Fondos de recuperación tras el COVID‑19: el foco de atención de nuestras auditorías va a cambiar

En los próximos años, nuestros auditores seguirán examinando el Instrumento Europeo de Recuperación (NextGenerationEU), el paquete de recuperación tras la pandemia, que sigue ocupando un lugar central en nuestro trabajo de auditoría. Cubrirán principalmente el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), que tiene un valor de cientos de miles de millones de euros, y es el elemento central de NextGenerationEU. En 2025 y 2026, los dos últimos años de este instrumento de financiación temporal, nuestro trabajo relacionado con el MRR se concentrará en la financiación que apoya los mercados laborales, el entorno empresarial y la eficiencia energética. Como guardián financiero de la UE, en primer lugar comprobaremos si podemos rastrear el dinero y, a continuación, si, en última instancia, esto supone una diferencia sobre el terreno. La transparencia, la trazabilidad y los resultados obtenidos serán objeto de un estrecho control, ya que nuestra atención pasa de centrarse en el diseño del MRR a su aplicación real en los países de la UE.

El MRR, el mayor instrumento de financiación de la UE hasta la fecha, con más de 700 000 millones de euros, se acordó políticamente en 2020 para reforzar las economías de los Estados miembros durante la pandemia y hacerlos más resilientes en el futuro. Ha financiado reformas e inversiones en países de la UE desde el inicio de la pandemia en febrero de 2020, y seguirá funcionando hasta 2026. Los Estados miembros deben asignar una parte significativa de la financiación a medidas ecológicas y digitales.

Una inspección sucinta de nuestro trabajo sobre los fondos de recuperación del COVID19 de la UE hasta ahora muestra que el mayor instrumento de financiación de la UE hasta la fecha adolece de varias insuficiencias de diseño. Por ejemplo, nuestros auditores han detectado una laguna en la rendición de cuentas y resulta paradójico que no se pueda medir el rendimiento de un instrumento supuestamente basado en el rendimiento. También han manifestado su preocupación acerca de la trazabilidad y la transparencia de los fondos desembolsados en el marco del instrumento. Además, han señalado que los Estados miembros han tardado en utilizar los fondos del MRR, lo que constituye una anomalía dado que el instrumento se desarrolló como un fondo de crisis.

En los dos próximos años, nuestras auditorías dejarán de centrarse en el diseño del MRR y pasarán a hacerlo en su aplicación real. En primer lugar, haremos balance de todo nuestro trabajo de auditoría hasta la fecha y publicaremos un análisis consolidado esta primavera, donde destacaremos los riesgos, los retos y las oportunidades. Este análisis contribuirá al debate más amplio sobre la eficacia global de este instrumento de financiación. Nuestras nuevas auditorías abarcarán una serie de ámbitos políticos, desde la competitividad económica de la UE hasta el cambio climático. Cubrirán los siguientes temas, sin un orden concreto: transformación digital; reformas en el entorno empresarial, el mercado laboral y la administración pública; inversiones y reformas en materia de eficiencia energética; el MRR en el contexto del instrumento REPowerEU; la financiación de reformas y proyectos plurinacionales; los bonos verdes del Instrumento Europeo de Recuperación; los sistemas de control de los Estados miembros para la contratación pública, las ayudas estatales y la prevención del fraude, y, por último, la trazabilidad.

La función de los auditores es también ayudar a la UE a actuar de manera más eficaz aprovechando las lecciones aprendidas en el pasado. Los responsables políticos de la UE debatirán la configuración del nuevo presupuesto a largo plazo de la UE a partir de 2027 (el marco financiero plurianual), por lo que será importante hacer balance de nuestras conclusiones sobre el MRR y NextGenerationEU. Durante su intervención en el Parlamento Europeo este otoño, el Presidente del Tribunal de Cuentas Europeo, Tony Murphy, destacó la importancia de abordar los retos y riesgos actuales antes de que la UE avance hacia futuros planes. Subrayó que es importante que los retos que hemos identificado se tomen en serio a la hora de estudiar las reformas, con el fin de fomentar un futuro que promueva la solidaridad, la rendición de cuentas y, por último, pero no por ello menos importante, la confianza entre nuestros ciudadanos en las generaciones venideras.

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