La responsable de Organización y portavoz federal de Izquierda Unida, Eva García Sempere, ha valorado de forma “muy positiva” la movilización en todo el Estado convocada ayer por los sindicatos CCOO y UGT, al tiempo que ha considerado “imprescindible” que toda la sociedad esté “vigilante y preparada para proteger el escudo social y evitar el sabotaje social al que nos quieren someter permanentemente las derechas”.
García Sempere se mostró satisfecha en la tradicional rueda de prensa de comienzo de semana por el “despliegue de IU por todo el territorio para participar activamente en estas movilizaciones”. Incidió en que “necesitamos y debemos estar atentas para proteger el escudo social, para proteger las subvenciones al transporte público que tan necesarias se han demostrado, las subidas de las pensiones y, sin duda, la subida del salario mínimo interprofesional”.
“No nos engañemos -dijo-, para que cualquier gobierno siga avanzando y consolidando derechos es clave la movilización social. Nunca se regala nada. Necesitamos esa movilización con los sindicatos de clase, como las Comisiones Obreras, pero también con otra serie de actores. A Izquierda Unida siempre nos van a encontrar en la movilización y en la defensa de las instituciones y de las medidas que necesitan las familias trabajadoras”.
La portavoz de Izquierda Unida valoró las concentraciones de ayer convocadas bajo el lema de ‘Con los derechos de la gente no se juega’ como el “arranque” de las que pueden ser necesarias “incluso mayores si cabe” para “acompañar hitos importantes que nacen esta semana, pero que sin duda serán elementos claves en el debate político en las próximas”, en referencia principalmente a la reducción de la jornada laboral que tiene previsto aprobar mañana el Consejo de Ministros, pero que cuenta con la férrea oposición de las derechas política, económica y mediática.
La dirigente federal ilustró esta idea con un ejemplo y aseguró que, además de reducir la jornada y, por tanto, redistribuir el tiempo de las familias trabajadoras, necesitamos redistribuir los recursos, redistribuir la renta”. Porque “mientras las élites bancarias presentaban sus ganancias y beneficios récord la semana pasada, 10.000 millones de euros de beneficios del BBVA y 5.700 millones que presentaba CaixaBank, al tiempo anunciaban recursos en los tribunales al impuesto sobre esos beneficios extraordinarios que, como saben, se salvó in extremis”.
Eva García Sempere lo tachó de “vergüenza”, porque “no se pueden presentar unas cuentas con beneficios récord y decir que se va a recorrer un impuesto que tan necesario es para la distribución de la riqueza”.