- El Lehendakari participa en el Foro del periódico de la Vanguardia ante una nutrida representación de la sociedad catalana
- “En este momento de inicio de una nueva etapa de Europa no podemos quedarnos en la periferia. Necesitamos un modelo de poder distribuido más justo y eficaz”, ha defendido
- Defiende avanzar hacia “un nuevo Pacto político con el Estado que actualice, ensanche y mejore nuestro Autogobierno”
El Lehendakari ha reivindicado esta tarde desde Barcelona la presencia de Euskadi en todas las mesas internacionales en las que se toman decisiones que “nos afectan” y su capacidad para ser un actor político “de primer nivel” en Europa.
Máxime, ha dicho, en un tiempo como el actual, donde, ha recordado Imanol Pradales, los extremismos, la polarización y la política de bloques tratan de “imponer una determinada visión ideológica” que tiene como objetivo “convertirnos en una sucursal secundaria” al servicio de potencias mundiales “obsesionadas por el poder”.
Bajo el epígrafe “Euskadi, espíritu de pacto en el renacer de Europa”, el Lehendakari Imanol Pradales ha sido entrevistado esta tarde en el ‘Foros de Vanguardia’ -organizado por el periódico La Vanguardia- por el adjunto al director del rotativo catalán, Enric Juliana; el delegado de RAC1 en Madrid, Jordi Armenteras; y el periodista y director de Relaciones Institucionales del Grupo Godó, Ramon Rovira.
En su discurso de apertura, el Lehendakari ha mostrado su preocupación -ante una importante representación del mundo empresarial, económico y político de Catalunya- por el nacimiento de una “nueva era” condicionada por la “inestabilidad” y el efecto que ello acarrea para los principios y valores fundacionales de la Europa moderna.
“Los últimos acontecimientos geopolíticos permiten vislumbrar el renacer de las concepciones imperiales entre las élites dirigentes de algunas de las grandes potencias del planeta, superando así el orden multilateral y liberal predominante en las últimas décadas”, ha señalado.
Consciente de que no existen “soluciones mágicas” para la inmediatez que en ocasiones reclama la sociedad, el Lehendakari ha defendido que, hoy en día, tampoco existe un modelo “más eficaz y justo que la democracia liberal” europea.
Ante este escenario, Pradales considera que es el momento para responder “desde nuestro ser”. “Ahora es el momento. Estamos a tiempo. Debemos reaccionar. Pero debemos hacerlo ya”, ha insistido.
Más autogobierno
Una defensa de Europa que el Lehendakari ha considerado compartida entre Euskadi y Catalunya por ser “dos países conscientes de que debemos pasar de salir fuera, a ser países que juegan la partida fuera”. También por su defensa de un modelo institucional y Autogobierno propio. “En este momento de inicio de una nueva etapa de Europa no podemos quedarnos en la periferia. Necesitamos un modelo de poder distribuido más justo y eficaz”, ha defendido.
Al respecto, ha reivindicado la presencia de Euskadi en todas las mesas en las que se toman decisiones “que nos afectan”, lo que exige “alcanzar un nuevo marco de Autogobierno”. “Dotarnos de más capacidades políticas” para afrontar los retos de futuro y que puede ser posible, en opinión de Imanol Pradales, gracias a la Disposición Adicional del Estatuto de Gernika.
Avanzar, en definitiva, hacia “un nuevo Pacto político con el Estado que actualice, ensanche y mejore nuestro Autogobierno, que consolide un marco de bilateralidad efectiva y un sistema de garantías imparcial. Son los mimbres para el nuevo Pacto Político entre Euskadi y Estado», ha remarcado.
Cultura de negociación
Imanol Pradales también ha considerado que la política debe basarse en la cultura del diálogo y la negociación permanente para alcanzar acuerdos, frente a posturas de imposición.
Imanol Pradales, en este punto, ha advertido del riesgo que comparten tanto Euskadi como Catalunya por la “centralización de los poderes económicos-financieros, la conectividad internacional o los nodos científico-tecnológicos hacia Madrid” desde hace 25 años. “Es una inercia creciente -ha insistido- independientemente de quien esté sentado en la Moncloa”.
“Es necesario el reconocimiento del otro y, por lo tanto, la aceptación del diferente. La voluntad real de pacto, lo que implica abandonar posiciones maximalistas y una manera no autoritaria ni impositiva de ejercer el poder”, ha concluido.
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