En un entorno donde la percepción pública es determinante, saber cómo comunicar mensajes clave puede marcar la diferencia entre una estrategia de comunicación exitosa y una crisis de reputación. Por ello, la formación de portavoces es una inversión estratégica que toda empresa debería considerar.
La formación de portavoces se ha convertido en una herramienta esencial para las empresas de comunicación y las organizaciones en general. Se trata de un proceso de preparación que permite a los líderes y representantes de una compañía desarrollar habilidades para interactuar con los medios de comunicación de manera efectiva, transmitiendo mensajes claros, coherentes y alineados con los valores de la marca.
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La formación de portavoces consiste en sesiones teóricas y prácticas diseñadas para que los representantes de una organización aprendan a manejar entrevistas, ruedas de prensa y cualquier interacción con los medios de comunicación. Este entrenamiento incluye técnicas de oratoria, control de nervios, manejo de mensajes clave, y simulación de situaciones reales, como entrevistas difíciles o gestión de preguntas incómodas.
Alumnos del Máster en Dirección de Comunicación Corporativa y Digital de Loyola en el estudio de radio.
Para una empresa de comunicación, formar a sus portavoces tiene múltiples beneficios. En primer lugar, garantiza que los mensajes corporativos se transmitan de forma coherente, lo cual es clave para mantener una imagen sólida y profesional ante el público y los medios. Un portavoz preparado puede transmitir los valores y objetivos de la organización con claridad, lo que fortalece la confianza y el posicionamiento de la marca.
En segundo lugar, la formación de portavoces ayuda a minimizar riesgos. Los medios de comunicación pueden ser exigentes y, a menudo, impredecibles. Un portavoz bien entrenado será capaz de gestionar preguntas difíciles, evitar malentendidos y responder de manera adecuada ante posibles controversias, mitigando así cualquier impacto negativo.
Finalmente, esta formación también contribuye a la motivación interna. Un portavoz que se siente preparado y respaldado por su organización es más propenso a desempeñar su función con seguridad, lo que repercute en un mejor desempeño general.
El Máster en Dirección de Comunicación Corporativa y Digital de la Universidad Loyola incluye varias sesiones prácticas de formación de portavoces como parte de su programa académico. Esta sesión, impartida por Francisco Porras, Client Service director en Samy Alliance, brinda a los estudiantes la oportunidad de adquirir experiencia real en el manejo de medios.
Francisco Porras aporta su amplia trayectoria en comunicación estratégica para guiar a los participantes en simulaciones prácticas, ayudándolos a entender las dinámicas del entorno mediático y a desarrollar habilidades esenciales para destacar como portavoces efectivos.
En definitiva, la formación de portavoces es un recurso imprescindible para empresas y profesionales que buscan destacar en el competitivo mundo de la comunicación. Programas como el de la Universidad Loyola, que integran estas herramientas en su currículum, preparan a los futuros líderes para afrontar con éxito los retos de la comunicación corporativa moderna.
