Un estudio de la US revela cómo los países de la Unión Europea gestionan sus recursos para impulsar la innovación verde
Un estudio de la Universidad de Sevilla analiza el progreso de los países de la Unión Europea en el ámbito de la ecoinnovación (innovación ecológica) durante veinte años, en concreto entre 2000 y 2020. Este trabajo revela patrones clave y destaca tanto los logros como las áreas de mejora en el camino hacia una economía más verde.
La investigación se centra en comprender cómo las inversiones y los resultados en ecoinnovación se distribuyen entre los países europeos. Por un lado, examina recursos, como el personal dedicado a investigación y desarrollo (I+D) y el gasto público en protección ambiental. Por otro, evalúa resultados, como la eficiencia en el uso de materiales y energía, así como la capacidad de innovación tecnológica, medida a través de patentes ambientales.
El estudio concluye que no hay una convergencia uniforme en ecoinnovación entre los países de la UE, que se agrupan en niveles de progreso diferenciados. En eficiencia material destacan cuatro grupos, mientras que en innovación verde hay dos principales: líderes y rezagados. Además, se observan desconexiones entre inversiones y resultados, siendo el personal en I+D un factor positivo. En cambio, el gasto en protección ambiental mejora la eficiencia material pero no impulsa directamente la innovación tecnológica, reflejando una falta de alineación en las políticas de sostenibilidad.
En cuanto a la diferencia entre países, la investigación revela que Alemania y Suecia destacan por su capacidad para convertir inversiones en I+D en resultados innovadores, mientras que Italia y Bélgica, aunque eficientes en recursos, rezagan en innovación tecnológica. Esto demuestra que eficiencia e innovación no siempre van de la mano, reflejando disparidades estructurales y prioridades políticas.
Implicaciones en política pública
Los hallazgos del estudio sugieren la necesidad de una acción política más coordinada y estratégica en la UE, adaptando estrategias a las condiciones de cada país y equilibrando eficiencia energética con desarrollo tecnológico. También se destaca la importancia de equilibrar objetivos a corto plazo, como la eficiencia energética, con metas a largo plazo, como el desarrollo de tecnologías verde.
Desafíos significativos
Por tanto, la investigación evidencia que, aunque Europa ha realizado avances importantes en ecoinnovación, aún enfrenta desafíos significativos para garantizar un progreso equitativo entre sus países. Reducir estas desigualdades y alinear las prioridades políticas es fundamental para que la UE alcance sus objetivos climáticos y económicos