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La nueva sede de la Escuela Municipal de Música de Rivas (EMM) se llamará Txema Cariñena Rubio, en recuerdo a quien fuera coordinador y profesor de la institución docente, fallecido el pasado 10 de noviembre en un accidente de tráfico a los 53 años. Txema ha dejado un inmenso legado sonoro en la ciudad, donde enseñó a cientos de alumnas y alumnos. Referente cultural, fue profesor de clarinete y saxo. También tocaba con maestría el piano.
Su huella quedó impresa en numerosos eventos culturales de la localidad, coordinando las actuaciones de las agrupaciones de la EMM: desde los conciertos de Navidad, de fin de curso o los recitales por todo el Lorca en el Día Internacional de la Música, hasta las audiciones al aire libre en las fiestas de mayo, el concierto solidario contra el cáncer el cáncer o la clausura del Festival de Cine.
Su pasión eran los musicales. Participó en numerosos de gran producción que triunfan en los teatros de la calle de la Gran Vía de Madrid.
Fue la alcaldesa de la ciudad, Aída Castillejo, quien anunció la noticia de que la escuela llevará el nombre de Txema. Lo hizo, con la voz entrecortada por la emoción, en el acto de reconocimiento al personal municipal que cada año organiza el Ayuntamiento en el mes de diciembre. Y fue ante cientos de trabajadoras y trabajadores municipales, incluidos el profesorado de la EMM, que con sus instrumentos ponía música al evento, y sus compañeras y compañeros de la Concejalía de Cultura y Fiestas, a la que pertenece la institución sonora.
Entre el público también se encontraba su madre, Marce Rubio, y su mujer, Santa Egido, exprofesora de la EMM, donde ella y Txema coincidieron. Santa y Marce recogieron el libro de condolencias que habilitó el Ayuntamiento los días posteriores al fallecimiento del músico: páginas plagadas de frases y recuerdos de quienes evocaron con sus palabras y firmas a una figura inolvidable.
El Ayuntamiento va a invertir 8 millones de euros en la adquisición y acondicionamiento del edificio que albergará a la EMM. El inmueble se sitúa justo detrás del centro cultural Federico García Lorca, su actual sede. El traslado permitirá crecer a la EMM y disponer de mejores espacios para el aprendizaje.
Con su nombre para la nueva EMM, generaciones actuales y del futuro sabrán quién fue Txema Cariñena. Se sigue así una tradición local: poner el nombre de una trabajadora o trabajador municipal a un edificio público, como ha sucedido con el edificio de la Policía Local, que se llama Jaime Yubero en recuerdo al primer jefe de la Policía Local, o el centro de servicios sociales Carmen Contreras del Burgo, primera trabajadora social de Rivas, que aterrizó en su despachito del antiguo ayuntamiento del Casco en 1985, cuando Rivas emprendía el tránsito de pueblo a ciudad.
Txema, natural de Irún, fue un tipo generoso. Un espejo de alegría. Qué menos que ponerle su nombre a la escuela donde tantos días ejerció y tantas enseñanzas alumbró.