Los asesores del presidente electo de EE.UU. están desarrollando una estrategia para facilitar las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania en los próximos meses que podría implicar suavizar las sanciones contra Moscú, informa Bloomberg citando fuentes familiarizadas con el tema.
Según estas fuentes, el equipo de Donald Trump estaría considerando actualmente dos enfoques principales para futuras restricciones.
En el primer escenario, si Washington ve que el conflicto en Ucrania podría resolverse pronto, sopesaría un alivio de las sanciones contra las petroleras rusas como gesto de buena fe para impulsar el acuerdo. La otra opción, por el contrario, sería adoptar una postura más agresiva intensificando las restricciones, en un intento de presionar a Moscú y aumentar la influencia estadounidense en las negociaciones.
El plan para suavizar las sanciones podría incluir el aumento del límite máximo de los precios del petróleo ruso por encima del tope actual de 60 dólares por barril, detalla el medio. Mientras tanto, el endurecimiento de las restricciones podría implicar el refuerzo de las sanciones secundarias o medidas contra los buques que transportan crudo desde Rusia.
La semana pasada, el presidente estadounidense saliente, Joe Biden, impuso un nuevo paquete de sanciones «radicales» contra Moscú, que afectan a más de 200 empresas y particulares vinculados al sector energético y la industria petrolera, así como a 183 buques de la industria de hidrocarburos. Estas medidas ya han provocado una subida de los precios mundiales del crudo. Por su parte, Moscú ha condenado vehemente la última ronda de sanciones, calificándolas de «ilegales», y ha advertido que podrían desestabilizar los mercados energéticos mundiales.
Mientras tanto, Trump ha expresado en repetidas ocasiones su interés en poner fin al conflicto ucraniano tan rápido como sea posible. En este contexto, la semana pasada el político republicano reveló que su equipo se encuentra actualmente preparando una reunión con el presidente ruso Vladímir Putin. Por su parte, Moscú se ha mostrado abierto a mantener conversaciones con el futuro líder estadounidense.