El cáncer laboral, una epidemia silenciada y evitable.

Las exposiciones a agentes cancerígenos suponen entre un 4 y un 10% de casos de cáncer

Las exposiciones a agentes cancerígenos suponen entre un 4 y un 10% de casos de cáncer

En España para el año 2025 se estima que más de 16.000 casos nuevos de cáncer y más de 6.000 muertes serían atribuibles al trabajo. Por ello, con ocasión del día 4 de febrero, Día Mundial del Cáncer, CCOO presenta el informe “Cáncer laboral, una epidemia silenciada y evitable”, donde se evidencia como el cáncer laboral es la primera causa de muerte en el trabajo, así como reiterar su compromiso con la visibilización del cáncer de origen profesional y con la prevención de las exposiciones a agentes cancerígenos en el ámbito laboral.

Primera causa de mortalidad laboral

Según la Comisión Europea, el cáncer es la primera causa de mortalidad laboral en la Unión Europea, con un 53% del total de las muertes laborales cada año, frente al 28% debido a enfermedades cardiovasculares y el 6% a enfermedades respiratorias, muy por encima de los accidentes de trabajo. Por cáncer laboral mueren más personas que las que mueren por accidentes de trabajo y accidentes de tráfico juntas.

Es de sobra conocido que el cáncer es la enfermedad que más contribuye a la mortalidad y la disminución de la esperanza de vida de la población, pero lo que muchas veces se obvia que una parte de estos cánceres tienen su origen en el trabajo. Las campañas públicas de prevención del cáncer ponen el énfasis en factores de riesgo individuales y lanzan mensajes para mejorar hábitos individuales (prevención del consumo de tabaco y alcohol, alimentación equilibrada, promoción del ejercicio físico), obviando que entre un 4% y un 10%, según las estimaciones científicas, se deben a exposiciones a agentes cancerígenos en los lugares de trabajo, algo prevenible y para lo que existen herramientas y legislación.

Las exposiciones profesionales son peligros evitables a los que los individuos se exponen de forma no voluntaria. Nadie tiene por qué aceptar un mayor riesgo de cáncer en el trabajo, especialmente si la causa es conocida, y las empresas tienen la obligación legal de evaluar el riesgo y adoptar medidas preventivas. Los cánceres de origen laboral pueden evitarse con la adopción de las medidas preventivas adecuadas.

Siguiendo las investigaciones más recientes, podemos estimar que las condiciones de trabajo serán las responsables de más de 16.000 casos nuevos de cáncer en nuestro país en 2025, destacando los tumores de pulmón (5532), próstata (1931), mama (1733) y vejiga (1337). El informe también estima que se producirán más de 6.000 muertes por cáncer laboral, siendo las patologías más letales las de pulmón (3.830), páncreas (720) y próstata (3589, a los que habría que añadir casi 500 mesoteliomas.

Infradeclaración de canceres laborales

Sin embargo, en 2024 sólo se han comunicado 106 partes de enfermedad profesional por agentes cancerígenos, permaneciendo oculto su origen profesional y derivándolo como enfermedad común. Esta infradeclaración lastra la eficacia de la prevención, además de hurtar sus derechos a las personas que los sufren y sobrecargar el gasto de los Sistemas Públicos de Salud que asumen los costes de la atención sanitaria de estos procesos.

La mayoría de los cánceres reconocidos en 2024 están relacionados con la exposición al amianto, concretamente 55 casos. Además de los cánceres por amianto es destacable como los producidos por sílice cristalina respirable están creciendo, llegando en 2024 a casi triplicar los casos respecto de 2023, pasando de 7 a 19 en solo un año y que probablemente esté en relación con la introducción en los años 90 de un nuevo material de construcción, los tableros de aglomerados de cuarzo.

El informe también incide en las enormes diferencias de notificación entre las CCAA y el enorme diferencial en el reconocimiento de estas patologías con algunos países de nuestro entorno como Alemania y Francia.

Las desigualdades de género en el cáncer laboral son muy evidentes. De los 106 cánceres comunicados, 98 han sido en hombres y 8 en mujeres lo que probablemente traduce, no solo que la exposición a agentes cancerígenos se produce mayoritariamente en sectores masculinizados, sino también una falta de perspectiva de género en el cáncer laboral, donde existe una absoluta falta de investigación y de gestión con mirada de género, que se pone de manifiesto claramente en la no presencia de canceres específicos en mujeres con evidencias científicas ya muy claras en cáncer de ovario y cáncer de mama. El cáncer laboral en las trabajadoras está doblemente invisibilizado.

En CCOO nos mueve el convencimiento de que todos los cánceres laborales son prevenibles. Por ello, es injusto e inaceptable que cualquier trabajador o trabajadora tenga que aceptar un mayor riesgo de cáncer en el trabajo. Esta afirmación categórica es la que nos inspira en la persecución del objetivo de “Cáncer 0 en el trabajo”.

En opinión de CCOO, la prevención del cáncer debe profundizar en las siguientes medidas: la implementación de todas las medidas consensuadas en la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, y especialmente en la Agenda Nacional para la prevención del cáncer laboral, la creación de un registro de personas trabajadoras expuestas a agentes cancerígenos, exigir a las empresas el cumplimiento de la normativa vigente, reforzar y mejorar el control y las inspecciones sobre las empresas que fabrican o utilizan cancerígenos, reforzar el principio de sustitución de agentes cancerígenos, establecer programas de vigilancia de la salud postocupacional, ampliar y feminizar el cuadro de Enfermedades Profesionales, etc.

Para Mariano Sanz, Secretario de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental, la Agenda Nacional para la Prevención del cáncer de origen laboral debe ser la herramienta para que nos permita como país dar un salto cualitativo y cuantitativo en la evaluación de la exposición a agentes cancerígenos, su control en los centros de trabajo, una adecuada vigilancia de la salud y también en la identificación precoz de los casos y en su notificación, y que estas muertes dejen de ser silenciadas y anónimas.

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