Revelan cómo los leopardos de las nieves conquistaron Asia y Europa durante las últimas edades de hielo

Un equipo internacional de científicos ha identificado por primera vez fósiles de leopardos de las nieves, en una investigación publicada en Science Advances. El descubrimiento les ha permitido trazar la historia evolutiva de esta especie durante el Cuaternario y proponer cómo se dispersó desde la meseta tibetana hasta la península ibérica, muy lejos de las altas y gélidas montañas del Himalaya. El estudio sugiere que los leopardos de las nieves prefieren los terrenos rocosos y los climas fríos en lugar de las grandes altitudes. Estos datos pueden contribuir a garantizar la protección de este emblemático animal.

Imatges vàries sobre l'estudi del lleopard de les neus
Izquierda: Reconstrucción del leopardo de las nieves portugués en vida cazando una cabra montés ibérica (Capra pyrenaica). © Jianhao Ye. Derecha, arriba: Cráneo del leopardo de Algar da Manga Larga, depositado en el Museo Geológico de Lisboa. © Darío Estraviz López. Derecha, abajo: Posibles rutas de dispersión de la línea evolutiva del leopardo de las nieves durante el Pleistoceno. © Jiangzuo et al., 2025.

La investigación ha sido liderada por los investigadores Qigao Jiangzuo, de la Universidad de Pekín, y Joan Madurell Malapeira, del Departamento de Geología de la UAB.

Los leopardos de las nieves (Panthera uncia) están en grave peligro de extinción; solo quedan unos 4.000 ejemplares. Son félidos de tamaño medio o grande que viven en gran altura, a más de 2.000 metros, principalmente en el Himalaya. A pesar de que sus rasgos distintivos son conocidos desde hace tiempo, la correlación entre estos rasgos y su adaptación al entorno de la meseta tibetana, así como su historia evolutiva, permanecían inexploradas en gran medida por la ausencia total de registros fósiles en el Tíbet y las regiones circundantes. Hasta ahora, se habían localizado posibles restos no contrastados en el norte de China y en Europa, pero su validación y posición filogenética eran inciertas.

En el estudio publicado ahora los investigadores han revisado una buena parte de los restos asignados al leopardo común (Panthera pardus) que se conocen en Europa y Asia y han identificado por primera vez cinco fósiles de leopardo de las nieves. Los registros, de China, Francia y Portugal, datan de hace un millón de años, lo que les ha permitido trazar la evolución y la adaptación ecológica de la especie durante el Cuaternario, así como modelizar su posible dispersión geográfica y temporal. La investigación ha integrado análisis morfométricos y filogenéticos y modelos matemáticos de distribución de especies.

El trabajo destaca los rasgos únicos que diferencian a los leopardos de las nieves de sus parientes más comunes, los leopardos. Mientras que los leopardos comunes están adaptados para cazar presas rápidas y ágiles en hábitats parcialmente boscosos, los leopardos de las nieves han desarrollado características distintivas que les permiten dominar los escarpados paisajes montañosos. Estas adaptaciones incluyen dientes más grandes, cráneos abovedados, y mandíbulas y patas más fuertes, ideales para cazar presas robustas y musculosas, como las cabras montesas. 

Sin embargo, su supervivencia en terrenos rocosos y desolados también dependió de otras adaptaciones clave. Una visión binocular mejorada, una estructura craneal ectotimpánica grande para una mejor audición, extremidades potentes capaces de soportar el impacto de saltos pronunciados y una larga cola para mantener el equilibrio se desarrollaron rápidamente durante el Cuaternario, particularmente a partir del Pleistoceno medio, hace alrededor de medio millón de años. 

Estas adaptaciones clave coincidieron con las fases más frías de las últimas edades de hielo, en las que los leopardos de las nieves se expandieron más allá del Himalaya hacia el centro de China y, sorprendentemente, destaca el equipo de investigación, se dispersaron hacia el oeste hasta la península ibérica. En Portugal, aficionados a la espeleología descubrieron en el año 2000 en Porto de Mós un fósil notable: un esqueleto parcial de leopardo que incluye un cráneo casi perfectamente conservado, conocido como el «leopardo de Algar da Manga Larga». Este fósil se ha revelado ahora como un miembro inesperado de la línea evolutiva del leopardo de las nieves en Europa occidental. 

«Proponemos que hace unos 900.000 años la intensificación gradual de las glaciaciones en Eurasia comportó la aparición progresiva de espacios más abiertos, y esto habría posibilitado la llegada de esta especie a Portugal, donde vivió hasta hace relativamente poco, unos 40.000 años», señala Joan Madurell Malapeira.

El descubrimiento del fósil de Portugal tiene implicaciones significativas para la conservación de los leopardos de las nieves. El estudio sugiere que priorizan los terrenos empinados y rocosos y los climas fríos antes que las grandes altitudes, lo cual desafía las suposiciones tradicionales sobre sus preferencias de hábitat.

«Nuestros análisis nos llevan a concluir que seguramente la gran altitud y la nieve no habrían sido los factores limitantes para la distribución de la especie, sino la presencia de espacios abiertos y escarpados. Es decir, que el leopardo de las nieves siempre ha estado adaptado para vivir en la montaña, pero no necesariamente a gran altura y con nieve. Y esto, en un contexto de cambio climático como el actual, es esperanzador para poder garantizar su supervivencia», destaca Joan Madurell Malapeira.

Las futuras investigaciones explorarán la neuroanatomía y la ecología del leopardo de Algar da Manga Larga y podrán arrojar más luz sobre la fascinante historia de este icónico depredador de montaña. 

Artículo de referencia: Qigao Jiangzuo, Joan Madurell-Malapeira, Xinhai Li, Darío Estraviz-López, Octávio Mateus, Agnès Testu, Shijie Li, Shiqi Wang, Tao Deng. «Insights on the evolution and adaptation toward high-altitude and cold environments in the snow leopard lineage». Science Advances (Jan, 2025). https://doi.org/10.1126/sciadv.adp5243