediante un procesamiento inteligente de la imagen, han conseguido que el ojo perciba el doble de resolución sin modificar la pantalla física ni requerir ningún esfuerzo visual.
La técnica ha sido implementada en sistemas comerciales de proyectores y de realidad virtual. En la figura que acompaña a este texto se puede visualizar la imagen real proyectada por un proyector y capturada por una cámara convencional que imita la visión humana. A la izquierda se observa la resolución nativa del proyector y, a la derecha, la imagen resultante tras aplicar esta técnica en el mismo proyector.
Este avance será especialmente útil en proyectores y dispositivos de realidad virtual, donde ya se emplean lentes que desenfocan ligeramente la imagen. Al aplicar esta técnica, se consigue una mejora notable en la calidad visual sin necesidad de fabricar nuevas pantallas más avanzadas y costosas.
La técnica ha sido bien recibida y, según los propios investigadores, aún tiene margen de mejora en el futuro, demostrando que Canarias no solo es un destino turístico, sino también un centro de innovación tecnológica con impacto internacional.