El Centro de Gastronomía del Mediterráneo y el Ayuntamiento de Dénia presentan los proyectos de investigación gastronómica desarrollados en la Universidad de Alicante

Alicante. Jueves, 16 de enero de 2025

Estos proyectos se enmarcan en el programa propio del Centro de Gastronomía del Mediterráneo, GASTERRA, para el fomento de la I+d+i en el marco de su convenio de colaboración con el ayuntamiento de Dénia. Abordan distintas temáticas, desde la recuperación y puesta en valor de las plantas tintoreras en la industria agroalimentaria, hasta el desarrollo de nuevos productos lácteos a partir de la revalorización de residuos agroalimentarios de gran impacto en la Comunitat Valenciana.

Uno de los proyectos con fuerte vínculo en la Marina Alta se centra en la recuperación de una especie que ha tenido mucha tradición de consumo en la zona, el erizo de mar, cuya población se ha visto mermada en las últimas décadas.

Otras investigaciones tienen que ver con productos como: los piñones o la pebrella, esta última de gran interés culinario, que puede clonarse en laboratorio para obtener ecotipos seleccionados, cuyo desarrollo no dependa de factores climáticos, ni plagas, rompiendo así la estacionalidad. Igualmente se ha desarrollado un proyecto encaminado a incrementar las propiedades organolépticas del tomate a través del empleo de sustrato de cultivo en base a restos de Posidonia oceánica.

Otro estudio se centra en la innovación en la conservación y desarrollo de un sistema de desinfección UV para quesos.

Algunos trabajos suponen un avance en el camino de la reutilización, como el que persigue obtener nuevos antioxidantes y emulsiones a partir de los tallos y hojas de la papaya.

De la misma manera se presentarán los resultados de un proyecto encaminado a realizar venta directa de productos agroalimentarios para el sector de la restauración de la Comunitat Valenciana.

Otros grupos investigadores se ha centrado en el terreno de la agricultura celular y molecular consistente en la producción de alimentos tanto de origen animal como vegetal usando la tecnología de los cultivos celulares.

Por otra parte, en su aplicación en aceites y sales, se ha estudiado el pigmento bacteriorruberina, producido por un microorganismos que vive en medios como las Salinas de Santa Pola, que tiene una capacidad antioxidante 300 veces superior al de otros pigmentos naturales y posee  capacidad antitumoral.

Algunas de las investigaciones tienen carácter internacional como la creación de un laboratorio de innovación social de inteligencia gastronómica, cuyo modelo ya ha sido presentado en Chile y Costa Rica y ya se está implementado en este último país.