¿Los orígenes del carnaval? Un estudio documenta las primeras celebraciones estacionales en el Brasil precolonial

Las poblaciones precoloniales de Brasil de hace más de dos mil años ya celebraban una reunión estival anual en la que disfrutaban de un festín a base de abundante pescado de temporada y bebidas alcohólicas, según recoge un estudio internacional del ICTA-UAB, la Universidad de York (Reino Unido) y la Universidad Federal de Pelotas (Brasil) que documenta estas primeras fiestas populares. ¿Tal vez estamos ante los orígenes del célebre carnaval de Brasil?

 

ORIGENS DEL CARNAVAL EN UNA RECERCA ICTA-UAB

Las orillas de la laguna de los Patos, en Brasil, se caracterizan por presentar unos montículos de tierra asentados conocidos como «cerritos», que construyeron los antepasados precoloniales de los grupos indígenas pampeanos: los charrúas y los minuanes. Tras analizar unos fragmentos de cerámica de hace entre 2.300 y 1.200 años que se hallaron en esa zona, un grupo de investigación ha podido identificar los primeros indicios de producción de bebidas alcohólicas en la región. Mediante técnicas avanzadas de análisis de la cerámica, lograron revelar rastros de bebidas elaboradas con vegetales, probablemente tubérculos, maíz dulce y palma. Otros fragmentos de cerámica contenían pruebas de la elaboración de recetas con pescado.

El descubrimiento refuerza la creencia de que los pueblos precoloniales se reunían en torno a estos montículos, que tenían un significado simbólico o, por ejemplo, podían ser enterramientos, marcadores territoriales o monumentos. Allá llevaban a cabo celebraciones y se daban festines con abundante pescado estacional. Un estudio anterior en el que se analizaron isótopos de antiguos restos humanos desenterrados en la zona ya indicó que las personas que habitaban en ese territorio tenían dietas diversas, lo que sugiere que la gente tal vez viajó a la laguna desde otra región.

La autora principal del estudio, la Dra. Marjolein Admiraal, que llevó a cabo la investigación en el laboratorio de bioarqueología BioArCh de la Universidad de York, sugiere que las reuniones estacionales en los montículos eran importantes acontecimientos culturales que agrupaban a comunidades dispersas para explotar y celebrar el regreso de peces migratorios, como la corvina rubia, que probablemente requería un esfuerzo colectivo para su preparación.«Vemos ejemplos de estas prácticas en todo el mundo, a menudo relacionadas con la abundancia estacional de ciertas especies migratorias. Estos acontecimientos brindan una excelente oportunidad para llevar a cabo actividades sociales, como funerales y matrimonios, y tienen un gran significado cultural», afirma.

«Nuestros hallazgos, que se apoyan en una combinación de enfoques biomoleculares e isotópicos en el análisis de residuos orgánicos, aportan pruebas convincentes de que estas antiguas comunidades consumían bebidas fermentadas y demuestran que la cerámica desempeñaba un papel crucial en los festines y las actividades sociales», explica la experta.

El profesor Oliver Craig, del BioArCh, indicó que «mediante un análisis químico detallado hemos podido determinar qué productos estaban presentes en las vasijas de cerámica de los cerritos y también cómo la gente preparaba estos alimentos: primero los calentaban, luego los almacenaban y, en ocasiones, al final los fermentaban. Esto nos acerca un poco más a comprender el papel culinario de los distintos alimentos de las sociedades del pasado».

Según el equipo de investigación, el descubrimiento arroja nueva luz sobre los modos de vida de estos pueblos precoloniales y pone de relieve los fines polifacéticos de los cerritos y su papel en la vida social y económica de quienes los construían.

El coautor de la investigación Rafael Milheira, de la Universidad Federal de Pelotas, afirma que los cerritos eran lugares tanto rituales como domésticos y que el entorno natural podría haber influido en su diseño elevado: «Estos lugares probablemente eran importantes para la gente, y el hecho de elevarlos por encima de la erosión potencial de las aguas altas estacionales los habría protegido», indica.

«Sabemos que en el pasado (y en la actualidad) las grandes reuniones y los festines eran acontecimientos culturales importantes; esto se observa en todo el mundo. Sugerimos que los pueblos prehistóricos de la zona habrían invertido en la producción de cerámica en previsión de estas reuniones, que atraían a gente a la laguna de los Patos para darse un festín con los recursos acuáticos estacionales», añade.

André Colonese, investigador del ICTA-UAB, coautor del estudio e investigador principal del proyecto TRADITION del Consejo Europeo de Investigación (ERC), destaca que «este estudio refuerza el poder de la arqueología molecular para desvelar información de artefactos comunes, como las vasijas de cerámica, lo cual antes era inaccesible mediante métodos arqueológicos convencionales. Además, un mensaje clave del artículo es que preservar los cerritos como patrimonio cultural pampeano único debe ser una prioridad si queremos aprender de las sociedades del pasado a vivir de forma sostenible en un entorno tan dinámico».

A medida que avanzan las investigaciones, los conocimientos sobre los cerritos y su significado cultural ofrecen una visión de las primeras tradiciones y prácticas sociales de los grupos indígenas pampeanos, y así se enriquece nuestra comprensión de la vida prehistórica en el sur de Brasil.

 

Admiraal, M., Colonese, A.C., Milheira, R.G., Di Muro. A., Talbot, H.M., Lucquin, A., Craig. O.E. (2025) Feasting on fish. Specialized function of pre-colonial pottery of the Cerritos mound builders of southern Brazil. PLOS ONE
https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0311192